Por Gustavo Daniel Barrios*
Los
fundamentos de la sociedad son piedras enormes que sostienen al país que vive y
se eleva sobre ellas. Las sociedades están basadas en andamiajes maestros, el
adefesio se cuela más tarde.
Se revela para mí con atractivo, la impresión que queda
al ver trabajar a Red Solidaria. Esta
organización filantrópica de algunos laureles, reacciona ante las situaciones
de catástrofe, u otras de menor complejidad, con la operatividad del silencio.
Sólo habla al final. ¿Podría alguien suponer en una entidad filantrópica, algo
que no fuera la operatividad ardua y la aflicción que aparecen al soportar los
deberes de la emergencia? Diría que no. ¿Podría alguien pensar citando a la Red,
un margen dejado para especular ante la muerte? Nadie podría imaginarlo.
Ahora me desplazo a otros ámbitos de la sociedad, y
recuerdo haber intercambiado ideas con un abogado por ahí, sobre casos que se
daban en actores políticos entrenados como el cazador de safaris. Deporte este
exclusivo para depredadores ricos. Es el caso de aquellos que matan a placer. Y
esto se da verbigracia con los especuladores políticos. Seguro que en seguida
alguien los relacionaría con los fondos buitres. Hablo del especulador de
absoluta incompasión y frialdad. Pues, matar a placer en política, al igual que
en un safari africano, equivale a un reflejo astuto y sanguinario, de
inocultable placer en ellos, que a la vez los separa –a estos mismos- del rango
de todos los que sufren, sienten pesar, lloran, reparan daños y muchas veces
por hacerlo reciben maldiciones. Hay que convenir en que el operador político
que negocia para su peculio en la catástrofe, ante la muerte, está divorciado
de la especie, aunque sería más justo decir que nunca formó parte de ella.
Los operadores
políticos prestos en la catástrofe, al salir a hacer negocios con la muerte,
absolutamente incapaces de sentir dolor, y yo doy fe de que son completamente
insensibles al dolor y los pesares del alma que sufre la gente normal, y ni se
afectan un mínimo ante la tragedia social, digo que esos actos los separan o
arrancan a ellos de la especie.
En estos días de dolor, de gran angustia para el bien
nacido, si usted se las ingenia para observar con detenimiento a un operador
político presto en la catástrofe, verá cómo en el medio del teatro de la
angustia de la comunidad, ellos medran extraordinariamente, y muy por el
contrario al hombre y la mujer transidos de dolor, ellos refulgen hiperpotentes
de energía.
Es inútil y ocioso puntualizar; cada uno lo hará. En
todos estos casos sus intervenciones detentan una perversión muy grande.
Justo es decir, que estas atrocidades acontecen en este
ciclo político, de carácter nacional y popular. Los comentaristas políticos más
didácticos, bien explican que Néstor
Kirchner y Cristina Fernández de
Kirchner, esta última con un poquito más de alcance, hicieron un acto
magistral: Ejercer el poder. Ejercerlo tal y como está previsto y proveído por la Constitución
Nacional.
Esta definición esclarece que antes no sucedía
estrictamente esto. Funcionaba generalmente un piloto automático o comando a
distancia. Yo exceptúo mucho aquí a Raúl
Alfonsín y a Arturo Illia. El
primero intentó hacerlo y luego desistió abiertamente; pero en este caso debe
marcarse que Héctor Magnetto lo
acorraló y políticamente lo ultimó. Illia
lo intentó, pero como en el caso de Alfonsín,
ellos nunca fueron cabeza o centro de un Movimiento –filosófico, político,
cultural, y por cierto, también de antropofagia gorila-, como es el peronismo;
el radicalismo es meramente un partido, y a la sazón, el más regresivo ya, en
esta competencia que tienen los partidos antirrevolucionarios en el país. Yrigoyen tenía toda la preceptiva, pero
es indiscutible que se partió cuando en vez de optar ser, en el caso de la crisis
del año 19 con los talleres, él optó
por soltar el freno, y la semana trágica lo empezó a consumir. Y debe decirse
que Yrigoyen nunca se ubicó ni
siquiera cerca de transformar el país hacia la justicia social. Todo lo
contrario. La preceptiva de Yrigoyen quedó
en el divague, y el otro radicalismo de la época, de raigambre gorila,
finalmente se adueña un tiempo después del partido.
Sobre el kirchnerismo
es dable pensar, que un intento de avanzar una nación, hacia zonas pocas veces
exploradas o nunca, adonde puede o podría establecerse, un standard alto a
perpetuidad para el país, ya ese solo intento es meritorio.
