El problema de los miserables (referido a la condición de los canallas), es que en algún momento se les escapa su verdadero pensamiento, dejando al descubierto toda la perversión con la cual miden la realidad que les rodea. Suelen esconderse detrás de compungidas expresiones, de caras de “yo no fuí”, de discursos altisonantes en supuesta defensa de lo que, en realidad, detestan. De ahí que las manifestaciones de la actual ministra de (sub)desarrollo social, Tolosa Paz, no extrañen a quienes tienen los oídos acostumbrados a las falsedades de este tipo de funcionariato, más proclive al trato con cúpulas empresariales que con el pobrerío del cual pretende ser su defensora.
Ignorante o bruta, cada quien le pondrá su categorización, esta encumbrada funcionaria no escatima comentarios odiosos contra los participantes de esas manifestaciones solicitantes del mínimo derecho a la alimentación. Por fuera de lo que se piense de los modos de lucha de las organizaciones que convocan a tantas personas empobrecidas, la cuestión pasa por reconocer o no la existencia del hambre entre ellas y sus familias. Pero la tal “ministra” sólo se le ocurre denostar a los convocantes por llevar a niños a las marchas, pretendiendo ignorar la realidad padecida por esas familias disfuncionales, complejas en sus constituciones y habitantes de territorios donde, a la miseria, se le unen los peligros de los delincuentes y sus amenazas permanentes.
Ella es una demostración más de por qué estamos donde estamos. Una palmaria muestra de cobardía, que prefiere mil veces apaciguar los reclamos de los poderosos con dádivas obscenas, antes que calmar el hambre de cientos de miles de miserabilizados por las políticas contrarias a la doctrina que se dice defender. Otro resultado previsible en este armado gubernamental incoherente con las necesidades populares, atravesado por la ideología neoliberal y las definiciones fondomonetaristas. Otra demostración de la imprescindible presencia determinante de Cristina en el comando efectivo del Movimiento Nacional y Popular, que asegure la consideración real hacia los olvidados, los postergados, los nadies tirados al costado del camino a un desarrollo que nunca deberá ser para unos pocos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario