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Por
Muhammad
Suarez *
Las
manifestaciones en Brasil continúan. Ahora
con más dificultad para justificarlas, pero aún así, continúan. Por
los noticieros podemos ver a una joven decir “Queremos la igualdad de derechos
para los homosexuales!!!” Otro dice, “Ahora queremos que se deje de invertir en
el mundial de fútbol!!!”. Un “organizador” twitea: “Hoy marchamos para festejar
que el costo del bus volvió al valor original”. Pero mientras intentan
violentar el palacio legislativo en Brasilia. Tal como ocurrió en Buenos Aires
con los “indignados” de la ciudad Capital de Argentina que intentaron destruir
el congreso de la Nación.
Pero
todo esto, que parece un noticiero de Medio Oriente, España o Grecia, en
realidad está ocurriendo en el verdadero corazón económico de UNASUR.
Y
por supuesto esto no es casualidad.
Como
sabemos la realidad de Grecia o España no tiene nada que ver con la de Brasil,
y mucho menos la de Palestina, Libia, Irak o Afganistán.
Sin
embargo, si tiene una relación directa.
Y
esa relación es la disputa geopolítica global.
Claro
que muchos compañeros/as de aquí y de allá me dirán, “que exagerado!” “si solo
están reclamado porque el bus es muy caro”!.
Pero
siendo un poco analíticos, cosa que aún nos falta como sociedad nueva
latinoamericana, podemos ver claramente que esto se enmarca dentro del programa
tanto del grupo Biderberg como de EE.UU, la OTAN y la propia UE.
Y
por supuesto tiene relación con el surgimiento tanto de UNASUR como potencia
regional, como de los BRICS como nueva potencia global.
Por
supuesto que la inmensa mayoría de los jóvenes que se manifiestan en Brasil no
son enviados ni por la CIA ni por el MOSSAD, ni por el MI6.
Así
como está claro que tampoco ven que su manifestación es más útil a EE.UU y la
UE que a sus propios intereses.
Pero
justamente esa es la táctica que hoy emplean las potencias que ven día a día
perder su influencia y poder a nivel global.
Para
justificar esto propongo hacer un breve reconto de algunas situaciones que,
aunque sean diferentes situaciones y contextos, están relacionadas
directamente.
Primero
podémos enmarcar los acontecimientos en la debacle económica que sufre el norte
a partir de la decisión del sr. Bush hijo en 2002 de iniciar una guerra sin
fin, a la que se sumaron los europeos.
En
ese marco vemos que los principales guerreristas son los más perjudicados
económicamente.
EE.UU.,
Francia, España, Inglaterra.
Empecemos
por Inglaterra.
Ellos
acompañaron con armas, militares y dinero las invasiones a Afganistán, Irak,
Sudán y Libia.
Pero
además tienen un gran déficit de la balanza comercial que genero pobreza y
desempleo.
Por
otro lado están lidiando con el reclamo por Malvinas, que ya es un reclamo
global, y con los intentos independentistas de Irlanda. Entre los problemas
principales.
Por
otro lado tenemos a España que además de la desastrosa administración del PP,
con 27 % de desocupados, fue perdiendo dinero y negocios en latinoamerica de
forma terminal.
Y
para colmo la UE decidió no darle más euros gratis, y por el contrario comenzó
a cobrarse, y de la peor manera, las deudas.
Francia
no está en mejores condiciones. Con un gobierno socialista que como primera
medida invadió Malí, además de haber liderado la invasión a Libia. Con una
creciente desocupación y la pobreza rodeando Paris como telón de fondo.
Que
decir de EE.UU., que además de liderar las guerras en Afganistan, Irak, Libia,
y las guerras encubiertas en Sudán, Yemen, Pakistán y Siria, tiene que lidiar
con millones de nuevos pobres indigentes fronteras adentro. Y un empresariado
financiero que quitó definitivamente el poder a los políticos.
Ahora
en este contexto podemos ver que: La guerra en Afganistán ya está perdida.
El
gobierno de Irak, puesto por las potencias occidentales, decidió ser
independiente, por lo que hoy estamos viendo que vuelven los atentados como
medida de fuerza de la OTAN en ese país.
Libia
está controlada por fanáticos que mal entienden la Yihad. Otro fracaso y
altamente costo para Francia y la OTAN.
Las
petromonarquías de la península arábiga están en la cuerda floja con presión
sobre los monarcas, sultanes y otros titulares en Arabia Saudí, Yemen, Qatar,
Bahrein y Jordania.
Y
por último los intentos de doblegar a Irán resultaron un tiro por la culata, ya
que el país persa creció en influencia enormemente en Asia y América Latina.
Con
este panorama nos encontramos que la última gran apuesta de Occidente era
Siria.
