jueves, 7 de febrero de 2019

LOS FALSOS PROGRESISTAS

Imagen de "El Ciudadano"
Por Roberto Marra
El socialismo es una palabra convertida, básicamente, en representación de una idea de sociedad con una economía basada en la equidad distributiva, la igualdad entre los individuos, la solidaridad como método de relacionamiento social. Las circunstancias históricas y los procesos económicos en ellas generados, fueron produciendo la aparición de movimientos y agrupaciones políticas conformadas alrededor de aquellas ideas primigenias, con las variantes y las profundizaciones que promovieron las influencias de los diversos pensadores que desarrollaron las teorías que estructuraron ese modelo social, que intentaba disputarle el poder al capitalismo.
La influencia de esas ideas se dispersaron por todo el Mundo, en lógica proporción respecto al modelo imperante de inequitativas relaciones de producción. También a nuestro País llegaron, traídas de la mano de los inmigrantes europeos, convirtiéndose en el germen de las luchas populares que promovieron, no sin furibundas oposiciones de la oligarquía dominante, el nacimiento de los derechos sociales, que alcanzarían su máxima expresión real y concreta luego del surgimiento del movimiento producido alrededor de la figura y el pensamiento del Gral. Perón.
Los partidos políticos denominados socialistas, mientras tanto, que habían surgido en respuesta a esas necesidades de los trabajadores, fueron degradando sus ideas originales hacia propuestas y acciones que nada tenían que ver con las urgencias materiales y espirituales de los auténticos destinatarios y originales creadores de esos movimientos de luchas reinvindicativas. La historia terminó conjugando, en determinados momentos, la congruencia de esos partidos “socialistas” con los representativos de las clases dominantes, en una espiral descendente hacia el odioso fin de sus ideales.
En la Provincia de Santa Fe, luego de muchos devaneos, multiplicaciones, divisiones y re-uniones, esos partidos “socialistas” terminaron por conformar una estructura de poder aceitada y eficaz para alcanzar sus objetivos, desplazando al peronismo del gobierno, imponiéndose a fuerza de consignas sencillas y de impacto directo en los intereses de las mayorías, elaboradas con inteligencia publicitaria y ejecutada con buen conocimiento de la idiosincrasia de los votantes de esta particular Provincia.
Basando su crecimiento en mostrarse como el punto medio entre ideas extremas, surgieron a la luz pública masiva desde la ciudad de Rosario, donde accedieron primero al gobierno, desarrollando políticas que giraron sobre temas auténticamente prioritarios, con especial incapié en el sistema sanitario. Tanta fue su prédica al respecto, que ya en todo el País se ha convertido en “marca registrada” de sus gestiones repetidas en varios períodos contínuos.
Mostrándose siempre “pulcros” y “serios”, sus mensajes intentan promover la idea de una sociedad distinta a la que se ve en otras provincias y ciudades. Sus cuadros políticos, surgidos mayoritariamente de la Universidad, mantienen las características propias de los académicos, con discursos de verba “progresista” y acciones de realidades conservadoras. Saben acomodar sus letras a los momentos políticos, expresándose con estudiados estilos de relacionamiento con los sectores sociales más postergados.
El método de las maquetas, podría llamarse al particular modo de presentar sus propuestas. Siempre con bellos dibujos, con despliegue de auténticas o virtuales maquetas de grandes proyectos, con enormes libros de planes directores, parecen estar un paso adelante del resto de los movimientos políticos, aprovechando al máximo el privilegio de la continuidad gubernamental y sus presupuestos adecuados a las circunstancias electorales.
Ayudados por la inoperancia y/o la incapacidad dirigencial de la “oposición” de origen peronista, más la influencia del macrismo, han ido jugando con acercamientos y alejamientos de estos oligarcas gobernantes de la Nación, mostrándose sumisos y acompañando muchas de sus medidas antipopulares, para terminar intentando desprenderse, ahora, de ese lastre ideológico imborrable cuando se acercan las nuevas elecciones.
Habilidosos gambeteadores de la realidad, olvidadizos relatores de inseguridades que son la consecuencia de sus incapacidades, inútiles “discurseros” frente al delito que campea muy orondo por las calles, se dan el lujo de presentarse otra vez como la alternativa “segura” y “progresista”, ante el espejo borroso de una oposición sin demasiadas variantes respecto a sus pobrezas programáticas.
Y navegando esta barca del desánimo y la desesperanza, aparecen por enésima vez ante los obnubilados votantes con sus ofertas de miserias disfrazadas con las sonrisas de los gigantes carteles de medianeras, otra muestra más de la indecente burla financiera a la equidad nunca buscada, la igualdad jamás promovida y la solidaridad arrojada al oscuro pozo del olvido de la historia.

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