Imagen de Rompiendo Muros |
El presidente Macri, demostrando que “de tal palo, tal
astilla”, continúa la senda de sus antepasados recientes, ligados a ciertos
sectores cuyas características pintó muy bien Francis Ford Coppola en la saga
de “El Padrino”. Tal vez porque su padre practicara aquello de “a hijo malo,
pan y palo”, le quedó resentido su espíritu, cosa que lo impulsa, según parece,
a replicar sobre la sociedad ese pobre paradigma.
Su impronta personal le agrega saña a su acción apaleadora, ordenando
que los palos sean esgrimidos con dureza contra quien se oponga a sus criterios,
por esa especie de robocops
subdesarrollados de la policía. Asegura que le ponen “palos en la rueda” a su
gestión, y que “ni a palos” se desviará de su rumbo hacia el ultra-conocido
precipicio neoliberal.
Haciendo caso omiso a aquello de que “los de afuera son de palo”,
recarga su capacidad de destrucción económica y social asociándose con el
imperio, a quien le compra profusa cantidad de armas. Claro sinceramiento para
definir sus próximos pasos, guiado por lo de “al bueno, regalo; y al malo, palo”,
Claro que para él, buenos solo son sus amigos del colegio Newman y malos todos
quienes se opongan a sus decisiones.
Palo y palo es lo que reciben los demandantes de aumentos
salariales. Más palos todavía reciben los maestros cuando intentan mostrar a la
sociedad lo calamitoso de su situación. Apaleados y gaseados, son arrastrados a
comisarías que no se ocupan de evitar delitos reales, sino de atrapar trabajadores
para redoblarles el castigo de sus condiciones miserables.
En la senda de los refranes, conviene recordar que “la culpa
no es solo del chancho, sino del que le da de comer”. Fue la propia sociedad
quien empoderó a la actual gestión. Prefirió cambiar, ayudada por los
apaleamientos mediáticos que hicieron mella en sus entendederas, logrando retroceder
al tiempo de las deudas impagables y los garrotes del miedo.
Aunque los palos también fueron propios. Por aquello de que “no
hay peor cuña que la del mismo palo”, los ingratos y traidores acumularon consensos
que sirvieron al Poder ceocrático instalado en la Rosada, solo para obtener
glorias efímeras o bolsillos repletos.
A partir de ahora solo queda el complejo camino de la
reconstrucción de los sueños perdidos y las esperanzas golpeadas por esos garrotazos
de la intolerancia. Solo queda devolver cada golpe de los palos represivos con
la pacífica manifestación de los votos, con las urnas y “la argentinidad, al
palo”.
Bueno, ya que recurre al refranero, permítame acercarle un refrancito franchute más o menos centenario: "Uno puede hacer cualquier cosa con las bayonetas, menos sentarse en una de ellas" - Donde dice bayonetas, ponga garrote, gas pimienta, robocops, táser..... en fin, toda la variedad del stock del dialoguista virrey y su inestimable colaboradora doña malbec bullrich.
ResponderEliminar