Lo que establece un privilegio es una ventaja relativa frente al resto de la sociedad donde se inserta el individuo o sector privilegiado. Esa prerrogativa, en la mayoría de los casos, resulta moralmente antagónica con lo establecido por el sistema de conceptos que rigen a la sociedad donde se otorgan tales “gracias” especiales, opuestas a las leyes que ella misma se ha impuesto como modo de sostenimiento de un equilibrio virtuoso entre sus integrantes.