Imagen de "Milenio" |
Por
Roberto Marra
Si
hay un principio que cualquier defensor de la economía capitalista,
que se precie de tal, esgrime con especial énfasis, es el de la
“competitividad”. No habrá discurso, conferencia, debate
económico, planteo legislativo o discusión mediática en que falte
ese especial término que define, con prístina claridad, la
pertenencia ideológica de quien lo utilice. Su uso se ha extendido
de tal manera, que hasta quienes sostienen banderas ideológicas
opuestas, utilizan semejante palabra, que pareciera tener una
cualidad mágica para resolver todos los problemas económicos de la
sociedad.