miércoles, 2 de noviembre de 2016

PRINCIPIOS PARA UN FINAL ANUNCIADO

Imagen Currín
Por Roberto Marra

El ministro nazi, Joseph Goebbels, escribió un Decálogo de acciones de propaganda dedicadas a asegurar el dominio sobre el Pueblo alemán de aquellos tiempos. El más famoso de los repugnantes “principios”, es el llamado “de orquestación”, que asegura que “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”, lo cual casi no es necesario explicarlo. Pero no fue el único.
Está el Principio de la transposición, o sea, “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. U otro, como el “de renovación”. Éste dice que “hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa.”
Y eso soportamos cada nuevo día, con la aparición de diferentes supuestos casos, donde se involucran a ex-funcionarios en tremendas corrupciones que, a poco de analizarlas, se descubren podredumbres propias que afloran por imperio de lo evidente. Se acumulan y multiplican  denuncias de quienes se han convertido en voceros oficiosos del Poder, ejerciendo como falsos defensores de las instituciones que mancillan y de un republicanismo que, en realidad, arrasan. Colaboran jueces y fiscales muy solícitos, que despliegan baterías interminables de acusaciones con fundamentos ridículos, pero con tanta alharaca y continuidad, que resulta imposible digerir un caso, cuando ya hay otro en puerta.
Hay otros principios del jerarca nazi que los dueños del Poder utilizan con particular denuedo, como  el “Principio de la silenciación”, consistente en “acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario”. En esto se basan para no exhibir datos económicos y sociales positivos de las gestiones anteriores, o para no transmitir las manifestaciones opositoras, o las opiniones de dirigentes que no le son afines, o para no mostrar las golpizas de sus fuerzas de in-seguridad a quienes realizan protestas.
En realidad, con el asesoramiento del embaucador Jaime Durán Barba, fiel seguidor de Goebbels, se cumplen con todos y cada uno de los preceptos del nazismo, verificado sistema de dominación de los Pueblos, sobre todo cuando éstos se encuentran particularmente debilitados por la paralela generación de un estado de pobreza que los arrincona contra la miserable pared del hambre y la exclusión social. Y el respaldo de la ignorancia mayoritaria, fundamento sin el cual es imposible cualquier despotismo.

1 comentario:

  1. Un inbecil sociopata maipulador no hace esto solo en una demmocracia, debe haber un ejercito de seudoperiodistas mediaticos carentes de principios que se venden.

    Un ejercito de trolls pagos en la red que operan con apoyo de los dueños de las redes sociales, que permiten este atropeyo a la opinion publica, hay complicidad de poderes economicos.

    Un infeliz autoritario con dos obvias manipuladoras ideas no seria nada en una democracia.

    Aca hay apoyos estrategicos de poderes economicos, aca hay mucho infeliz cipayo que apuñala traperamente a la democracia por mas de dos pesos.

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