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Desde el siglo XX, controlar la información sin
usar constricción formal, para limitar el alcance de la mente y del
espíritu, obsesiona a los ambiciosos del lucro desmedido, como lo llamó
Adam Smith. Es en Estados Unidos donde se elaboró el modelo. Allí se
redujo al mínimo en la educación media –la de la masa- la enseñanza de
temas humanísticos, como la historia, la geografía o la filosofía, que
son la referencia del pensamiento crítico.
La idea es impartir sólo el conocimiento necesario para que el
trabajador sea útil, pero ignorante en lo político. Eso permite forjar
en la mente de las mayorías una visión del mundo alejada de la verdad,
pero que la orienta según convenga a la ambición de los dirigentes. El
truco sirve también a gobiernos que sin alharaca electoral tienen una
clase dirigente visible, pero es en las democracias donde es más útil,
porque allí los que de verdad mandan se ven poco, pero usan la
propaganda engañosa para promover sus títeres en los carnavales
electorales.
Hasta el siglo XX, los medios de información eran de propiedad
difusa, cobertura regional, y diferente percepción de la realidad.
Durante el siglo XX, la propiedad de los medios de información se
concentró, la cobertura se amplio al nivel nacional e internacional, las
versiones de la noticia se fueron haciendo más coincidente y se
instalaron los medios audio visuales, que estimulan la pereza
intelectual.
El siglo XXI comienza con la propiedad de los medios está muy
concentrada y la difusión de noticias muy orquestada. Hay un cartel
internacional cuyas miras políticas van más allá de las definidas por el
Consenso de Washington o la OTAN. Su técnica básica es mentir por
omisión. Se amputan partes esenciales de la verdad o de la realidad
histórica y política, mientras se inventa o exagera lo que se quiere
revelar. El fin es demonizar personas o países, creencias o ideologías,
que molesten la ambición vagabunda.
La novedad típica del siglo, es el uso de Internet para difundir
noticias fuera del cartel mediático. Esa información la aprovecha la
creciente clase que usa la informática. Es un grupo aún minoritario pero
influyente, porque es el estrato más instruido de la clase trabajadora.
En sitios virtuales de Internet se encuentran versiones más completas
de la realidad, pero el cartel mediático y agentes de los gobiernos
títeres también manipulan información allí, sobre todo en las llamadas
redes sociales.
Debates sobre normas para el medio informativo
La concentración de la propiedad y el anonimato de los accionistas,
dificulta la identificación específica de los intereses económicos,
políticos o confesionales que orientan la manipulación de la
información, pero el modo como los grandes grupos informativos coinciden
en calificar los intentos de democratizar la información como atentados
contra la libertad de expresión, indica temor a la transparencia.
Datos europeos recientes muestran que la concentración aumenta,
porque la crisis afecta más a los medios de información pequeños e
independientes. Según El País (14/12/2012) desde el 2008, en España
desaparecieron 132 revistas y 22 diarios y se sumaron 6300 periodistas
al paro. La inversión en prensa, radio y televisión cayó un 45%, pero en
cambio la inversión en Internet subió un 171%.
En estos momentos, en el mundo hay varios casos públicos relacionados
con la concentración de la distribución de la información, los métodos
de hacer noticias y la veracidad de su contenido. Los que más acaparan
la atención suceden en Argentina, Gran Bretaña y Estados Unidos. En
Argentina la iniciativa se origina en el poder ejecutivo y el poder
legislativo, con tropiezos ante el poder judicial. En Gran Bretaña es
más bien a la inversa. En Estados Unidos el juicio contra el soldado
Bradley Manning arroja luz sobre el riesgo de violar el monopolio de la
información.
En Argentina el gobierno introdujo una ley para democratizar el
suministro de información que fue aprobada por una amplia mayoría del
congreso. La nueva ley permite que una persona o empresa posean hasta 24
sistemas de televisión por cable, 10 licencias de radiodifusión -sean
de radio FM, AM o televisión abierta- y una señal de contenidos. La ley
fue apelada como inconstitucional por el Grupo Clarín, que con 250
licencias predomina entre los medios argentinos, tanto que, sin ser
oficialmente un partido, ejerce el rol de oposición política al
gobierno.
Clarín alegó que era una ley que violaba la constitución ante un
tribunal de lo Civil y Mercantil. La Corte Suprema, otorgó entonces a
Clarín un beneficio cautelar que vencía el 7 de diciembre, pero la
Cámara de lo Civil y Comercial se lo renovó hasta que se dicte
sentencia, con lo que atrasó la aplicación de la ley sólo para Clarín.
Los otros propietarios de medios ya se adecuaron a la ley. El gobierno
apeló ante la Corte Suprema que ordenó al tribunal de la causa que
acelerase los trámites. El tribunal obedeció y falló el 15 de diciembre
que la ley no es contraria a la constitución.
En Gran Bretaña hubo escándalos por la conducta de los medios durante
todo el siglo XX. A pesar de eso, se aplica como virtud el principio de
la “autorregulación”, desde 1953. Los resultados son indicio de que eso
no funciona y la Comisión que preside el Juez Leveson recomendó la
elaboración de una ley que regule su conducta. La lista de los delitos
cometidos por la prensa amarillista incluye la interferencia de los
mensajes electrónicos, el envilecimiento de acusados inocentes, la
persecución de celebridades.
Pero hay cosas de más profundidad. La investigación descubrió
complicidades entre la prensa y la clase política, entre el Grupo
Murdoch y los dos partidos principales, entre la policía y los diarios.
