jueves, 16 de febrero de 2012

CONTRASTES

Foto Tiempo Argentino
Por Bernardo Kliksberg*

La pobreza está aumentando fuertemente en el Continente Europeo. Según Eurostat es un 46% en Bulgaria, 43,1% en Rumania, 37,4% en Letonia, 29% en Lituania, 23% en España, 22% en Gran Bretaña. Según la Unión Europea en los 27 países, pasó de 85 millones en 2007 (17%), a 115 millones en 2009 (23%), y sigue subiendo. El desempleo de la Euroárea es actualmente del 10,3% y continúa creciendo.
Las recetas de austeridad han agudizado los problemas. Roubini, reconocido economista, planteó en el Foro de Davos, que están generando un círculo perverso y no resuelven los problemas a los que apuntan. Más austeridad en medio de la recesión como la que se está aplicando en Grecia, Portugal, Irlanda e Italia, produce baja del producto bruto, caída de la demanda, menor recaudación fiscal, y sube la desocupación.
Se estima que el producto bruto de la Euroárea no creció más que un 1,5% en  2011, y puede bajar un 0,8% en 2012. El de Inglaterra sólo creció un 0,9% en 2011. El de Grecia descendió un 5,2 por ciento. Se está por aplicar a la economía griega una reducción de un 25% en los salarios privados, y en el salario mínimo.
Los resultados macroeconómicos son inquietantes, y hay un grave deterioro social. Schwab el fundador del Foro de Davos que reúne a los principales empresarios del mundo, planteó a su inicio: “El capitalismo en su forma actual ya no encaja en el mundo. No hemos sabido aprender de la crisis del 2009.”
¿No hay acaso otra alternativa que los ajustes ortodoxos?
No parece. En la misma Europa por ejemplo Suecia que mantiene virtualmente intacto su Estado de Bienestar creció un 4,3% en 2011. Junto con Noruega, Dinamarca, y Finlandia, el modelo escandinavo combina buen crecimiento, competitividad y progreso tecnológico con baja desocupación, y alto desarrollo humano, todo ello basado en los mejores niveles de equidad del mundo.
También les va bien hoy a las economías de América del Sur, que experimentan amplias reformas sociales. El producto bruto del Brasil ha sobrepasado al de Gran Bretaña transformándolo en la sexta potencia económica del mundo después de USA, China, Japón, Alemania y Francia. Su desocupación ha bajado a un nivel récord. Es un 5,2%, la mitad de la de la Euroárea. Los gobiernos de Lula y Dilma sacaron de la pobreza a 40 millones de personas. Dilma está ahora invirtiendo 12 mil millones de dólares para los próximos tres años en su programa “Brasil sin Miseria” que se propone sacar de la pobreza extrema a los 16 millones de brasileros afectados por ella.
La Argentina creció en 2011, un 8,5% y en los últimos ocho años en las presidencias de Néstor y Cristina Kirchner, un 7,8% anual. Según consultoras privadas, un 20 aun 25% de la población salió de la pobreza y se convirtió en clase media. La desocupación termina de bajar a un 6,7 por ciento. Aumentó fuertemente el valor del salario promedio, del salario mínimo, y de las jubilaciones.
En Uruguay la pobreza se redujo en los gobiernos del Frente Amplio del 39 al 15 por ciento. El producto bruto creció un 8,5% en 2010 y un 6,3% en 2011.
La deuda externa de todos ellos está muy por debajo de las europeas. En la Argentina representa el 45% del producto bruto, en Brasil el 59%, frente al 79% de Gran Bretaña, el 82,3% de Francia, y el 120% de Italia.
En todos esos países, el apoyo público a los gobiernos basado en su gestión es muy elevado.
Las reformas potenciaron la producción nacional, el mercado interno, la ciencia y la tecnología, la educación, la salud. Fue un crecimiento compartido. La desigualdad ha bajado significativamente en Brasil y la Argentina.
Impulsaron fuertemente la integración regional.
Frente a las frustraciones reiteradas con las recetas ortodoxas en Europa, pareciera que es hora de que se mire con toda atención a experiencias como las nórdicas, y la de los modelos renovadores del Sur.
Los resultados diferenciados están a la vista.
 
*Publicado en Tiempo Argentino

No hay comentarios:

Publicar un comentario