Imagen Telesur |
Las llamadas “revoluciones de
colores” se popularizaron luego del derrocamiento del presidente yugoslavo,
Slobodan Milosevic, en el año 2000. A la vanguardia de este atentado al orden
constitucional, un grupo de jóvenes llamado Otpor, apoyado por agencias del
Gobierno de Washington, iba a revolucionar los métodos de guerra no
convencional, y generar una abundante literatura sobre lo que ahora solemos
llamarlos golpes suaves.