miércoles, 12 de octubre de 2011

LA ERA HUMALA: UN PROCESO EN DISPUTA


Movimientos contradictorios marcan este proceso político “en disputa”. El gobierno ha comenzado a cumplir promesas electorales y la hoja de ruta, mostrando (la ley de consulta previa, seguridad ciudadana, cambio constitucional declarando imprescriptible el delito de corrupción grave, impulso a UNASUR, acercar las autoridades a la gente) que quiere avanzar. El presidente Ollanta Humala gana popularidad, más allá de problemas, en un camino difícil y zigzagueante.
Pero las expectativas embalsadas y los problemas irresueltos que dejó Alan García asoman. Movimientos sociales comienzan a retomar las calles y las tensiones de una descentralización recortada se hacen sentir. En Tacna, Southern provoca, como en Tía María (Arequipa), un conflicto por el agua que la población reclama por escasa e indispensable, mientras la empresa pretende ampliar sus instalaciones –con mayor demanda de agua– a costa de la gente. La protesta se dejó sentir y casi 30 heridos mostraron que el cambio de estilos de conducta no es fácil.
Más al centro, en Nazca e Ica, los obreros de Shougang y sus esposas enfrentan el abuso empresarial con huelgas y movilizaciones: la insultante propuesta empresarial china de aumento a los obreros cuyos escuálidos salarios no tienen punto de comparación con el promedio minero.
Paralelamente, acusando el golpe de la derrota electoral de Keiko Fujimori y su PPK, la derecha económica juega sus propias cartas. Así, rápidamente y sin mucha discusión o información al país y a las autoridades presionaron por votar normas en relación con el indispensable aumento de tributación minera y los derechos de explotación, logrando cambiar la ley de regalías (de pagar un derecho sobre el volumen de producción a pagar sobre las utilidades brutas), dejando en la sombra la demanda de que cumplan con el pago de regalías la mayoría de empresas que hasta ahora no lo han hecho (por encima del fallo del TC), siendo claro para muchos analistas que la cifra que recaudarán las medidas adoptadas no cumpliría con los S/.3,000 millones adicionales que la Sociedad de Minería comprometió en acta firmada con el gobierno el 24 de agosto pasado. Desubicada y confusa, la derecha política se desespera por recuperar protagonismo. Quiere quebrar el bloque de gobierno: apoya al bloque neoliberal y los rezagos de un militarismo que anhela impunidad frente a violaciones de los DDHH, mientras pretende arrinconar a los sectores más progresistas. La estrategia es clara: rodear al gobierno, guillotinar a los sectores progresistas e ir arrinconando a Humala, mientras, sibilinamente, ofrecen sus servicios. No pasarán.

*Diputado oficialista por el Partido Socialista peruano
  Publicado en Miradas al Sur

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