Hemos definido el concepto de la que denominamos “Economía Mixta”, como
aquella que funciona con un acuerdo tácito basado en un “equilibrio” inestable
y, por lo tanto lábil y por lo tanto cambiante, establecido entre el poder
político gobernante y el poder del sector dominante de la economía.
Recordamos, además, que las sociedades humanas llegaron a esta economía
mixta recién en el siglo XX, por lo cual durante algunos años el funcionamiento de las economías
nacionales, no todas por supuesto pero si varias e importantes, se desarrolló
bajo el lema de “economía del bienestar”, es decir, una economía en crecimiento
mediante el cual pasó a conformar un mejor nivel de distribución de la riqueza entre
los dos sectores sociales enfrentados, los trabajadores y los empresarios para
decirlo brevemente en una síntesis que en realidad requiere ser analizada en
mayor profundidad.
A esta economía mixta se arribó a partir de la economía liberal pura que
había funcionado durante casi los dos siglos precedentes, cuyo funcionamiento
se basaba en un proceso de acumulación en favor de un solo sector, el
empresario, en realidad para los empresarios dominantes del mercado mediante su
poder monopólico u oligopólico, es decir, en lo que podríamos definir como un
proceso de distribución anti “bienestar” que significó la existencia de un
grado de explotación elevadísimo del grupo oponente, los trabajadores, sin
horarios ni edades límites, sin resguardo de su salud, sin descansos, casi
podríamos afirmar como esclavos totales.
Durante el lapso de funcionamiento de la economía liberal pura algunos
países accedieron a una economía totalmente opuesta a la liberal pura
denominada colectivista que, pasando todas las propiedades de los bienes de
producción y cambio a manos del poder político, pretendió establecer un sistema
económico mediante el cual todos los mecanismos de distribución de la riqueza
pasaron a manos de este último poder cuyos resultados se dieron por fracasados
a mediados del año 89 del siglo XX, inculpando ese fracaso a causales múltiples
que aún siguen en análisis.
Alrededor de 1980 reapareció un intento aún vigente en muchos países como
es posible observar mediante las medidas que están utilizando para solucionar
la crisis muy intensa que están sufriendo, medidas todas orientadas a facilitar
el proceso de acumulación anterior a la mencionada economía del bienestar, lo que
sintéticamente significa lo que se denomina Ajuste, intentando el regreso
rechazado por amplios movimientos populares en varios países con reclamos totalmente adversos a ese ajuste
al cual identifican como el causante de la crisis que supuestamente pretenden
resolver con políticas similares a la pretensión de querer apagar un fuego
echando nafta para apagarlo.
Entre esos países y con pretensiones
de liderazgo, se encuentra el poder político que hoy gobierna en el país a cuyo
funcionamiento y posibilidades nos referiremos a continuación.
Durante todo el siglo pasado nuestra economía, sobre todo a partir de 1916
año en que se estableció el sufragio
universal, comenzó a funcionar, con algunos antecedentes referido a las primera
leyes aplicadas dentro del concepto de legislación laboral, una economía mixta,
con un gobierno que nacionalizó YPF y fue adoptando otras medidas destinadas a
mejorar la distribución del ingreso, seguido a continuación por diez años de la
llamada Década Infame luego del golpe militar del año 30, y posteriormente con
el primer gobierno peronista que aplicó una política a la que podemos señalar
como keynesiana y también como la práctica de la economía mixta que, debido al apoyo
popular, pasó a una mucho mejor distribución del ingreso, con desempleo cuasi
nulo, aún cuando respetara el funcionamiento del mercado liberal y las
propiedades privadas, pese a lo cual a todas sus expresiones les puso algún
límite como, por ejemplo, la congelación de los alquileres. Como no es el objetivo
de este trabajo el de realizar un análisis exhaustivo del funcionamiento de la
economía mixta de aquellos tiempos, destacamos, no obstante el éxito en general
que obtuvo esa economía mixta, también con dificultades por la oposición de los sectores dominantes, contra los cuales
se desenvolvió, por ejemplo, con el control del comercio exterior y la
nacionalización de la banca, entre
otras.
Todos los gobiernos posteriores hasta el actual, para referirnos solamente
a los gobiernos surgidos de actos electorales, todos siguieron funcionando
sujetos a las limitaciones y posibilidades de la economía mixta, hasta que la
dictadura militar del 76 nos regresó con violencia y crímenes, a la economía
liberal cuasi pura, con la que coincidió luego el gobierno de Menem y De la Rúa
con todas las consecuencias que nos llevó al desastre del 2001.
Finalmente, arribamos al gobierno actual, el que enfrenta al comienzo de su
tercer mandato, algunas dificultades en el comercio externo y según lo ha
manifestado realizará en el lapso hasta el 2015, la aplicación de medidas de
sintonía fina que deben ser interpretadas todas ellas destinadas a incrementar
el proceso de mayor igualdad, mejor participación en el producto de la riqueza
nacional y, en fin, una Argentina que brinde a todos los ciudadanos las
posibilidades de acceder a un destino mejor, con mejor educación, con mayor
salud y con mejor y mayor felicidad.
