Recientemente
se han incorporado al análisis público de la desigualdad las existentes
al interior del universo de las personas ocupadas. Al analizar la
información cuantitativa de los últimos datos publicados (3er trimestre
2010) sobre esta dimensión de lo social, surgen datos llamativos que dan
cuenta de la situación distributiva en nuestras provincias.
Como la desigualdad es tema de agenda pública, es importante
determinar qué estructura productiva llevará a los argentinos a un
escenario de mayor igualdad. ¿Habrá mayor igualdad reindustrializando el
país? ¿Habrá mayor igualdad aprovechando el viento de cola externo del
alto nivel de los precios de los alimentos? Más industria y más agro
podrían requerir políticas públicas contradictorias. A modo de ejemplo:
bajar la protección a la industria podría abrir mercados al agro, dicen
algunos. Otros decimos que sólo con la voluntad política de generar
empleos para toda la población adulta a través de la reindustrialización
se crearon escenarios compatibles para ambas actividades. En cambio, si
volviera a primar la voluntad política de que nuestro país se adapte
nuevamente (y pasivamente, claro) a la división internacional del
trabajo, especializándose en las actividades con ventajas comparativas
estáticas, no sólo que no habrá empleos para todos, sino que entre los
ocupados se profundizará la desigualdad. Veamos algunas conclusiones que
se pueden observar en el cuadro adjunto.
OCUPADOS REMUNERADOS
Esta primera foto deja muy mal parada a la provincia de Santa Fe.
Los niveles del Coeficiente de Gini (0,402) superan allí a los del resto
de las provincias pampeanas. Y no sólo es la peor de todas las
provincias de la región pampeana, sino que también muestra peores
resultados, en cuanto a la distribución del ingreso dentro del universo
de los ocupados, que provincias supuestamente más “atrasadas”, como
Formosa (0,397), La Rioja (0,382) y Santiago del Estero (0,369).
Los extremos son Tierra del Fuego, con el nivel más bajo de este
indicador (0,313), y Corrientes, que sería la más desigual al analizar
los ingresos del universo de la población ocupada. ¿La estructura
económica de las provincias tendrá algo que ver con esto?
Esta primera impresión a partir de un indicador “muy agregado” como
el Gini no deja de ser sorprendente por lo que se presupone de una
provincia rica como Santa Fe. Busquemos alguna posible pista sobre estos
pobres resultados de la provincia en cuanto a la distribución del
ingreso entre los asalariados. Vamos a analizar los ingresos según la
calificación de la población ocupada.
El cuadro (ver aparte) permite echar un poco más de luz sobre las
causas de la “sorpresiva” desigualdad en la población ocupada en la
provincia de Santa Fe. En efecto, al considerar los niveles de ingresos
del total de ocupados, de los técnicos y de los no calificados, podemos
detectar dónde se verifica la causa de la sorpresa. El problema de la
provincia no está en las desigualdades entre el total de ocupados y los
técnicos (1,20). Es más, en esta comparación sale bien parada respecto
de las demás provincias. Es que los que más ganan en Santa Fe no ganan
tanto. En cambio comienzan los problemas al considerar a la población
ocupada no calificada. Al comparar los ingresos de este sector con los
técnicos se verifica un alto nivel de desigualdad (2,61), sólo superada
por la provincia de La Pampa (2,73). Y el principal problema de
desigualdad en la provincia aparece al comparar los ingresos del total
con los ingresos de los no calificados (2,17), donde la provincia vuelve
no sólo a ser la peor de la zona pampeana, sino que ahora pasa a ser
“la peor de todas”, con niveles de desigualdad superiores a Corrientes
(2,00). Es que los que menos ganan en Santa Fe sí ganan poco.
En el caso de que las autoridades santafesinas realmente estén
preocupadas, y especialmente ocupadas, en resolver este problema,
deberían focalizar sus mayores esfuerzos en aumentar los ingresos de los
no calificados y no tanto en seguir la agenda de sus productores
agropecuarios. Los datos muestran que estructuras productivas más
homogéneas como las de Tierra del Fuego generan escenarios de mayor
igualdad que otras más heterogéneas como las de Santa Fe. En este
sentido, sería recomendable que el Ejecutivo santafesino si quiere
mejorar la desigualdad de su provincia se “ocupe” de generar muchas
“Rafaelas” en su territorio, y no tanta soja, para que su estructura
productiva demande más empleos calificados con mayores ingresos
* Director del Ciged-Unsam.
Publicado en Página12
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