Pues en rigor, la suma de transformaciones, en: el
sistema judicial, comunicacional, económico y de soberanía política y
económica, en protección social, en tecnología y caminos, en acueductos y
generación eléctrica, software y aeronáutica, federalismo y derechos humanos,
presenta un escenario innegable de revolución.
Las etapas límines, siempre se visualizan perfectamente
mucho tiempo después, cuando el legado se narró en los libros de historia. Pero
también es posible aceptar las claves de este tiempo político, ahora cuando se
es testigo, en pleno desarrollo del ciclo en cuestión.
Pero... ¡¡¿y lo que falta?!! Lo que falta es el todo realizado
desde Néstor multiplicado por tres. Pero el tiempo es elemento esencial, y debe
meditarse en lo siguiente: ¿cuántas cosas caben en un segmento determinado de
tiempo, digamos una década? ¿todo cabe en una década? Es evidente que no. Todo
cabe en muchísimo más tiempo que eso.
De cualquier forma creo que el problema de esto que se
vio en estos días, se sintetiza en la decisión del mandato de Cristina de ser
dueña, artífice de nuestro propio destino. Y gobernar con las artes vernáculas,
las recetas caseras, el propio pan, porque además las artes vernáculas y las
recetas caseras resultaron ser las mejores del mundo. Al observar eso el
indócil, rabia o escupe desde la posición nihilista. Siempre se trató en
definitiva, de una ideología apasionada de ser dueños con recetas caseras,
frente a un nihilismo indócil, o nihilismo a secas.
El deterioro antiperonista es tan grande, que tratan de
humillar a la nación, señalando que existen pobres. Antes de responder a eso,
debe recordarse que aquí hay una pobreza con derecho a la salud, en todo tipo
de tratamientos. Con educación y asignaciones, acaso cerca de eliminar el
hambre. ¿Pero qué se quiere demostrar? Estados Unidos supera los cuarenta
millones de pobres, a la deriva y sin salud, que pueblan el país aunque falten
las fotografías del asentamiento irregular, porque es evidente que se suplen
con condominios de hormigón que por otra parte son horribles. La eurozona debe
estar en un número similar, aunque faltan las estadísticas confiables. ¿Qué es
lo que se quiere demostrar desde el nihilismo argentino con esa acusación? Si
alguna garantía tienen los pobres de cruzar el umbral de la gradual
prosperidad, es este proyecto que gobierna el país. ¿Qué es lo que quieren
demostrar y hasta dónde quieren llegar? ¿Qué cosa quieren hacer que no sea la
mugre de humillar a una Argentina que odian? Este es el problema.
Pongamos las cosas en su lugar. Se vio que el Gobierno
fue acusado de autoritario y prepotente, y acordémonos también, de peores que
los militares, habiendo tenido que tolerar callado cómo un reclamo sectorial
santacruceño, y otro reclamo sectorial en Ezeiza, tomaron medidas
incalificables, para sabotear a una provincia y al principal aeropuerto del
país. Se tildó al Gobierno de socio del imperio por la cuestión minera
preexistente en años. Sí, al mismo Gobierno que sublima en su lucha contra
Londres, consiguiendo prácticamente la adhesión de todo el globo por la
excelente fundamentación del reclamo.
Este mismo conjunto de acusadores vivía en el país,
cuando en los noventa, el socio de la dictadura Clarín, y los asociados de
hecho a Clarín y asociados formales de la dictadura restante, dominaban un país
en su curso hacia la disolución nacional. Disolución Nacional. Nunca, estos
acusadores de nutrida presencia en el
Congreso, se ocuparon de encausar su labor programática y/o parlamentaria, en
denunciar a Clarín y sus socios y ponerles presión, de una forma que no fuera
más que lugares comunes e inofensivos arrojados al viento para lucir bien.
Tampoco lo han hecho nunca en el tema de los agrotóxicos letales. Aquí para
ellos hay un solo enemigo, y ese es el Frente para la Victoria.
En ocasiones me pregunto si ese socio de Magnetto que es
Goldman Sachs, formará parte de este circuito infame que tanto mal le ha hecho
al país.
Se hace preciso reflexionar en este personaje. Magnetto
condujo un ataque reforzado y colosal, con sus socios de prensa, y reforzado
con frentes partidarios subordinados a postración, desde 2007, haciendo blanco
en Hugo Moyano. También en D’ Elía y otros. Yo debo marcar que Hugo
fracasó, pues el caso no lo deslinda a él de un fracaso tal vez antesala de su
ocaso. Pero tanto ataque contribuyó en
el desplome de Hugo Moyano. Toda esa
prioridad puesta en él principalmente, para separarlo de su romance con lo
popular, fue agotador y acaso tentador para el líder de la CGT.