El Juez Leveson ya se pronunció sobre los vínculos entre barones de los
medios y los políticos británicos, con un clásico “understatement”
británico: “Durante los últimos 35 años hubo en esa relación una
insalubre proximidad”.
Por esa proximidad es que el primer ministro David Cameron rechazó la
elaboración de una ley porque “pondría en peligro la libertad de
prensa” y conversa, justo con los barones de los medios y los jefes de
partidos políticos, buscando un acuerdo que evite normar la propiedad y a
la conducta de los medios. Cameron sirve bien al grupo Murdoch, que
tiene la mitad de la prensa y de la cadena televisiva Sky. El modelo
británico de Clarín.
Ed Miliband, el líder laborista, apoyó las recomendaciones del Juez
Leveson y propuso volver a la ley sobre propiedad de los medios anterior
a la desregulación de la Thatcher. Ojala sea coherente con lo que dice.
En Estados Unidos, el caso Manning muestra dos hechos: el control
casi total de la noticia y el trato cruel a quien dé información sobre
crímenes cometidos por agentes del gobierno. Los medios allí, como los
políticos, siguen órdenes. Si quiere saber lo dicho por Manning o su
defensa en las audiencias del pre-juicio, debe buscar medios
extranjeros; como sobre la crisis económica norteamericana, los
asesinatos tele-comandados u otros crímenes oficiales.
Verdades y mentiras en Internet
Internet crece como fuente de información, porque se puede escribir
con libertad. Un indicio es que en Estados Unidos, el país donde la
información está más concentrada, es donde la información por Internet
crece más y donde se leen analistas muy lúcidos. Hay varios sitios
gratuitos importantes con noticias y análisis de esos que esquiva la
gran prensa, como la Information Clearing House o Counterpunch, para
citar un par conocido.
Todo diario o revista de alguna importancia tiene ahora una edición
digital en Internet. Los programas televisivos siguen también esa
tendencia. En español hay distribuidores de opiniones alternativas muy
eficaces, con variedad de temas, proyección internacional, a veces
plurilingües, como ALAI, Argenpress o Rebelión, para citar sólo algunos.
Las redes sociales, como Facebook o Twitter, no son solo para
conversar con amigos, se usan también para expresar opiniones, pero allí
comienzan las complicaciones. En ellas es posible asumir identidades
falsas que se usan para difundir falsos rumores y mentiras. Hay perfiles
falsos que aparecen por centenares simultáneamente -creados por robots-
que difunden unos “me gusta” o comentarios en apoyo de una causa o
persona política. Hubo casos durante la campaña electoral de Estados
Unidos, con sitios a favor de algo y luego se comprobó que su apoyo
venía de sitios improbables como Bangkok o Vilnius. Ese mismo truco se
usó en las revoluciones de color contra gobiernos en Europa del Este,
también en crear apoyo falso a revueltas en Irán o en la llamada
“Primavera Árabe” para justificar las guerras contra Libia y Siria.
En América Latina destaca la actividad de Daniel Gabriel, experto de
la CIA en el uso subversivo de redes sociales en Afganistán e Irak, que
fue contratado por BBG[1] para dirigir un grupo de periodistas en Cuba,
que entregase cinco historias a la semana. La líder del grupo es Yoani
Sanchez, que ya trabajaba para Applied Memetics, la empresa de Gabriel.
Yoani Sanchez es cubana y emigró a Suiza en 2002. Regresó a Cuba y en
2007 abrió el blog “Generación Y” que en breve tiempo tuvo gran
reconocimiento internacional. Sólo en 2008, tuvo el Premio de Periodismo
Ortega y Gasset; TIME la puso entre las 100 personas más influyentes
del mundo; CNN puso su blog entre los 25 mejores; Foreign Policy la puso
entre los 10 intelectuales del año y la revista mejicana Gatopardo hizo
igual. Siguieron más galardones y en 2012, la SIP[2] la nombró
Vicepresidente de su Comisión de Libertad de Prensa, para vigilar la
libertad de prensa en Cuba. Ahora es la corresponsal de El País en Cuba,
un diario que en España recortó su plantilla a la mitad.
La Señora Sánchez es llamativa también por otras razones. La calidad
de sus ideas la muestra cuando dijo que a Gabriel García Márquez nunca
debió dársele el Premio Nobel de Literatura, por ser amigo de Fidel
Castro. En Le Monde Diplomatique se interrogan sobre como puede tener
desde La Habana un blog en 18 idiomas. Se preguntan también como en su
cuenta Twitter revindica 214 mil seguidores –pero sólo 32 en Cuba- y
dice comunicarse con más de 80 mil “por sms, sin acceso a la Web”. Eso
es inscribir 200 cuentas por día, una actividad posible sólo con robots y
fuera de Cuba, por la dificultad de conexión que hay allí. En efecto,
muchos perfiles en la cuenta @yoanisanchez no tienen foto ni actividad
en la red.
He señalado el caso de Yoani Sanchez por ser de una manipulación
evidente, pero hay otros muchos en el mundo y Latinoamérica. Por eso hay
que leer con cautela las noticias que circulan en blogs y redes
sociales. La informática global da la posibilidad de exponer verdades,
pero también allí hay nuevos trucos inventados por los magos de la
mentira.
*Umberto Mazzei es doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Florencia. Es Director del Instituto de Relaciones Económicas Internacionales en Ginebra.
Publicado en Telesurtv.net
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