Por Dr. Rubén Visconti*
Un cuñado mío, lógicamente un hermano de mi
esposa, cuyos pensamientos políticos se orientaban teniendo por límites la
derecha y se dirigían en todos los casos a partir de allí hacia más derecha, a
tal punto podía pensarse sin temor a equívocos
que era un humano unilateral, tanto
física como pensante, que debo reconocerlo era también un “buen tipo” cuando lo
analizábamos con mucha buena voluntad exagerada por el vínculo, expresaba la
siguiente conclusión, ”negros y por lo tanto pobres siempre van a existir”.
Afirmación
que rechazábamos enfáticamente con toda la vehemencia de aquellos tiempos
durante los cuales cursábamos la escuela secundaria, nosotros que, a diferencia
de él, veíamos la realidad a partir del límite de la izquierda y hacia allí
teníamos puestos nuestros corazones, nuestro accionar y nuestros cerebros, y lo
seguimos teniendo.
Pasados los años aprendimos que la forma de pensar
de nuestro pariente no eran exclusivas sino que también eran sostenidas por un
conjunto numeroso de nuestros conciudadanos que, además de pensarlas las transformaban
en su accionar social para hacer de ellas parte constitutivas y centrales del
funcionamiento de la sociedad; que a partir de esas conclusiones se asegurara
que esa es la realidad y que, con su apoyo, esa es la única posible,
convencidos de que los que la negamos pasamos a ser personajes insociables, terroristas
o cuasi terroristas por lo cual si algún poder, natural o de gobierno, nos
elimina , lejos de lamentarlo el resto debería ponerse contento.
Aprendimos así que aquél pensamiento referido a
los “negros incapaces de trabajar por decisión propia, pobres y hambrientos,
que viven en casas de techos de madera o de cartón comiendo poco y mal” de lo
cual ninguna responsabilidad tiene el resto social, no era exclusivo de aquél
pariente ya fallecido sino que pertenece a un grupo social compacto que,
además, está decidido a apoyar cualquier maniobra por parte de cualquiera que
le garantice que esta situación no se modifique. Que el statu quo no cambie,
que la “democracia” solo sirva para que todo siga igual, como dijo el conocido noble
italiano.
Y analizadas
así las cosas permite explicarnos del porqué de algunas reacciones de
violencia y de insultos, de amenazas, de mentiras y de maniobras mediante las
cuales, denostando a los “negros” que lo somos todos, para impedir que la
Argentina siga progresando en una ruta diferente iniciada hace 10 años que
concluya en una sociedad diferente en la
cual los “negros” puedan comer, vestirse, estudiar, tener un techo y demás
satisfacciones de la vida moderna, una sociedad más igualitaria y por ello
libre, escapando a ese futuro cruel y permanente al que la derecha quiere
asignarles como irreductible y definitivo.
Por eso, ese grupo social que come, duerme, pasea,
viaja y junta dinero en pesos y en DOLARES , a cada paso de los días cuando
comprueba su incapacidad para imponer sus visiones y pretensiones protesta, lo
hace con insultos y agresiones, con ODIO Y RENCOR, TRATANDO DE DESQUITARSE CON
ADJETIVOS QUE LO EXPRESEN, LLAMANDO A LA PRESIDENTA “LA YEGUA”, “LA VIUDA”, “LOS
CHORROS”, ”LOS DICTADORES” y otros más, con GOLPES E IMPEDIMENTOS PARA QUE LOS
CUERPOS LEGISLATIVOS NO FUNCIONEN, ocultando de esa forma su derrota y
mordiéndose la cola se quedan soñando con reconquistar sus poderes y dominios
mediante algún ilusorio golpe de estado.
*Doctor en economía, Docente de la UNR, Miembro del CEP
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