Si esos son los propósitos y nadie puede dudar de ello a poco que echando una mirada sobre sí mismo,
sus hijos y su ambiente, no puede dejar de reconocer que esa sintonía fina
estará orientada a continuar los objetivos ya logrados.
Pero, dentro de los alcances de posibilidades que le brinda la economía
mixta dentro de la cual siguen funcionando todos los sectores nacionales e
internacionales del poder económico que, como lo demuestran sus socios que mal
informan todos los días a la ciudadanía, y los propietarios de la Sociedad
Rural que asaltan legislaturas provinciales para impedir que diputados y
senadores ejerzan sus derechos constitucionales a votar según sus legítima
opiniones, y los juegos sucios destinados a tratar de obtener una devaluación
y, fundamentalmente, que generen una permanente inflación destinada
exclusivamente a seguir ganando sumas fabulosas venciendo totalmente en la puja
por la distribución de la riqueza, y que se niegan a invertir manteniendo la
oferta por debajo de las exigencias de la demanda, sintetizando, esos sectores
del poder monopólico y oligopolio entre los cuales debemos agregar que poseen
el monopolio del dinero, nos debemos preguntar para decidir qué hacer, ¿PODRÁ
EL GOBIERNO NACIONAL SEGUIR REALIZANDO ESA QUE DENOMINA SINTONIA FINA? ¿LO
DEJARAN?
Nosotros afirmamos que estos años que restan, aún confiando en que la
inteligencia de nuestro pueblo permitirá su continuación luego del 2015, serán
difíciles y complejos, basados prioritariamente en los resultados del comercio
internacional que deberá superar la crisis de otros países todos los cuales
realizarán políticas del “sálvese quien pueda”, crisis aprovechada por los
sectores extranjeros de nuestra economía que tratan de seguir con sus remesas
de utilidades a sus casas matrices, defendiéndose permanentemente con la
inflación, y con todas las medidas imaginables y también inimaginables,
destinadas todas ellas a defender sus
ingresos, sus propiedades, sus remesas, sus aumentos de precios, sus decisiones
de escasa inversión, sus políticas de menores ofertas ante demandas crecientes,
y, etc., etc.; todo lo que esté a su alcance para recuperar sus posiciones de
privilegio anteriores, regresando si fuera posible a los años 90, para lo cual
cuentan además con el hoy fallido pero no muerto Grupo A que aún respira y sueña; todos
adversarios poderosísimos que fundan su accionar en que solo han perdido una
pequeña batalla pero no la guerra en la cual persistirán y persistirán sin
respiro.
Todos los que están y estamos de acuerdo, aún cuando desde nuestros punto de vista y pensamientos personales podemos desear más y más, mayor ritmo, por lo cual deberemos señalar nuestras críticas para servir como abogados del diablo, vigilantes críticos pero leales, convencidos que este gobierno funciona bajo una régimen de economía mixta por lo cual tiene y tendrá dificultades y oposiciones tremendas que afrontar a menos que algunos pretendan regresar al liberalismo puro de los 90 (¡horror!) o avanzar hacia una economía colectivista que hasta ahora solo tiene para exhibir a su favor su total fracaso.
Todos los que están y estamos de acuerdo, aún cuando desde nuestros punto de vista y pensamientos personales podemos desear más y más, mayor ritmo, por lo cual deberemos señalar nuestras críticas para servir como abogados del diablo, vigilantes críticos pero leales, convencidos que este gobierno funciona bajo una régimen de economía mixta por lo cual tiene y tendrá dificultades y oposiciones tremendas que afrontar a menos que algunos pretendan regresar al liberalismo puro de los 90 (¡horror!) o avanzar hacia una economía colectivista que hasta ahora solo tiene para exhibir a su favor su total fracaso.
Una cosa nos debe quedar en claro: las posibilidades de avance a una sociedad más igualitaria y justa y por lo
tanto más democrática, sintéticamente, hacia un mundo un poco más feliz,
depende fundamentalmente de la opinión pública, del apoyo no incondicional y
por lo tanto crítico de esa opinión, defendiéndose de los agoreros y mentirosos
que buscan solamente detener el avance para recuperar la totalidad de sus
privilegios.
Participar, con apoyos y críticas, pero siempre PARTICIPAR, participando
siempre apoyaremos lo correcto, en la participación se aprende a distinguir la verdad de la
mentira, lo correcto de lo incorrecto, identificar a los falsos pronosticadores
de terremotos destinados a la recuperación de sus intereses, es decir, de LOS BUENOS
Y LOS MALOS.
*Doctor en economía, Docente de la UNR, Miembro del CEP
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