Roberto
Marra
Dada
la escasa (o nula) cantidad de obras positivas que puede mostrar el
gobierno nacional de los apátridas cambiemitas, suelen exagerar en
sus discursos o presentaciones de sus pobres resultados. En el rubro
de obra pública, esto se ve y se siente mucho más, puesto que son
hechos tangibles, verificables a simple vista (u olor).
Sin
pretender pedirles precisiones a las máquinas de fabricar mentiras
electoralistas que integran este desilachado gobierno nacional, bueno
es mirar y ver, palpar en el territorio lo que se muestra con
evidencia ante los sentidos despiertos de los transeuntes, por esos
barrios donde no parece haber llegado la civilización, entendiendo a
ésta como la sumatoria de elementos infraestructurales que otorgan
una mínima calidad de vida decente a sus habitantes.
Acostumbrados
a barrer debajo de la alfombra lo que les molesta, en sus gestiones
urbanas solo atinan a levantar muros para tapar las villas miseria,
abrir algunas calles para el control policíaco de esos lugares y
perseguir a los pequeños delincuentes para sacarse fotos con las
“grandes” incautaciones de dos o tres paquetitos de drogas. Las
cloacas... te las debo. El agua... bien, gracias. Bien contaminadas a
través de los caños clandestinos que la suministran.
El
urbanismo cambiemita es tan ruin como cualquier otro rubro de la
gestión. Basados solo en el concepto de la renta rápida y
efectista, promueven desarrollos inmobiliarios monstruosos, por sus
dimensiones y por sus resultados. Allí no faltan jamás las empresas
de los familiares presidenciales y de sus ministros, acumulando
ganancias exorbitantes con el apoderamiento de las mejores tierras
urbanas y empujando a la población de menores recursos a los
márgenes más desabastecidos de servicios de las ciudades,
acentuando todavía más (si esto fuera posible) la inequidad social
que ya padecen.
No
es mucha la diferencia con los gobiernos que se han sucedido en la
ciudad de Rosario. Tal como en las urbes gobernadas por los
traficantes de la política de eso que se da en llamar “macrismo”,
todo el planeamiento urbano está armado para brindarles un ámbito
de negocios a los grandes “emprendedores” inmobiliarios, un
pequeño grupo de acomodados empresarios de la construcción y la
venta de inmuebles, que hacen su agosto (y su septiembre, octubre,
noviembre y su ruta...) gracias a las permanentes excepciones a las
disposiciones reglamentarias y la elucubración de un Código Urbano
modificado “a piacere” de esos re-conocidos comerciantes de
metros cuadrados.
Han
convertido a la ciudad en un complejo comercial-inmobiliario donde
los valores de lo edificado rozan lo ridículo, evidenciando la falta
de interés real en vender esa fabulosa “inversión en ladrillos”
de los sojeros y... otros lavadores por el estilo. En esos complejos
edilicios nada falta, todo está servido para proveer a la buena vida
de... casi nadie, porque “casi nadie” los habita.
Felices,
intendenta y gobernador inauguran, cortan cintas, pegan carteles
inmensos mostrando esas obras faraónicas, a veces casi colindantes
con los más paupérrimos barrios, desabastecidos de casi todo, pero
también “felices” por ser parte de las fotos con esos
gobernantes inescrupulosos lanzados desde siempre a la disputa de
sentidos populacheros, donde la participación consiste en sonreir
para una “selfie” mientras se pisa el barro contaminado de
excrementos.
“Inteligente”
pero perversa forma de conducir los destinos de una ciudad.
Desproporcionada manera de construir la urbe, a costa de miserias
tapadas con engañifas y promesas vacuas. Asqueante continuidad del
abandono y pérfida forma de atraer a sus votantes, haciendo
urbanismo de facultad, copiando modelos ajenos, demoliendo la
historia, arrasando con la cultura portuaria e industrialista, para
culminar en una permanente maquetización de la realidad, una simple
muestra de lo que se da por hecho, pero nunca se hará.
Puedo contarte lo que sucede en Neuquén...
ResponderEliminarEn un diario regional, hoy aparece una nota sobre los 15 kilómetros de la extensión de las obras inconclusas en el tramo Plottier-Senillosa de Ruta 22. Obra comenzada en 2013, tenía terminados 18 KMs., paralizada por el macrismo, que la publicito con los spot "haciendo lo que hay que hacer" en abril de 2017.. y la volvió a paralizar en octubre de ese mismo año, luego de las elecciones.
En mi barrio, en abril de 2017 comenzaron las obras de uno de los 3.000 jardines..debía entregarse en octubre, pero tambien quedaron paralizadas..
Si no me equivoco, son más de 15 los jardines que esperan su terminación en la provincia...