viernes, 16 de noviembre de 2018

DEPREDADORES

Imagen de "spidersweb.pl"
Por Roberto Marra
La palabra “depredador” viene del latín y puede traducirse como “saqueador”. El verbo depredar, se vincula a robar y saquear con violencia. Para la ecología, la depredación es una interacción biológica en la que el depredador caza a una presa para subsistir, contribuyendo al equilibrio del ecosistema, controlando el número de individuos de las especies. “Depredador” es, también, el nombre de una criatura del género de ciencia ficción en el cine. Su característica es la de atrapar personas como trofeos, lo que logra más facilmente gracias a su gran capacidad de camuflaje.
No podría haber definiciones más precisas para los actuales gobernantes argentinos. Saqueadores por antonomasia de nuestras riquezas naturales, roban y violentan nuestros derechos más elementales, actúan como cazadores, atrapándonos para lograr la subsistencia de sus enormes poderes, controlando el número de la que consideran una sub-especie humana descartable, a través del horrendo arma del hambre.
Somos fáciles trofeos para sus andanzas saqueadoras, camuflados con los mismos trajes cada vez que aparecen, a pesar de lo cual muchas de las víctimas no logran distinguirlos como lo que son, gracias a sus principales aliados, los medios de comunicación. Ellos son los periodistas-guardianes, que actúan como guantes que esconden las garras de estos depredadores, que solo mostrarán cuando sea ya demasiado tarde.
Como todo depredador, tiene a su vez otro depredador que los controla. Organizados como una casta dominante mundial, estos “supra-depredadores” planetarios se denominan Fondo Monetario, especie muy conocida por las consecuencias de sus ataques despiadados en todas las regiones del Mundo, donde nada queda tras el paso de sus “soluciones finales” financieras.
Existe también un número importante de seres ambivalentes, que se pretenden depredadores, pero no lo son tanto, que son cazados pero no demasiado. La especie en cuestión cree formar parte de aquella raza saqueadora, solo por obtener algunas migajas que les sobran a los auténticos cazadores de humanos empobrecidos. Con extraño placer morboso, ayudan en las cacerías que realizan sus admirados superiores, para terminar, cuando las víctimas se acaban, siendo el bocado final de sus falsos aliados.
Los supervivientes de semejantes bestias, solo tratan de escapar temporalmente de la furia mortal desatada por esa especie maléfica. Escondidos entre los escombros de una sociedad profundamente malherida, subsisten a costa de sufrimientos de los que no alcanzan a descifrar sus orígenes. El miedo los convierte en presas más fáciles aún, porque los depredadores “huelen” esa condición en las que serán sus próximas víctimas.
Pero la historia biológica del Planeta nos permite vislumbrar otros destinos. Miles de especies han desaparecido a lo largo de su desarrollo. Centenares de ellas lo han hecho por la aparición de organismos casi invisibles, bacterias que, reunidas en millones, lograron acabar con los depredadores más peligrosos.
Seremos millones, también, los necesarios para terminar con esa especie mortal que nos viene alejando de nuestros pequeños sueños de vidas honestas, de las lógicas ansias de libertades y soberanías. Será un Pueblo organizado y obcecado en sus decisiones, el que logrará arrastrar a esos oscuros seres fuera de nuestro mundo, terminando con el engaño y la dominación, emergiendo como los sobrevivientes finales de una historia que, inexorablemente, habrá de culminar en la sencilla felicidad de la justicia social.

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