jueves, 17 de enero de 2013

LA ECUMENE DESPIERTA, EN GENERALIFE, EN ALBIÓN, EN UR, O EL URUGUAY



Imagen site.informadorpublico.com

Por Gustavo Daniel Barrios*

               Muchísima gente debe estar tratando de resolver de qué modo el mundo puede trascender la distopía, o la sociedad distópica como orden monolítico, o que nunca se iba a poder irrespetar, ni aunque aparecieran un millón de Houdinis diseminados  en las instituciones seglares de todos los países. La distopía, planteada más bien literariamente, sería el antónimo de utopía, y aunque no lo leí lo sé, esto estaría puntualmente mostrado en 1984, de George Orwell: la supresión indefinida de toda libertad en regímenes totalitarios de modelos futuristas, en donde el televisor de cada hogar es un aparato por medio del cual el Estado totalitario espía y controla a los ciudadanos, sin que estos puedan escapar o alterar las cosas.
               Toda esta reflexión empezó en mí, por el especial interés que suscitó la Fragata Libertad en su vuelta al país. Entrando al tema por lo más terrenal, se vio claramente qué bello es este buque de fabricación nacional. Las Fragatas en sus orígenes, nacen sin motores claro. Eran los mástiles de proa a popa y su velamen los soportes únicos de su propulsión eólica, como todos los demás a velas, bergantín y otros muchos. Así que en las fragatas era y es el mástil mayor, la mesana, y trinquete más bauprés. Esta fragata moderna como la Sarmiento y otras, llevan motores a explosión. La anclada en Mar del Plata tiene dos de 1200 hp. A motor, todo esto es muy interesante, puede dar una velocidad crucero de 13 nudos. Un nudo es la distancia de una milla náutica -1852 metros-, en una hora. Entonces 13 nudos le hace al barco recorrer 24,76 km en una hora. Pero además la fragata Libertad ostenta un récord mundial de tiempo para buques de tres mástiles, en cruce del Atlántico, que marcó en 1966. En ese cruce desarrolló  con todas sus velas desplegadas hasta 18 nudos de velocidad, que equivalió obvio, a 33,33 kilómetros por hora.
               Cuando se difundió mucho esta información la tarde del arribo, se dijo que la fragata Libertad dio al menos 33 vueltas al mundo, y visitó más de 60 países, y amarró en más de 500 puertos. La hoy buque museo Sarmiento, mejoró a su vez estos periplos del actual buque escuela, e insignia. A partir de esto fue que se me presenta la idea ociosa quizás, como suelen ser las ideas al momento de nacer, de “Embajador Itinerante”, natural e inopinada facultad que los barcos escuela renuevan cada vez que zarpan de aquí para hacer sus escalas. Porque millones de personas de muchos países visitan los amarraderos de los puertos en donde estos barcos anclan, para contemplarlos. Y pensé, todo capitán, se comunica con el cónsul connacional cuando la ciudad puerto lo tiene, y lo debe hacer en ocasiones con otras autoridades, como alcaldes, con trato distendido en tanto es un buque de instrucción.
               Digo todo esto de “Embajador Itinerante”, por el sano interés que uno tiene por que estos enormes conjuntos patrimoniales de la nación, como son fragatas rompehielos vehículos de tierra y anfibios, etc, un día queden de modo estable empeñados en aras de algo mejor que el fatídico suceso de destrucción masivo que es toda guerra, en el sentido de preparar estos conjuntos y la organización de los recursos humanos de las tres fuerzas, para que sean orientados a la construcción de espacios de integración. Y la realidad de los Cascos Azules,  la realidad de la campaña del ejército en Haití, para la reconstrucción de un país devastado por un terremoto, acaecido sobre la preexistente devastación de la paupérrima condición socio-económica estructural de los haitianos, así lo declara. Allí está el ejército. Un Haití que sufre una réplica indefinible de venganza desatada por el odio inmanente de los países coyuntados, una especie de ósmosis inficionante que exuda la ponzoña a las partes civilizadas y longánimas de las urbes, porque Haití redactó, así esmirriado como es, una de las primeras Declaraciones de Independencia en los 5 continentes, y la redactó con el espíritu de concebirse una nación negra, a la vuelta de la esquina del esclavismo en lenguaje francés, casi sin solución de continuidad.
               Toda la vocación de servicio y la ingeniería militar actual, volviendo al aspecto anterior, en rescatar y en reestablecer puentes de vida y en salvar, halla su mejor expresión posible o razón de ser de las fuerzas armadas.