Pero la anotación hablaba de Magnetto, quien desafía los anticuerpos republicanos más que
cualquier otro. También cuenta con la protección de un arco opositor que nunca
se ocupa de él. Si en los cafés, esos adonde concurren los dirigentes de la
oposición toda, usted consigue colarse en una de esas mesas, y saca el tema de Lidia Papaleo de Graiver, víctima de Magnetto, se encontrará usted con que la
odian. Pero obvio, sólo se lo confesarán en esos cafés.
En relación al tema minero, es llamativo que en Buenos
Aires y su área circundante, región tan alejada de las zonas extractivas, nunca
se había antes apurado el tema como ahora que por ejemplo Cristina gobierna. Digo con
el apremio que hoy se apura. Esto de entenebrecer a la población, el club que
bien se llamó por ahí del “falso virtuosismo”, tomó de rehén a buena parte de
la población. Debiera cesar el ciudadano medio, de condescender a una diatriba
de desespero, la diatriba de ahora o nos morimos, ahora o nos morimos, porque
se muere con los agrotóxicos. Debemos emplazar el trabajo de redireccionamiento
estratégico, en un tiempo que posibilite a los comités tripartitos o
cuatripartitos, llegar al buen puerto que permita trascender la situación
minera de hoy.
Lógicamente la discusión se orienta a mitigar o anular el
índice de contaminación, e incrementar los beneficios del erario público, y a
proporcionar a los trabajadores mineros la cobertura de sus mejores
expectativas, para el ascenso social de los hogares de esa comunidad.
Los gobernadores no poseen la lámpara de Aladino, y
además no se pueden omitir los acuerdos superestructurales, donde se plantea
que el mundo se desarrolla y los minerales se transforman en computadoras, instrumentales
de avión, satélites y comunicación en general, incluyendo las planchas para las
carcasas de barcos y aviones. Antes de suprimir esas economías, en la
cordillera hace falta reestructurar la economía. También tiene que llegar el
consejo y el concepto de los foros internacionales de discusión estratégica.
¿Cuál es la propuesta de los agitadores? A mí me parece que se han pasado de
vivos, y existe gente que sufre stress y humillaciones por el comportamiento
inmoral de estos aprovechadores.
Es imperativo marcar que la característica demencial del
operador político, es la firme determinación de estragar antes debilitando la
organicidad comunitaria. Este actor social sale a matar a placer, ya que es
imposible que se verifique en él el sustrato compasivo, como el que motoriza
las acciones del salvacionista, el hombre y la mujer filantrópicos, y en
consecuencia también de las entidades filantrópicas.
La gente ingenua es la presa más apetecida del safari.
Como es imposible hacer mella en el desarrollo económico, y el carácter
inclusivo, hacia un triunfo de lo popular que ellos desprecian, violan a la
población a base de mentiras y tergiversación.
¿Cuál sería el agente extranacional, por otra parte, de
una agencia extranjera gubernamental? ¿Cuál sería el agente de mayor rango y
responsabilidad, dispuesto por una agencia gubernamental extranjera en el país
donde vive y se asienta el agente cipayo? Parece bastante fácil de resolver: El
comunicador y cronista televisivo o de radio, que encabeza programación
central. Ese agente está puesto allí para quebrar la integridad comunitaria,
divivir, mentir con alevosía, o también con sutileza, y volcar países. En fin,
el dolo más ruin y brutal como es entenebrecer a la población y alejarla de la
verdad. Y este conductor de Radio o TV puede ser de perfil religioso o de
perfil nihilista. Sería el agente más mimado por las agencias de los países
centrales, con operaciones en extranjero. ¿De qué otro modo puede comprenderse
la profesionalidad enfermiza de obstinación, que utilizan estos sujetos para
mortificar a la población?
Cuando se medita en los operadores políticos y los
comunicadores perversos de Radio o TV, uno percibe cierto contacto, o ráfaga de
similitud, con los extramarginales del crimen. Pablo Escobar, Charles Manson,
Astiz, Lugones, etc. De algún modo se establecen conexiones entre el vicioso
legalizado y de éxito, y los marginales muertos o en prisión. Se hace muy fácil
entender que se conectan. Aunque esto es terrible.
*Escritor
Miembro del Centro de Estudios Populares (CEP)
No hay comentarios:
Publicar un comentario