martes, 7 de agosto de 2012

PLANIFICACION PARA CONSTRUIR LAS VIVIENDAS PROMETIDAS


Por Dr. Rubén Visconti*

Los liberales le tienen pánico a la simple expresión que implica el concepto de planificar, al cual le asignan un tufillo similar a imposición, a dictadura, ellos sostienen que el uso de recursos escasos para satisfacer necesidades múltiples y crecientes es suficiente el sagrado mercado que, como  lo demuestra la realidad de los últimos 300 años reparte solo en favor de los sectores del poder económico.
A nosotros en cambio nos resulta atrayente la tarea de planificar destinada a la asignación de esos recursos escasos no a los poderosos, sino a los sectores más débiles y por lo tanto más necesitados de los componentes de las sociedades humanas.
Por esa razón y ante el conocido plan de viviendas lanzado por el gobierno nacional destinado a esos sectores que plantea la construcción de 400.000 viviendas en los próximos 4 años y particularmente de 100.000 de ellas de aquí a fines del 2013, sostenemos la necesidad de que para que el plan resulte debe planificarse minuciosamente un conjunto de medidas que aseguren esas promesas que no solo sean las de construir sino que, además, obren como elemento catalizador de otorgar empleos, mantener y ampliar el mercado interno y evitar fundamentalmente que se genere un proceso de creciente inflación fundado en el crecimiento de la demanda efectiva por encima de la oferta existente, particularmente en el rubro de materiales para la construcción, muchos de los cuales están en manos de escasos oligopolios que manejan los precios pensando en su exclusivo beneficio.
Para lograr esos y otros objetivo es indispensable PLANIFICAR una serie de aspectos sin lo cual las promesas y sus efectos positivos caerían en saco roto contrariando el círculo virtuoso que la decisión busca poner el marcha.
Como no tenemos noticias de que el desarrollo del plan conlleva paralelamente medidas de planificación destinadas a asegurar y garantizar su éxito total, y áun para el caso muy lógico de que este escrito sea totalmente superfluo, nos tomamos el atrevimiento de ofrecer algunas ideas al respecto aunque finalmente fueran totalmente innecesarias.
Partamos de la base de que la planificación en relación con la oferta de mano de obra disponible destinada a la propia construcción sería fácilmente resuelta dado el nivel de desocupación aún existente y que la creación de cooperativas de trabajo es una correcta idea ya puesta en marcha con suficiente efectividad. El problema, como ya lo anticipamos,  aparecerá sin ningún lugar a dudas por el lado de la oferta de los materiales necesarios en tiempo y forma, para lo cual será necesario sacar la compra venta de esos materiales del mercado de la oferta y la demanda dictando las medidas para evitarlo. Obsérvese que al solicitante de un crédito para la construcción de su vivienda al cual se le entrega una cantidad de dinero con el cual deba enfrentar los seguramente crecientes precios del mercado, será lo mismo que mandarlo a la hoguera, ya que el mismo se transformará simplemente en un regalo griego como les pasó según cuenta la historia a los habitantes de Troya que dejaron que el famoso caballo entrara mansamente.
Para evitar este problema, y teniendo en cuenta que el plan contempla tres alternativas que pueden ser contempladas conjuntamente, la primera de aquellos que poseen un terreno, los que recibirán un terreno constituido de posesión del Estado nacional, provincial o municipal y los obtengan un crédito destinado a la adquisición de un terreno para destinarlo a la construcción contratando privadamente, se debe organizar un llamado a licitación para cada proyecto destinado a la oferta de los diferentes materiales para que esos oferentes al adquirir el derecho al a provisión se comprometan a mantener los costos de los mismos durante el plazo de construcción y cobrando sus entregas al ritmo previsto por parte del Banco Nación u otra entidad que desee participar mediante la presentación de los certificados correspondientes.
Estado o empresas que tomen a su cargo la construcción al ritmo previsto y preestablecido y las segundas a las entregas establecidas sufrirán las multas correspondientes si así no lo hicieren.
En esta propuesta dejamos para su estudio los pequeños detalles que permitan aplicarla sin errores, que no se nos aparecen como significativos, agregando como un detalle más que el Estado, ante el conocimiento posible de una oferta nacional muy inferior a la demanda agregada que se pondrá en marcha, puede financiar mediante créditos bancarios o decisiones de inversión, por ejemplo, en fábricas de ladrillos, explotación ampliada de cemento y otras de la sinnúmero que estarán interesadas en invertir un capital para la producción poseyendo desde el principio una demanda garantizada de hasta 400.000 unidades de viviendas que la requerirán, con la seguridad de la venta de su producción y además con los menores costos derivados del uso de su plena capacidad productiva.
Un ejemplo: si en un municipio cualquiera que posee terrenos para poner a disposición de la construcción de un X números de unidades viviendas de construcción standard en metraje y condiciones restantes de habilitabilidad, de dos dormitorios, cocina, baño y sala que puede involucrar 70 m2 cubiertos, calculados los materiales para darlas por terminadas, se pueden calcular precisamente los materiales necesarios, los tiempos de entrega al ritmo de la construcción, a costos sin modificaciones salvo cambios en los salarios, con 4 personas por propiedad, y otros detalles, ¿por qué no se puede generalizando esta metodología a todas las unidades prometidas, aún de aquellas que no deseando la unidad standard prefieran seguir sus propios deseos?, ¿PORQUE NO PODRIA SER LA BASE PARA LA CONSTRUCCION DE 400.000 VIVIENDAS SIN INFLACION CON AMPLIACION DEL MERCADO INTERNO, DISMINUCION DEL NIVEL DE OCUPACION Y FINALMENTE CUMPLIMIENTO EFECTIVO DEL PLAN PROPUESTO?

*Doctor en Economía, Docente de la UNR

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