Donde
están invirtiendo millones de euros y dólares, y hasta sacrificaron al gran
aliado, Turquía, en esa batalla.
Pero
en ese negocio se encontraron con la piedra menos esperada.
Rusia
decidió, con el regreso de Putin al poder, poner fin a la sangría desatada por
occidente. Y a Rusia se sumo China quien tampoco acepto el jueguito del Consejo
de Seguridad para sancionar e invadir Siria.
Y
como frutilla del postre India se plegó a las propuestas rusas para Siria.
Esta
situación nos muestra dos cosas importantes para el análisis.
Primero
que la parte más importante de los BRICS, Rusia, China e India, son quienes
pusieron la barrera a los robos y genocidios occidentales en Medio Oriente.
Por
lo tanto para la OTAN su enemigo son los BRICS.
Brasil
es parte de los BRICS, por lo tanto un blanco de las potencias occidentales.
Por
otro lado los imperios occidentales se quedaron sin nada para saquear en Medio
Oriente y Asia. Por lo que queda para saquear es África, que poco le queda, y
América Latina. Región donde se concentran las principales riquezas naturales
del planeta.
Nuestra
región ya fue saqueada tanto por Europa como por EE.UU., innumerables veces,
como todos sabemos.
La
diferencia es que hoy la región esta más organizada.
En
10 años vimos como visionarios como Chávez, Kirchner, Lula, Evo, Correa, Daniel
Ortega, Raul y Fidel Castro, Dilma, Cristina, Zelaya. Lograron construír una
región más fuerte a los embates tradicionales del norte.
En
este contexto se reeditó MERCOSUR, se crearon el ALBA, UNASUR y CELAC.
Lo
que nos permitió soportar la debacle económica, pero también algunos intentos
de golpe como es el caso de Bolivia y Ecuador.
Claro
que Paraguay y Honduras no corrieron la misma suerte. Pero eso será tema de
otro análisis.
Lo
cierto es que todo obligó a los enemigos de la patria a replantearse
también sus nuevas tácticas.
Y
en ese contexto vemos que EE.UU. crea en 2012 la “Alianza del Pacífico”,
integrada por los tradicionales amigos incondicionales como es México,
Colombia, Perú y Chile.
Si
bien esta unión no ha generado nada concreto, goza de una amplia difusión y
propaganda de CNN, RCTV, Globovisión, O Globo, El Mercurio y otros de Europa y
EE.UU.
Pero
además de esta iniciativa se crearon importantes nuevas bases militares en Honduras,
Colombia, Costa Rica, Paraguay y Chile.
Y
como tercera pata de esa estrategia se orquesta una rara unión entre todos los
grupos reaccionarios de los países incentivados desde los medios de
comunicación.
Y
los resultados de la tercera pata, hoy los podemos ver en Brasil. Pero también
los vimos en Ecuador, Bolivia, Honduras, Guatemala, Panamá, Venezuela,
Argentina, Paraguay y hasta Uruguay.
Ahora,
y volviendo al punto de inicio de este análisis, las conclusiones a las que
podemos llegar son que: Tanto EE.UU. como la UE pierden influencia, liderazgo y
recursos en Medio Oriente y Asia.
Y
como contraparte se hacen cada vez más fuertes Rusia, China (técnicamente
primera economía mundial y poseedora del mayor ejercito del mundo), India,
Irán, Brasil, y organismos como la MNOAL, BRICS, UNASUR y CELAC.
En
este contexto a las potencias imperialistas, colonialistas del norte le quedan
dos opciones.
Una
es adaptarse a vivir de sus propios recursos y trabajo, cosa improbable ya que
no lo han hecho en siglos. O buscar a quien saquear en otra parte.
Esta
segunda opción parece la obvia. Y en efecto lo es.
Para
eso es la Alianza del Pacifico, para eso son las bases militares, para eso es
la desestabilización de los países fuertes como Brasil, Argentina y Venezuela.
Ahora,
y teniendo en cuenta que todo lo acá expuesto es un análisis basándome en los
hechos, puedo afirmar que lo que ocurre en Brasil no es por 20 centavos y
nisiquiera por el valor de la remodelación del Maracaná.
Lo
que ocurre en Brasil es otro paso más en el camino de la desestabilización de
la región por parte de los mismos imperios anacrónicos con sus lacayos locales,
también de siempre.
Por
eso, y para finalizar, creo que no solo hay que observar con atención lo que
ocurre Brasil, sino que también hay que debatirlo, analizarlo, y sobretodo
entender que la frase, “Si tocan a uno nos tocan a todos”, también aplica en
este caso.
Y
cada uno deberá ver, también, hasta donde está dispuesto a ir en pos del bien
de todos nosotros.
Es
una humilde opinión al calor de los acontecimientos.
*El
Calafate - Patagonia
Argentina.
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