Por Dr. Rubén Visconti*
Venimos
sosteniendo que de acuerdo con el último resultado electoral, la DERECHA ha
perdido solo una batalla, o mejor dicho, para ellos, quizás sólo una batallita
o incidente menor. Para entendernos mejor pongámonos de acuerdo en la siguiente
afirmación: LA DERECHA NUNCA DARÁ POR PERDIDAS LAS GUERRAS CONTRA EL
PROGRESISMO.
Cuando
el tigre muerde quiere morder más, está cebado, y sus objetivos quieren ser la
muerte del adversario, en este caso un enemigo, y no cejará hasta el triunfo
final.
Durante
los últimos dos siglos, esa DERECHA basada
en el liberalismo económico, es decir, en las razones y falsas verdades
del señor Mercado, en la realidad de los dominios monopólicos, en el atropello
y apoderamiento por la fuerza de las riquezas ajenas, en los planes del
Consenso de Washington y en la guerras preventivas, en la ocupación de las Islas Malvinas para
dominar el agua del futuro, sintéticamente, en el uso de sus fuerzas militares
poderosas; esa DERECHA ha dominado el
mundo venciendo en guerras homicidas a las dos corrientes que quisieron
aponérseles, o sea el nacionalismo y el comunismo; y las venció a ambas casi
sin despeinarse, y hoy base su poder en la mayor existencia de ojivas nucleares
.
¿Y
habiendo sido así cuales serían las razones para que cambie? obviamente
ninguna, ya que todo la impulsa a seguir adelante con la misma respuesta y conducta.
¿Por
lo tanto, que puede pasar en nuestro país? Que esa DERECHA no cambie y que aún más incremente sus
acciones para recuperar el poder total, ya que lo ha perdido solo en parte.
El
único reparto de la riqueza que poseen e incrementan lo aceptarán mediante la recreación de las
Sociedades de Beneficencia destinadas a llevar una taza de chocolate a fin de año para el “goce” de los huérfanos a los
hospicios que los contienen.
Lo
que seguramente hará y lo está haciendo es mejorar sus planes de combate y las armas y
herramientas a su alcance.
Por
ejemplo, durante esto últimos años y basada en la utilización de los medios de
comunicación que desgraciamente les
siguen les siguen perteneciendo en su
totalidad, las campañas se centralizaron en la exposición de algunos políticos
a los cuales fueron ofreciendo a la opinión pública, alternativamente, según
como a cada uno le iba en la feria. Dado el desastroso resultado de esa táctica
la abandonaron ya, eligiendo como única alternativa
residual a un personaje “feroz” y totalmente dominable
como el Ing. Macri.
Agregando,
como el arma de mayor peso, el combate de la ideología. Calificar a todos los
que no responden a sus decisiones, como lo viene haciendo el diario La Nación
con algunos destacados funcionarios de
gobierno, a algunos de los cuales les están buscando antecedentes en las
conductas de sus abuelos o, aún más, bisabuelos
en Rusia allá por el lejano siglo XIX cuando el marxismo estaba en
pañales; en tanto a otros a los cuales incorporan a sus odios bestiales a la
juventud, los ligan a los movimientos rebeldes de los años setenta insinuando
que tienen concomitancias con la guerrilla. Y si este puede aceptarse como un
simple comienzo, debemos pensar que en realidad es la primera punta del ovillo
de una campaña premeditada y puesta en marcha.
Debemos,
por lo tanto, prepararnos para eso, armar la contraofensiva también ideológica
pero nunca sectaria, para destronar esta
ofensiva, sin olvidar el poder que poseen, explicando, por ejemplo, que grado
de avance posee la sintonía fina, aclarando los límites de un gobierno que
funcionando dentro de la que llamamos un economía mixta tiene el poderoso
enemigo a finish que es la DERECHA y las lógicas pretensiones y deseos, muy
humanos, por otra parte, de seguir mejorando en la escala social recordando que
las necesidades satisfechas son rápidamente temas del pasado en tanto las aún
pendientes y, por lo demás, crecientes y múltiples, comienzan también muy
rápidamente a acicatear los deseos de todos los seres humanos.
*Doctor en economía, Docente de la UNR
Miembro del CEP
La derecha no tendrá más remedio que reconocer que ha perdido la guerra, no sólo una batalla, el día en que el PODER ECONOMICO y todo lo que de él emana, esté controlado por leyes y normas dictadas por el Estado con el bien común en la mira.
ResponderEliminarPero hasta que llegue ese bendito momento, reconozcamos que hacía mucho tiempo que no les escupían el asado a esos indignos occidentales y cristianos.
Saludos
Tilo, 70 años