jueves, 17 de mayo de 2012

¡QUEREMOS PREGUNTAR! ¡QUEREMOS PREGUNTAR! ¡QUEREMOS PREGUNTAR!


El patrón y sus preguntones
Por Dr. Rubén Visconti*

Hace unos días un numeroso grupo de periodistas algunos y otros colados para hacer número, pertenecientes a los medios de difusión televisivos, radiales y periodísticos, convocados por el nuevo líder  de las posiciones anti oficialistas, el gordito Lanatta, cada día más gordito dado que ahora come y bien, y por otra parte más soberbio y sobrador, similar a las sonrisitas del senador Morales, jujeño de la UCR, se reunieron para expresar sus reclamos basados en sus derechos a preguntar al gobierno nacional o a otros de los representantes, para estar informados, basados en los “sagrados principios“ de la libertad de expresión y de prensa.
Cuando el mencionado gordito les preguntó con respecto a que pregunta deseaban hacer al gobierno (entiéndase: a la Presidenta), todos mostraron la “pata de la sota”, demostrando que en cada pregunta iba incluida una afirmación de escasa substancia, similar a la que escriben y recitan todos los días como VERDADES ABSOLUTAS CONSAGRADAS SOLO POR ELLOS MISMOS, SIN BASAMENTO ALGUNOS EN CASI TODOS LOS CASOS.
Es decir, demostraron fehacientemente que no quieren preguntar sino JUZGAR, sin apelaciones de ninguna instancia ni naturaleza, para luego regresar a sus medios de expresión, declarando su victoria total, y al margen del resultado real de sus indagaciones. La conclusión en todos los casos sería algo así como cuando un detenido recibe la orden policial que le dice, sin réplica, MARCHE  PRESO.
Tienen tan metidas en sus cerebros y conductas las órdenes de los mandamases que ni siquiera tuvieron la inteligencia de disimular sus reales intenciones destinadas exclusivamente al complimiento de esos mandatos, que no pudieron evitar decir cuáles son sus intenciones reales destinadas a cumplir, y lo demás, perdidas sus autoestimas que tiraron al tacho de la basura, era cumplir como simples escribas y esclavos de sus mandatos.
Pero como cada afirmación debe probarse con ejemplos, tomemos uno del día 17/05/12, publicado en el diario Clarín con la pluma de Julio Black, quien fuera uno de los concurrentes a la farsa organizada por Lanatta.
Bajo el título “La vida está llena de casualidad, lo mismo que la justica federal” nos dice que el juez Lijo está apretado contra la pared conminado a sacar del medio al fiscal Rívolo que había tenido la peregrina idea de investigar, sin prisa pero sin pausa, a Amado Boudou, en el caso Ciccone.
Afirma que, hasta que  apareció una oportuna denuncia por enriquecimiento ilícito contra el mencionado Boudou, ya que la  consecuencia fue que Lijo decidió unir ambas causas lo que le permitió eliminar a Ribolo. Lo que no dice el mentiroso de Blanck es que la nueva acusación partió del mismo sector de la primera, es decir de la terrible oposición, con lo cual si esas fueron las consecuencias la culpa la tienen los del mismo sector de Blanck que no advirtieron que metían la pata.
Y porqué el juez Lijo se encontraría contra la pared, EXCLUSIVAMENTE PORQUE LO AFIRMA EL MENTIROSO BLANCK INVENTANDO UNA INCOMODIDAD QUE EL JUEZ NO TIENE.
¿De donde saca Blanck que el Juez se encontraba contra la pared por el tema Ríbolo? De su propia, exclusiva y torcida opinión, de un supuesto totalmente arbitrario mediante el cual no pregunta sino que Juzga con total parcialidad el estado anímico del Juez. Otra MENTIRA.
Luego sigue inventando. El juez Rafecas fue sacado de circulación debido a que allanó el departamento alquilado de Boudou, cuando es totalmente falsa esa afirmación ya que el juez Rafecas fue sacado de la causa debido a que por una imprudencia no explicada permitió que al allanamiento concurriera un numeroso  grupo periodistas y fotógrafos de Clarín, algunos apostados desde la noche anterior, y esto en un tema que era secreto de la causa, y además, comprometió opinión con un “amigo” y para más, posiblemente por la única razón que un hombre, todos los hombres, nos ponemos pavos frente a  una mujer, periodista o no, que nos mira con ojos atentos y hasta dulces, nos muestra su sonrisa y quizás también muestra un poco de sus rodillas, y caemos en la tentación de felicitarla por su entrevista en la cual le comentó tres alternativas para enfrentar la posible solución.
Claro que Rafecas perdió la titularidad, pero no por las “oscuras razones” que insinúa Blanck sino un poco por boquiabierto y otro por hombre tonto. Cometidas esas dos imprudencias no podía, de acuerdo totalmente con las normas legales, seguir siendo el juez del caso.
Luego, pone en boca del juez Lijo, las siguientes palabras: “que no veía otro camino que es el de sacar al fiscal Ribolo del caso aunque ello le valiera una condena segura de la opinión pública y, además que por su congoja dejó plantados a sus amigos en la platea de Boca”.
La conclusión de Blanck basada en esos inventos arbitrarios, falsos, irrelevantes, prejuiciosos y ofensivos para el juez Lijo, lejos de demostrar su respeto ante la ley y los jueces, pone de manifiesto hasta qué extremos están dispuestos a llegar estos supuestos PREGUNTONES que dictan sentencias antes de que la justicia se exprese, y cuando así lo hace, será una justicia proba o coimeada por el poder oficial según sentencia a favor o en contra de los espurios intereses que desde las sombras dirigen a esos conjuntos de escribas, parlancheros o televisivos, como si fueran simples títeres, que no resistirían responder por sus conductas y opiniones ante un tribunal imparcial adherido a la verdad de todas las afirmaciones.
Para avalar la posible conducta del fiscal Ribolo debemos recordar que La Nación, el diario socio de Clarín, además del crimen cometido junto con la dictadura militar en el caso de Papel Prensa, le dedicó al fiscal Ríbolo media página, sí, media página, cuando, elegido fiscal de la causa Ciccone, regresó al País para abocarse a la misma, poniendo de relieve su condición de ex-deportista en su condición de futbolista y rugbier, que seguramente mordería con todas sus ganas para probar la culpabilidad de Boudou.
“Dime con quién andas y te diré quién eres” dice un sabio refrán, a lo que agregamos finalmente que debe aceptar el derecho a preguntar pero no a juzgar, mentir, macanear, como lo acabamos de demostrar en los párrafos anteriores.

*Doctor en economía, Docente de la UNR, Miembro del CEP

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