Por Dr. Rubén Visconti*
En nuestro artículo de ayer ya publicado en este blog hicimos un análisis
con respecto a los costos y tarifa aplicadas en la ciudad de Rosario por el
actual gobierno municipal en manos del Partido Socialista. Si el Socialismo puede ser definido como una ideología que se basa en la
Solidaridad, contraria a la que defiende y sostiene la ideología adversa, o
sea, la del individualismo, del interés individual por sobre el social, debe
impulsar medidas que apunten al beneficio general y no al particular, a los más
en vez de a los menos.
Para justificar las críticas observaciones que ya hemos expuesto en nuestro
trabajo de ayer recordemos que los rosarinos que utilizan el transporte urbano
de pasajeros son alrededor de 500.000 personas diarias, lo que de por sí le
otorga la condición de que ellos
constituyen una masa de seres humanos muy superior, extraordinariamente
superior que a los que desempeñan tareas diarias destinadas a otros objetivos
que no exigen su traslado.
Por ejemplo, los automovilistas que gozan del privilegio de poseer una unidad móvil aunque los usaran diariamente no
alcanzarían, bajo ningún supuesto semejante cantidad .Y nos basta este ejemplo
que no requiere de otros para apoyar nuestros razonamientos.
Luego, si los usuarios de los buses llegan a la cantidad de 500.000
diarios, son los más, que por otra parte usan este transporte por su
incapacidad de poseer un auto propio y quizás ni siquiera una pequeña moto o
una bicicleta; todos tienen la única alternativa de el bus o sus piernas.
Esta descripción de la realidad nos habilita a expresar una inmediata conclusión: si la
ideología de la solidaridad nos indica que debemos favorecer a los más que,
además, no tienen alternativas a sus alcances, ¿cuál sería o debería ser la
actitud y predisposición de las autoridades socialistas de la ciudad para que
aplicando la ideología de la solidaridad
dictaran normas, resoluciones o decretos referidas al transporte urbano de
pasajeros? Obviamente, concluiríamos de inmediato, que todas esas disposiciones
estuvieran amparadas en un mismo principio, favorecer como objetivo básico y
esencial QUE EL USUARIO DE LOS BUSES DEBE SER EL PRIVILEGIADO PRIMARIO A
FAVORECER.
¿Cómo se debe actuar para satisfacer ese objetivo? En primer lugar mediante
la puesta en marcha de un sistema de transporte urbano eficiente y eficaz, que
cumpla con las condiciones básicas exigibles, que cumpla horarios, con
vehículos adecuados, con plataformas bajas para evitar accidentes, que pare
correctamente sobre los bordes de los cordones de las aceras, con personal
entrenado para aceptar con paciencia las pequeñas incorrecciones de los
usuarios, que observe detenidamente y acertadamente el tránsito, que respete
los semáforos y todas las otras condiciones que pueden ser agregadas para que
todos viajen amable y tranquilamente.
¿Eso sucede? Solo en parte, en primer lugar porque no se respetan los
tiempos de paso basados en las frecuencias ni las paradas correctas, a veces
provocando que las subidas y bajadas de los pasajeros sobre todo de alguna edad
con dificultades físicas deben ejecutar proezas para subir o bajar, por
detenciones en zonas donde se hallan las mayores distancias plataforma-suelo y
otras incorrecciones que lastiman permanentemente, inconvenientes solucionables
sobre todo por parte de la empresa municipal o mixta que presta los servicios
en Rosario, lo que no significa que también sea exigible en la empresa privada
que también lo cumple.
Y para los que sostengan que estos detalles son solo problemas menores
debemos responder que cuando constituyen dificultades de todos los días y en
usos repetidos se transforman en hechos muy cuestionables para quienes lo deben
soportar, máxime si, además, alguna dificultad física lo agrava considerablemente.
Agreguemos un hecho más que me sucedió a mi días pasados mediante un viaje
en la línea 121 que yendo por Santa Fe se detuvo en Dorrego y siguió sin
detenerse hasta Alvear¿ a quién se le ocurre que un bus pueda atravesar cuatro
cuadras sin detenerse?
Y este es solo un conjunto de incumplimientos que señalan que el principio fundamental que debe
cumplimentar el servicio se refiere a aspectos de eficiencia y eficacia, que
obviamente, no se satisfacen.
Paralelamente debemos referirnos a otros tópicos que como según alguna
histórica afirmación que sostiene que “la víscera más sensible del ser humano
en el bolsillo”, ataca y lesiona esa víscera con la confección de costos y
tarifas elevados e incorrectos.
Ayer nos referimos a que siendo el servicio de transporte un servicio que
beneficia a todos, los costos no deben soportarlo solo los que lo usan
directamente sino todos los que también se benefician obvia y claramente,
cometiéndose contra los usuarios un atropello adicional que está incluido en
los mayores costos derivados de la menor cuantía de pasajeros que no abonan el
servicio como los de más de 69 años, y otros que solo pagan el 50%, ello es la
consecuencia de que al disminuirse la relación costo km/pasajeros transportados,
la disminución de este número aumenta sensiblemente los costos tarifarios; y en
otra comprobación que cuando la municipalidad favorece a los poseedores de
coches particulares para que penetren a cualquier hora en zonas álgidas o
estacionen también en ellas, afecta la velocidad promedio, produciendo un incremento
en los costos como resultado de menores km asignados a cada vehículo.
Para entendernos bien, la reducción de los pasajeros transportados aumenta
los costos así como la reducción de los
km recorridos también los incrementan resultando todas ellas medidas que van en
contra del principio señalado por una política de solidaridad reemplazada por
la ideología del individualismo, favoreciendo exclusivamente a los dueños de
coches particulares y a los comerciantes que también lo exigen y perjudicando
con mayores tarifas a los únicos giles a los que identificamos como los usuarios que obligadamente deben subir a los
buses sin otras opciones.
Demostrado palmariamente que el municipio con gobernantes socialistas no
cumplen con el objetivo fundamental indicado por la SOLIDARIDAD debemos hacer
constar nuestro convencimiento de que este gobierno SOCIALISTA no satisface ni a su propia ideología o
cultura diferencial que tendría la obligación de satisfacer.
*Doctor en Economía, Docente de la UNR,
Miembro del CEP
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