Por Daniel De San Benito*
A menudo se
ve como jóvenes y no tanto encaran proyectos de diferente índole. Los hay
comunicacionales, musicales, literarios, en fin, para englobar se los puede
definir como culturales. Estos
proyectos o las construcciones de cualquier tipo suelen tener una única
oportunidad para el desarrollo. Pero alcanzar su concreción sobrelleva una
buena cantidad de dificultades a superar.
Cuando nos
referimos a los medios podemos
clasificarlos en dos grandes grupos, recursos humanos por un lado y financieros
por otro.
El recurso
humano se trata de personas que unidas en equis cantidades sueñan con algo y
todas juntas le imprimen una fuerza notaria a ese sueño.
El recurso
financiero es más sencillo de entender porque si los integrantes de tal
proyecto cuentan con lo necesario para llegar al otro día y mejor aún, a fin de
mes, el sueño se transformará casi de cajón en realidad.
Pero cada
una de estas personas del grupo que persiguen el mismo deseo tienen que
resolver, además, su propia y única vida.
El gran
problema a veces son el tiempo y los recursos financieros, que en muchas
oportunidades son la misma cosa, porque el tiempo disponible de cada miembro
que mantiene el mismo sueño y convicciones que los demás lo tiene que dedicar a
generar dinero para morfar.
Esta
situación hace entrar en crisis a alguno de los integrantes y por carácter
transitivo a todo el grupo y en consecuencia…el proyecto.
Otras consideraciones de proyectos sociales
En el mismo
sentido nunca debemos menospreciar a las manifestaciones espontáneas que se
expresan por una necesidad. Suelen ser
situaciones donde la indignación es el móvil que aglutina, ya que nace de la
carencia de medios, que son la falta tanto de proyectos como de recursos. “Los
indignados” que sacuden el mundo son un ejemplo de ello.
Siempre es
necesario un proyecto colectivo donde resguardarse, cobijarse y pensar la
existencia propia dentro de la ola colectiva. Es casi imposible proyectar una
salvación individual porque la coexistencia es el estado natural de los seres
humanos.
Estas
líneas no tienen la pretensión de hallar la ecuación para resolverlo, es solo
el planteo del problema.
En la
actualidad existe un proyecto madre confiable y morrudo, pero desconectado de
infinitas utopías dispersas. Tanto en las grandes ciudades como en el más
profundo interior de nuestro país existen centenares de proyectos que abordan
distintas realidades. Estos grupos buscan desesperadamente una conexión
maternal, directa, para continuar su curso como manantial que da volumen al
caudal del gran río, pero se pierden en esteros salitrosos. Un caso es el
MOCASE (Mov. Nacional Campesino Indígena) que son corridos de los suelos en el
norte del país, en nuestra ciudad “Los
vecinos de Nuevo Alberdi” que luchan denodadamente por un pedazo de tierra para
su vivienda.
Es
responsabilidad del portentoso esquema político regional y nacional darle
cabida a tanta corriente cristalina.
Podemos
concluir en que están los recursos humanos, las ideas y los sueños pero el
sistema político- institucional padece una disfunción ambiental repeliendo como
ajenos a sus propios glóbulos rojos que dejan anémica a las más puras y nobles
utopías.
No es para
desesperar pero hace falta reacción y determinación para “unir las puntas del
mismo lazo” y fortalecer la cuerda que sostiene a las mayorías.
emitido por Radio Nacional Rosario-AM1300 - Sábados de 7 a 9.30 horas.
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