Por
Roberto Marra
Si
hay algo que los cambiemitas y sus cómplices saben hacer, es
dibujar... la realidad. Pero parece que ya ni eso van a poder hacer.
Dibujar, claro. Es que gracias a sus “sesudas” medidas
económico-financieras, la fábrica de marcadores Edding dejó de
producir en Argentina. Otra industria acabada. Otra desaparición de
empleos. Más familias desamparadas por un Estado escondido detrás
del Poder omnímodo del Fondo. Otra muestra de incapacidad y
desprecio conjugados para señalar el rumbo al cadalso social que
prepararon con la denigrante colaboración mediática. Y el trazo
grueso y miserable de los odiadores profesionales, suicidas felices y
homicidas confesos de una Nación que perdió hasta el honor de que
la llamen Patria.
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