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Estoy confundido, ¿para qué se convoca la marcha del 18? Sucede que aún
no está definida la causa de la muerte de Alberto Nisman, aunque las más claras
evidencias apuntan a un suicidio: el disparo ascendente a un centímetro de la
sien, no se encontró n evidencia de la presencia de otra persona en el
departamento, y otras por el estilo.
La defensa que suele hacerse contra esta hipótesis o certeza es que "Nisman no daba indicios de ser un suicida". Craso e interesado error. Desde mi experiencia y formación psicoanalíticas puedo afirmar que, por el contrario, Nisman dio todos los signos de un suicida.Veamos: el día anterior a la tragedia Nisman le pide a un amigo que le facilite un arma con el pretexto de defenderse. Es la Bersa calibre 22 con la que se suicida. ¿Puede objetarse que ya estaba decidido a hacerlo y no tenía un arma en su domicilio? Por otra parte, esto es clave, era un hombre muy presionado que respondía a una caracteropatía dependiente que buscaba y necesitaba protección. La halló en la SIDE en su jefe Jaime Stiuso quien, según informes confiables, ejercía sobre él un franco dominio. El señor Velázquez informó que Stiuso el día anterior a la presentación ante el Legislativo, le negó las escuchas y videos que fortalecerían una presentación jurídicamente endeble. Eso explica las muchas llamadas del día sábado, motivadas por el sentimiento de desamparo ante el interrogatorio encarnizado al que sería sometido el lunes por parte de muchos legisladores oficialistas. Es de señalar que fue la oposición quien lo arrojó al foso de los leones.
Su comprensible perturbación anímica se habría incentivado por una repercusión mediática, que lo tenía de protagonista, mucho mayor a la que él hubiera podido prever, ya que se constituyó en un "bocato de cardinale" para que la oposición atacara al gobierno, que, por su parte, respondió con energía descargando feroces críticas sacando a luz trapos sucios al sol. ¿Qué sabemos de la vida privada de Nisman? ¿Cómo es el tema de su departamento, de su auto?
Según deja claro el libro de mi sobrino Santiago O'Donnell, Argenleaks, Nisman buscó y encontró también la protección de la Embajada de los Estados Unidos, a la que reportaba y consultaba sus decisiones. Nada podía hacer este otro escudo ante el hecho puntual de la presentación en el Senado un lunes a la tarde ya que hubiera sido una abierta injerencia en asuntos de un país soberano.
Para empeorar las cosas en esos días aciagos todo indica que Nisman habría tenido una áspera discusión con su ex esposa y madre de sus hijas, destacada jueza, a raíz de las peripecias de su viaje interrumpido.
Tenemos entonces a una persona con probable tendencia a la dependencia afectiva sometida a enormes presiones ante las que se sintió en desamparo, circunstancia que encadenó violentas secuencias desequilibrantes. ¿Es eso motivo de suicidio? Claro que sí.
En contra de su suicidio se argumenta que no dejó carta de despedida. El suicidio siempre es un diálogo siniestro con el otro, es una agresión violentísima contra los demás, su intención, sea o no consciente, es siempre culpabilizante. "Me mato para que sufras tanto como me hiciste sufrir a mí."
Aquellos a quienes está dirigido un suicidio, llámense en este caso Stiuso, embajada, legisladores, personas de su intimidad, no necesitan de una carta para saber el por qué de ese acto límite. De allí en más, es la esperanza del autoinmolado, deberán vivir con la carga de la culpa.
El suicidio de Nisman entraría en la categoría de los suicidios impulsivos cometidos en momentos de fuerte e incontrolable estado emocional. Son asesinatos contra uno mismo, un amigo mío alcanzó a pegarse tres tiros en su impulso por matarse.
Hay distintas formas de suicidio. Algunos, como en el caso de una reconocida psicoanalista, son rituales: la persona se viste de gala, enciende velas, escucha la música que le gusta y va suicidándose de a poco, tomando el veneno repartido en copas de cristal que va bebiendo una por una. Otros suicidios son altruistas, por ejemplo la persona que padece una enfermedad letal y se quita la vida para no ser una carga emocional y económica para su familia.
Entonces, dado que la causa de la muerte del fiscal no está aún determinada pero todo indica que será calificada de suicidio: ¿Cuál es la razón de la marcha? ¿Una marcha contra el suicidio? ¿Contra los suicidas? ¿Para qué haya menos suicidios? ¿En qué se puede inculpar a un Estado por el suicidio de algún ciudadano? Debe haber intervención estatal en circunstancias especiales como es el caso de los sobrevivientes a la dictadura del Proceso, Malvinas o Cromañón. Pero no es este caso.
En resumen: si, como todo parece indicar, la marcha del 18 es en contra del suicidio. O estamos ante un dislate, o se intenta aprovechar el suicidio de un hombre infortunado para promover un acto político. Seguramente había motivos mejores como la pobreza, pero quizás no hay motivos suficientes para reclamos de esta índole al actual gobierno. También porque no es un motivo de especial preocupación para los sectores convocantes.
