domingo, 18 de marzo de 2012

EL UNICO CUELLO DE BOTELLA


Por Dr. Rubén Visconti*

En comentarios anteriores nos hemos venido refiriendo a  cuáles serían los factores que  interrumpirían el avance de estos últimos años (desde el 2003) en distintos campos de la economía nacional. Hemos sostenido y lo seguimos haciendo que la única razón que puede detener el mencionado proceso derivado en medidas tales como las destinadas a una mejor distribución de la riqueza, es  un cambio abrupto y por lo tanto considerable, en la composición del comercio exterior.
Advertimos, previamente, que una simple mirada dirigida a los países que pudieron avanzar casi sin limitaciones en su desarrollo constante y progresivo permiten concluir que solo pudieron hacerlo durante las etapas en que, por razones diversas que omitimos reiterar, fueron aquellos que pudieron mantener, durante una etapa del desarrollo histórico mundial, un grado o nivel de predominio que les permitió la conformación de una corriente favorable en ese comercio, expresada por saldos siempre favorables, es decir, en el lenguaje actual, obtener mayor cantidad de ingresos de la moneda fuerte que a la inversa, lo hubieran impedido. En lenguaje más usual, que el monto de los ingresos por exportaciones fueran superiores a las de  egresos por las importaciones.
Desde este ángulo estaremos en condiciones de analizar el futuro inmediato de nuestro país en momentos en que se viene hablando del mantenimiento del modelo desarrollado en estos años con la advertencia de  que esa continuidad debe ser realizada mediante una adecuada “sintonía fina”, la que podemos definir como la adopción de medidas que evitando los saltos abruptos permitan, continuada y permanentemente y aseguren, que todas las decisiones apunten a lograr más igualdad entre todos los argentinos. Y ya lo  hemos reiterado, para nosotros esa mayor igualdad es la condición primaria y básica para garantizar una mayor libertad.
Las medidas de sintonía fina no tienen que ocasionarle problemas mayores al gobierno ya que son la continuidad de los ya realizado; bastará mantener el crecimiento de los salarios reales impidiendo que la inflación los reduzca, sostener el incremento de las jubilaciones y pensiones de acuerdo con la ley en vigencia, impedir que la inflación se escape, mantener la asignación por hijos así como el control del salario en negro y otras medidas similares ya adoptadas. Sumemos a ello la construcción de viviendas, rutas y otras obras públicas acordes con el crecimiento.
La sintonía gruesa, implicará la realización de otros objetivos entre los cuales se encuentran algunos que demandarán mayores inversiones y acrecentarán las resistencias; derivadas y encabezadas casi todas ellas por la extranjerización de la economía generada durante el lapso de los años 90; que podría llegar a demandar la estatización de algunos servicios y, como lo demuestra la actualidad, recuperar para el país fuentes de energía tales como la explotación del petróleo, léase Repsol –YPY, dado que los niveles de producción actuales aparecen como insuficientes para acompañar  el proceso de crecimiento actual.
Será este un “cuello de botella” que hay que superar, sin dudarlo, ya que no se trata de soluciones baratas y menos aún efectivas en el medio plazo, lo que puede significar un serio deterioro en lo relativo  al superávit del comercio internacional por no poder reducir las importaciones indispensables. Todo ello, además, a pesar de tener en cuenta que el crecimiento de precios de nuestras exportaciones de soja y otros cereales obrarán en favor.
Por allí pasa la cosa, el control de las importaciones innecesarias y lograr la reducción de otras que siendo indispensables puedan impedirse o reducirse de modo de que el superávit del comercio internacional nos siga siendo favorable por lo menos hasta el límite de no impedir el desarrollo de los planes de sintonía gruesa pasando por el hecho, fundamental, de la decisión de no contraer créditos externos para no reiterar las desastrosas experiencias del pasado reciente.
En fin, una partida de ajedrez con bastantes complicaciones pese a lo cual el gobierno estará en condiciones de superar sin alterar el eje principal de sus planes, pese a lo cual el camino no será llano  sino con una conjunto de obstáculos que habrá que superar, básicamente las que referimos como variables no controlables tales como las señaladas, remesas de capitales, falta de producción de las fuentes energéticas, precios internacionales, intenciones de los grupos dominantes que no cejarán en su voluntad de recuperación de las porciones de poder que les han sino quitadas o reducidas, pero todas, ellas insistimos, pasarán por el resultado positivo o negativo del comercio internacional.
Así lo venimos sosteniendo desde la famosa crisis del 2008 cuando afirmábamos que el país tenían todas las herramientas para superarla basadas en la superación ya lograda, de la misma relación importaciones exportaciones por donde, pasarán, todas las posibilidades de seguir creciendo con un país  que apunta seguir haciéndolo recobrando niveles de igualdad entre todos sus habitantes-
Por lo menos contará a su favor con las modificaciones a la Carta Orgánica del Banco Central, razón por lo cual las derecha le apunta todos sus cañones. 

*Doctor en Economía, Docente de la UNR,
  Miembro del CEP

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