Imagen El Destape |
El odio de clase campea hoy,
por nuestro País, más que nunca. Los históricos dueños del Poder se adueñaron
en forma directa del Gobierno, comenzando, a partir de ello, una persecución
ideológica sin tapujos a quienes no comparten sus proyectos de dominación de su
Dios Mercado y sus ejecutores terrenales, las corporaciones.
Para lograrlo, no escatiman el uso de las herramientas que tiene a su
alcance, legales, o no tanto. A través de un Poder Judicial comprometido desde
sus inicios históricos con la oligarquía que proveyó siempre sus cuadros
dirigentes, se persigue a los principales representantes de sus adversarios
ideológicos. Buscan escarmientos ejemplares que desarme cualquier posibilidad
de retorno de políticas que no les permitan expoliar al Pueblo de la manera tan
oprobiosa como siempre lo hicieron cuando accedieron al gobierno.
En ese contexto, la detención ilegal de la dirigente social y política
Milagro Sala resulta paradigmática para la actual administración. Con la
colaboración necesaria e inestimable del ridículo remedo de “guapo de
ferretería” Gerardo Morales, se instaló en Jujuy un Estado fascistoide, donde
los derechos son solo un recuerdo, las detenciones ilegales una costumbre, los
golpes y las balas reemplazaron las palabras y el Poder Judicial se transformó
en una secretaría más del Poder Ejecutivo.
Sin observar límite alguno para sus embates vejatorios, el gobierno de
Jujuy expone con transparencia anticipada, el final que se puede prever para
toda nuestra Nación, ahora en manos de los históricos ultrajadores de la
soberanía popular y los derechos más elementales. No hay leyes que los
detengan, no existen reglamentaciones que los afecten, no reconocen autoridad
soberana alguna por sobre las propias. Aferrados a sus fortunas, en su mayoría,
mal habidas, deciden futuros de miseria y hambre para millones, asociados a los
legisladores colaboracionistas de turno, amnésicos de sus propios dichos y
pertenencias.
Etimológicamente, aparte de su acepción religiosa, la palabra milagro
significa «contemplar con admiración, con
asombro o con estupefacción». Nada más acertado para este caso: admiración,
sí, por Milagro Sala y su coraje. Y estupor, por los obscenos procedimientos de
sus cobardes carceleros.
Estos desgracisdos han transformado al sistema legal argentino en una empresa, sociedad anonima, en una empresa sociedad de responsabilidad muy limitada,
ResponderEliminarY a las camaras la quieren transformar en una empresa, en una fabrica de curros y negociados.
ESTOS SON LOS MISMOS QUE ACORRALARON A FAVALORO.
Cono no les va a molestar Milagro.
Si ellos quieren hacer leyes de fondo de inversion de viviendas, leyes con olor a las que hizo Clinton para favorecer a sus amigotes y con los años desemvocaron en la gran crisis financiera inmobiliaria de los Estados Unidos , la crisis del 2008.
LIBERTAD INMEDIATA A MILAGRO SALA SE LOS EXIJE LA ONU Y LOS ARGENTINOS QUE ESTAN INDIGNADOS POR ESTE INFAME ENGAÑO ESTE INFAME ABUSO Y RETROSESO EN LAS GARANTIAS CONSTITUCIONALES.