La defensa que suele hacerse contra esta hipótesis o certeza es que "Nisman no daba indicios de ser un suicida". Craso e interesado error. Desde mi experiencia y formación psicoanalíticas puedo afirmar que, por el contrario, Nisman dio todos los signos de un suicida.Veamos: el día anterior a la tragedia Nisman le pide a un amigo que le facilite un arma con el pretexto de defenderse. Es la Bersa calibre 22 con la que se suicida. ¿Puede objetarse que ya estaba decidido a hacerlo y no tenía un arma en su domicilio? Por otra parte, esto es clave, era un hombre muy presionado que respondía a una caracteropatía dependiente que buscaba y necesitaba protección. La halló en la SIDE en su jefe Jaime Stiuso quien, según informes confiables, ejercía sobre él un franco dominio. El señor Velázquez informó que Stiuso el día anterior a la presentación ante el Legislativo, le negó las escuchas y videos que fortalecerían una presentación jurídicamente endeble. Eso explica las muchas llamadas del día sábado, motivadas por el sentimiento de desamparo ante el interrogatorio encarnizado al que sería sometido el lunes por parte de muchos legisladores oficialistas. Es de señalar que fue la oposición quien lo arrojó al foso de los leones.
Su comprensible perturbación anímica se habría incentivado por una repercusión mediática, que lo tenía de protagonista, mucho mayor a la que él hubiera podido prever, ya que se constituyó en un "bocato de cardinale" para que la oposición atacara al gobierno, que, por su parte, respondió con energía descargando feroces críticas sacando a luz trapos sucios al sol. ¿Qué sabemos de la vida privada de Nisman? ¿Cómo es el tema de su departamento, de su auto?
Según deja claro el libro de mi sobrino Santiago O'Donnell, Argenleaks, Nisman buscó y encontró también la protección de la Embajada de los Estados Unidos, a la que reportaba y consultaba sus decisiones. Nada podía hacer este otro escudo ante el hecho puntual de la presentación en el Senado un lunes a la tarde ya que hubiera sido una abierta injerencia en asuntos de un país soberano.
Para empeorar las cosas en esos días aciagos todo indica que Nisman habría tenido una áspera discusión con su ex esposa y madre de sus hijas, destacada jueza, a raíz de las peripecias de su viaje interrumpido.
Tenemos entonces a una persona con probable tendencia a la dependencia afectiva sometida a enormes presiones ante las que se sintió en desamparo, circunstancia que encadenó violentas secuencias desequilibrantes. ¿Es eso motivo de suicidio? Claro que sí.
En contra de su suicidio se argumenta que no dejó carta de despedida. El suicidio siempre es un diálogo siniestro con el otro, es una agresión violentísima contra los demás, su intención, sea o no consciente, es siempre culpabilizante. "Me mato para que sufras tanto como me hiciste sufrir a mí."
Aquellos a quienes está dirigido un suicidio, llámense en este caso Stiuso, embajada, legisladores, personas de su intimidad, no necesitan de una carta para saber el por qué de ese acto límite. De allí en más, es la esperanza del autoinmolado, deberán vivir con la carga de la culpa.
El suicidio de Nisman entraría en la categoría de los suicidios impulsivos cometidos en momentos de fuerte e incontrolable estado emocional. Son asesinatos contra uno mismo, un amigo mío alcanzó a pegarse tres tiros en su impulso por matarse.
Hay distintas formas de suicidio. Algunos, como en el caso de una reconocida psicoanalista, son rituales: la persona se viste de gala, enciende velas, escucha la música que le gusta y va suicidándose de a poco, tomando el veneno repartido en copas de cristal que va bebiendo una por una. Otros suicidios son altruistas, por ejemplo la persona que padece una enfermedad letal y se quita la vida para no ser una carga emocional y económica para su familia.
Entonces, dado que la causa de la muerte del fiscal no está aún determinada pero todo indica que será calificada de suicidio: ¿Cuál es la razón de la marcha? ¿Una marcha contra el suicidio? ¿Contra los suicidas? ¿Para qué haya menos suicidios? ¿En qué se puede inculpar a un Estado por el suicidio de algún ciudadano? Debe haber intervención estatal en circunstancias especiales como es el caso de los sobrevivientes a la dictadura del Proceso, Malvinas o Cromañón. Pero no es este caso.
En resumen: si, como todo parece indicar, la marcha del 18 es en contra del suicidio. O estamos ante un dislate, o se intenta aprovechar el suicidio de un hombre infortunado para promover un acto político. Seguramente había motivos mejores como la pobreza, pero quizás no hay motivos suficientes para reclamos de esta índole al actual gobierno. También porque no es un motivo de especial preocupación para los sectores convocantes.
*Publicado en Tiempo Argentino
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