Martín Caparrós |
Por Dr. Rubén Visconti*
El título de este desarrollo que creemos valioso para realizar, con la
opinión de todos, es el producto de haber tenido el pesar de haber oído en la
noche del 7 de febrero de 2011, en una entrevista de la TV, canal 11, una insólita, desorbitada
y extravagante opinión de un argentino que posee valiosos premios y
distinciones como escritor, Caparrós, que lo sitúan desde ya, en los verdaderos
enemigos de su propio país, con el agravante de que esas opiniones son solo el
producto de su arrogancia personal, su auto-consideración de superioridad
insultante, de solo su deseo de agraviar, a los solos efectos de destacarse emitiendo ideas y afirmaciones
que nos obliguen a hacer estos comentarios, aun cuando les sean críticos y
desfavorables.
Es, en definitiva una forma de destacarse, se hacerse el notable,
de querer aparecer como diferente, lo que, basado en su arrogancia y estupidez,
le dan patente de distinguido, cuando en realidad ,solo le otorgan la condición
de imbécil.
Sintéticamente, y mediante la utilización de argumentos incorrectos y
forzados, el citado papanatas afirmó que Argentina no posee razones evidentes y
objetivas para considerar que las Malvinas nos pertenecen.
Burro como los burros atados a la
Noria, que no advierten que giran en círculos infinitos y por lo tanto
interminables , Caparrós respondió cumplidamente al medio de información, o
mejor dicho de desinformación que bien le paga, y si no le paga bien es debido
a que ese pago forma parte de que lo exhiban en la pantalla televisiva como un
prohombre de la cultura nacional que puede dictar lecciones de súper dotado elevado
a una falsa categoría de hombre superior, cuando en realidad no puede superar
la condición de un pigmeo.
Qué dijo Caparrós: ignorando las resoluciones dictadas por las Naciones
Unidas y el reconocimiento de todos los países sudamericanos, que los hechos
históricos sobre los cuales funda la Argentina sus reclamos de pertenencia son
banales, auto inflados y hasta falseados, cuya veracidad no supera los
argumentos de Inglaterra y hasta quizás, los de cualquier otro país que hubiera
tenido las mismas aptitudes de apoderamiento.
Ignoró, a sabiendas, que la
ocupación de las Malvinas efectuado por la potencia dominante en el momento en
que se produjo, 1833, obedeció no a un hecho o decisión ocasional, sino un verdadero plan elaborado hacia el futuro,
como hoy lo comprobamos. Porque toda potencia auto proclamada para dominar el
mundo, obra mediante la elaboración de planes a largo plazo, de modo tal de que
el mundo siga el rumbo que esa potencia le dicta, acertando cumplidamente en
sus predicciones. Una potencia con destino de dominio para lo cual tiene que prever
ese futuro tal como lo necesita para seguir al frente, y que cuando por
circunstancias inevitables no pueda ser así, aliarse con la potencia
reemplazante, en este caso Estados Unidos
para continuar juntos una misma acción de dominio.
Así lo demuestran los hechos actuales en los cuales Inglaterra y su
reemplazante EEUU ejercen acciones de apoderamiento de las zonas con
existencias de petróleo, o como en el caso de las Malvinas del agua del futuro
al margen de las dudas actuales de ser también una reserva natural del
mencionado combustible.
Así actúan al unísono, cada uno con su poder actual para dominar el mundo
del futuro lo que determina que en tanto las Malvinas sigan incluidas en los
planes a largo plazo de ambas potencias seguirán en manos ajenas, como ya
sucedió en 1982.
Este razonamiento de los anticipos que las potencias realizan a muy largo
plazo para continuar en ser los dueños del mundo, se ejemplifica adecuadamente
con el denominado Consenso de Washington que elaborado desde mucho antes apuntó
y lo obtuvo, la reposición del plan liberal en los años 70, sacando del arcón a
personajes como Reagan y la Dama de Hierro, plan que, afortunadamente, fue
derrotado en estos últimos años por la mayoría de los países sudamericanos,
entre los cuales se destacó Argentina.
¿Quién puede ser tan estúpido para creer que esos planes para dominar o
mejor dicho seguir dominando el mundo surgen de alguna cabecita aislada que
repentinamente los piensa y pone en marcha?
Caparrós, ignora todos estos argumentos o lo oculta para sostener su tesis
que los transforma en un idiota útil de la derecha argentina, lo que hace un
peligroso defensor de los enemigos de su propio país al otorgarle ventajas a
los países dominantes.
Con el aditamento final de que recordando viejas simpatías y coincidencias
con sus escritos y posiciones reconocemos en este personaje niveles
intelectuales que, ante sus posiciones actuales, lo hacen mucho, muchísimo más
culpable de sus dichos. Y como hizo EEUU con los residentes japoneses en su
país cuando la guerra con Japón, habría que ponerlo a resguardo para que no
formule semejantes argumentaciones.
*Doctor en economía, Docente de la UNR
Miembro del CEP
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