               A todo esto sigue siendo evidente que La NATO, va a continuar con su predisposición refleja a responder con guerras, porque los altos mandos militares rusos –fuera de aquella-, norteamericanos, británicos y franceses, son de estructura mental e idiosincrasia prepotente y mafiosa. La NATO es prepotente y mafiosa, y no sólo David Cameron es violento. Pero un dato fundamental: En 1839 estalló la Guerra del Opio, entre China e Inglaterra. Un día, el emperador comprende, desde su propia adicción, que Inglaterra, la productora del opio, les había destruido una generación de chinos. El opio lo producían los ingleses en la India que dominaran hasta Gandhi. El abogado y líder político Mohandas Gandhi pasó 20 años en Johannesburgo defendiendo a sus compatriotas indios desde su estudio jurídico, y en el año de 1894 fundó el Congreso Indio Sudafricano, inaugurando las prácticas de desobediencia civil y pacífica que muchos años después, por haber sido compañero de estudios de los líderes del CIS en los 40, Ismail Meer y J N Singh, Nelson Mandela presencia el efecto profundo de la desobediencia civil pacífica, queda conmovido y en 1946, decide implementar estas prácticas desde su Liga Juvenil del CNA, que seguiría el legado de Mohandas de manera brillante. Volviendo al punto, pues, Inglaterra introdujo el opio en China, y esta droga no es precisamente el cannabis. Por medio de narcotraficantes ingleses, se dirigía a miles de dilers chinos. Y así fue que con esta droga se destruyó la psiquis del imperio chino, literalmente. El emperador ordenó la prohibición del tráfico, e Inglaterra, en veloz respuesta gritó: Derechos Adquiridos, ustedes no tienen por qué prohibir el tráfico de opio. El emperador luego ordenó la pronta ejecución de cientos de dilers, e Inglaterra volvió a gritar: Derechos Adquiridos, ustedes no tienen por qué prohibir el tráfico de opio. Y acto seguido le declaró la guerra a China. Con su superioridad naval empezó a despedazar las costas del imperio amarillo. La guerra paró en 1842, pero en los siguientes 40 años, en libras esterlinas, el país británico acaparó el valor de 1000 millones de dólares anuales actuales, en el tráfico que siguió afectando a China. Con el dinero de la muerte psíquica del imperio, Inglaterra, en tiempos victorianos, pasa al rango de superpotencia económica. Esta es la violencia de difícil catalogación, que hace de La NATO un grupo inestable. Son esos fundamentos de violencia. Asimismo el equilibrio todo buen observador lo mantiene, y celebro que en el Reino Unido haya gente de verdad conocedora del paño en que viven, y que está trabajando en una gesta llamada Jubilee Debt Campaign (campaña por el jubileo de la deuda). Allí ellos son conscientes, de que ellos mismos podrían caer en manos de aves de rapiña, y recordarán seguramente, pienso, que tuvieron épocas en que las islas británicas fueron más pobres, o muchísimo más pobres, que los territorios del hambre en África Central, cuando lo hubo en abundancia si se soporta el oxímoron. Esto de verdad ocurrió. Así que por todo ello este colectivo inglés saludó al pueblo argentino por su victoria sobre los fondos buitres, y el retorno del velero.
               Por fortuna  Brasil ha puesto su voz en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y si permaneciera, que no a mitigar la fiebre belicista de aquellos tal vez, pero sí a ennoblecer el nivel de discusión de ese grupo, este Brasil de Antonio Patriota mucho va a colaborar. Nadie es iluso de todos modos, como para pensar que se diluyen fácilmente las hipótesis beligerantes, en razón de que por ejemplo además de la coalición del Atlántico Norte, Corea del Norte en faz militar, también es impredecible y posee armas terribles. Por eso más oportunamente que nunca, este mundo digamos no alineado, que Argentina integra, debe esmerarse hoy en establecer las bases de un militarismo netamente humanitario, con Finlandia, con Angola, con Grecia, con Perú, y tantas naciones del mundo. ¿A quién se le puede ocurrir agregar calor a una ecumene jaqueada por los señores del despropósito y el exceso, la ira, las doctrinas distópicas, y el deterioro de todos los standards?
               Y vuelvo a la fragata, que como todos los buques de la marina, lleva una preposición, un prefijo, que es la sigla ARA (Armada de la República Argentina). El misterio de las casualidades le ha dado este sonido sugerente a los buques de la marina nacional, este prefijo que es ARA. Y en latín ara es una de las dos formas de la palabra altar, y ara es en latín la piedra ceremonial del mismo altar, sagrada. Es decir, ara es altar y piedra ceremonial del altar. ARA Sarmiento, ARA Libertad, siempre el prefijo denotando algo, y esto me traslada a la idea de una consigna críptica para esta flota, labrada por el destino, que tal vez sea navegar hasta ese lugar, en donde existe un mundo de mayor nobleza, probablemente un mundo feliz.
               Así que esto de la vida nacional, también probablemente sea navegar hasta disolver y suprimir los dogmas de los autores locales del caos.

