lunes, 5 de marzo de 2012

LA BOLSA: LA TIMBA Y LOS GILES


Por Dr. Rubén Visconti*

Desde hace unos años, los medios informativos argentinos siguiendo las costumbres de otros del mundo desarrollado , nos abruman dando a conocer los niveles al que cotizan las acciones de las empresas participantes de la denominada BOLSA, poniendo de manifiesto las cotizaciones de esos papeles, todos coordinados, para que sus voceros en la TV y sus escritos en los diarios nos asusten con las variaciones diarias (subieron el 15% o bajaron el 20%), tratando de hacernos creer de la tremenda importancia que en las economías nacionales y, consecuentemente en la vida de cada uno de nosotros, que no jugamos, que la vemos desde afuera, tienen esos cambios.
En estos últimos días de grandes crisis esas informaciones nos aterran mediante las expresiones de “serios” analistas que nos quitan el sueño y hasta las ganas de comer.
Lo gracioso y lo particular, resulta del hecho de que el valor de las acciones de la empresa X, o mejor aún de todas las empresas cotizantes son el producto de lo que aseguramos se trata en la realidad de la “TIMBA DE LA BOLSA”, similar a una partida de póker o una carrera de pingos.
Ello es tan así que podemos demostrar que para el caso de que los valores accionarios suban, suben los de todas las empresas en el mismo día, aún las de aquellas que se encuentran en un concurso de acreedores, respondiendo al decir de un supuesto banquero que por la TV inglesa le explicaba a un periodista que “cuando alguno vende vendemos todos y si en vez de vender compra, compramos todos”.
Pero, además, suceden actos más graves que podemos incorporar  a las más diversas estafas inventadas por los jugadores de bolsa, que jugando a la compras y las ventas, obtienen jugosas ganancias y también sufren similares pérdidas, como dijimos más arriba al comparar a las bolsas con el juego de póker o el de las carrera de “nobles”.
A veces los caballos corren mejor luego de haber recibido una inyección o doping, o se juega con cartas marcadas y así también, en las Bolsas, mediante el acuerdo de dos o más participantes se hace subir o bajar el precio de alguna acción en particular para que los giles, sin advertir la maniobra les sigan el juego.
Hace ya varios años  recordamos que mediante el acuerdo realizado entre funcionarios de una empresa, profesionales contables y el presidente del Mercado de Valores de Buenos Aires, se ejecutó una maniobra destinada a levantar el valor accionario de una empresa rosarina, se llevó a cabo una maniobra como la descripta que podemos señalar porque si hizo pública y hubo sanciones, pero que, obviamente, deben haberse desarrollado otras similares no descubiertas.
Concluyamos estos comentarios con un ejemplo de estos días. Todos sabemos  que la empresa Repsol, de capitales españoles, que se dedica a la explotación del petróleo en el país tiene problemas con el gobierno nacional y que alrededor de las posibles medidas que las autoridades pudieren llegar adoptar circula que una de ellas llegara a la expropiación. 
Como resultado de esos chismes, existen reuniones entre funcionarios nacionales y representantes empresarios cuyos resultados, según los medios de información o mejor dicho de “desinformación”, la balanza de las soluciones se inclinan hacia una u otra de esas medidas.
Cuando las versiones que circularon eran la de las posibilidades de la expropiación las acciones de YPF-Repsol cayeron estrepitosamente, al día siguiente y en momentos en que en otro ámbito se sucedía el discurso de la Presidenta inaugurando el nuevo período legislativo, el rum rum cambió, se dejó trascender que esa expropiación no se iba a poner en práctica, las acciones de la empresa mencionada subieron también estrepitosamente. La Bolsa y su comportamiento de TIMBA funcionaron perfectamente, algunos perdieron y los  que el día siguiente  vendieron, ganaron sumas millonarias.
Quienes acertaron y quienes no se distinguen entre los primeros que tuvieron la “posta” y de los que no.
La conclusión y el consejo que debemos darle a los que con unos pesos quieren ganar en  LA TIMBA BOLSERA que lo piensen dos veces y que si no pueden participar en el TONGO del sube y baja, hagan como el tango que cantaba Gardel diciendo “no vayas al puerto que es pa cachar giles”.

*Doctor en Economía, Docnete de la UNR
  Miembro del CEP

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