martes, 1 de noviembre de 2016

YUPPIES COMUNICACIONALES

Imagen Jornada Online
Por Roberto Marra

Yuppie es un término, más de tipo peyorativo, de uso extendido hace unos años, que habla de  esos jóvenes que se autodefinen como exitosos y ricos. Siempre con la última tecnología en sus manos, basan su supuesta supremacía intelectual en la negación de las de los demás, con una actitud de soberbia que no se corresponde con sus reales capacidades intelectuales. En los años ’90 tuvo su auge en las esferas de la especulación financiera, tan relevante en la estructura económica neoliberal.
Pero hoy día, en nuestro País, podemos observar cómo se han reproducido estos “personajitos”, con iguales o similares características a aquellos, en el ámbito de los medios de comunicación. La televisión nos depara el triste privilegio de soportar a muchos de estos engreídos, conduciendo programas supuestamente periodísticos, donde la denostación de los otros es la actitud permanente, donde la negación de la réplica es lo habitual, donde prevalecen los insultos velados o directos a sus interlocutores o a terceros mencionados en sus falsas investigaciones.
No contentos con pretender superioridades que nunca podrán demostrar, se empeñan en generar polémicas basadas en estigmatizaciones degradantes de las condiciones humanas de quienes son sus atacados de turno, tratando siempre de producir efectistas disputas al aire, donde jamás permiten que nadie, que no sean ellos mismos, pueda terminar una frase y, menos aún, aceptarles una opinión como positiva.
Lejos de ello, suben sus apuestas por el escándalo, reproduciendo sus agresiones con saña feroz, con la complacencia de sus compinches adjuntos, pomposamente llamados “panelistas”, que con menos inteligencia que cucarachas, se lanzan con fervor militante a lapidar al rival ideológico que fue invitado a esa mala imitación de un fingido reportaje.
Lógicamente, nada de esto sería posible sin la anuencia y la complacencia de los televidentes, cooptados por la maquinaria comunicacional, al límite de no ver lo que está a la vista. Como coloridos espejos opacos, las pantallas obnubilan las mentes de millones de enceguecidos necesitados de objetos de odio, que les permitan consolar sus penurias reales o imaginarias.
En tanto, del otro lado, los “posmodernos” yuppies comunicacionales continuarán alimentando sus propias miserias morales (y engrosando sus bolsillos), a costa del agravio y  la humillación de los honestos.

2 comentarios:

  1. El parecer que se gana, el juego socarron de los dueños de la pelota, los dueños de la verdad servil.

    Marketineros politicos encubiertos con el difraz de: imparciales periodistas , buscadores de la verdad, heroes de historietas, justicieros.


    TODO UN RIDICULO MEDIATICO ESTRAFALARIO.


    Verdades a medias ataques parciales , la viga en el ojo de los conductores del programa, el dedo queriendo tapar el sol, y a veces lo contrario encandilando con el sol para que no vean la mano del amo haciendose de dineros.

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  2. GRANDE RAUL RIZZO DECIRLES, ESTO ES UN DESASTRE SON UNOS ACCIONISTAS DEL HAMBRE, MALDITOS CURREROS Y NO ME CONFUNDAN CON PALABRERIOS.

    IRRESPETUOSOS DE TODO UN PUEBLO.

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