               Hay un partido en el país, que hoy omito nombrar, y cuyas ramificaciones cismáticas dieron en un abanico de sellos, que sorprende y además preocupa. Resulta muy visible, es decir se nota con demasía, el interior acuerdo de ese partido político, por dilapidar su integridad moral por otra parte hoy con muchas dudas apenas supuesta, hasta la última gota en reserva, sin cuidar del posible perjuicio en lo mediato para ellos dentro de la vida política nacional y por esto mismo. Decidieron lanzarse, autoimpulsados y lanzados, a defender las metas del tejido ultraconservador, de base unitaria, por hacer un bosquejo modestísimo. Si yo pasare revista además, de sus votos en ambas cámaras en el último período y medio gubernamental, me vería impelido a realizar un análisis más avanzado, si uno ahí ve al igual que todo el oficialismo ve, la tozudez de mantener la volición por intentar empujar al vacío, o provocar la caída del país, denso encuadre que hoy me apartaría de la línea precisa, y tal vez me lo imponga a mí mismo  hacer a mitad de año. De todos modos en grandes encuadres sí lo haré ahora por necesidad. El programa de ellos fue: Desplome, por bloqueo del  ascenso económico, del país, y retorno al pasado; Claudicación y genuflexión del país, a los aliados imprecisables de esta particular progenie en el exterior, pero de doctrina Friedman pandémica; retorno irremontable de la Argentina al tercer mundo;  e impedir a cualquier precio, la aplicación del artículo 161 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en razón de que –la entera aplicación de esta ley- supone –y sería realmente- la antesala de un reacomodamiento interno que se produciría al desmonopolizar y en el término de pocos años, y que aseguraría la preservación de los habitantes nativos y naturalizados de este suelo, por asegurar su pureza de ánimo y liberación de toda sujeción subliminal, o unívoca imposición del desaliento, y por evitar el sucumbir a perpetuidad en las garras de la cadena del desánimo, que se trata de mantener para que nunca pueda brotar la semilla de lo que sea el sujeto de discernimiento, y además la libertad y la igualdad ad infinitum.
               Todos sabemos, que la proyección en pocos años, no de inmediato, de la entera aplicación de la Ley de Medios, va a derivar, en la eliminación como tales, de las élites dominantes en uso de extensores y flexores que aun manejan, por la precariedad del sistema que esa Ley podría trascender justamente; extensores y flexores que aquellos usan a discreción para trastornar y mantenerse vigentes en el poder. Conocen por ende, en las filas de esta oposición intratable, del poder intrínseco que guarda, por alguna imponderable virtud, la Ley de Medios tal y como se la promulgó, y aguarda así completamente manifestarse. Por esta razón el esfuerzo y la inmolación pública de su desespero. Esto lo digita el multimedios, básicamente, y lo obedece a rajatabla el partido malogrado, cuyos adherentes y dirigentes según mi parecer, han perdido las ganas de vivir. Inmolarse es no querer más vivir. Esto es pura lógica, y la sociedad atestigua estas cosas. Nadie puede confundirse, y todo el que se niegue a mentir o desfigurar la realidad, deberá reconocer, simplemente, y lo digo con humildad de montañés, o fantasía de montañés, que lo bueno, y la verdadera seguridad, más que nada espiritual, reside del lado de los Gobiernos de Unasur, coincidentes en la liberación desde la perspectiva de la democracia perfecta, y en el destino de grandeza como algo no solamente posible y cultivable, sino ya en preparación.

       







   







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