Imagen de "Diferenciador" |
Por
Roberto Marra
Para
demostrar que una afirmación determinada sobre la realidad es
certera, nada mejor que esa realidad se manifieste con absoluta
transparencia, con la brutalidad de los hechos que derriten las
palabras que las ocultaban. Es allí cuando mueren los arquetipos
impuestos por la fuerza del “mercado”, cuando esos modelos
culturales explotan y de su polvo emergen otra vez aquellas verdades
aplastadas por tantas mentiras elaboradas por los profetas de un
sistema cuya decadencia se niegan a ver.