miércoles, 8 de febrero de 2012

LAS MALVINAS, CAPARROS Y EL BURRO DE LA NORIA


Martín Caparrós
Por Dr. Rubén Visconti*

El título de este desarrollo que creemos valioso para realizar, con la opinión de todos, es el producto de haber tenido el pesar de haber oído en la noche del 7 de febrero de 2011, en una entrevista de la TV, canal 11, una insólita, desorbitada y extravagante opinión de un argentino que posee valiosos premios y distinciones como escritor, Caparrós, que lo sitúan desde ya, en los verdaderos enemigos de su propio país, con el agravante de que esas opiniones son solo el producto de su arrogancia personal, su auto-consideración de superioridad insultante, de solo su deseo de agraviar, a los solos efectos  de destacarse emitiendo ideas y afirmaciones que nos obliguen a hacer estos comentarios, aun cuando les sean críticos y desfavorables.
Es, en definitiva una forma de destacarse, se hacerse el notable, de querer aparecer como diferente, lo que, basado en su arrogancia y estupidez, le dan patente de distinguido, cuando en realidad ,solo le otorgan la condición de imbécil.
Sintéticamente, y mediante la utilización de argumentos incorrectos y forzados, el citado papanatas afirmó que Argentina no posee razones evidentes y objetivas para considerar que las Malvinas nos pertenecen.
Burro como los burros atados  a la Noria, que no advierten que giran en círculos infinitos y por lo tanto interminables , Caparrós respondió cumplidamente al medio de información, o mejor dicho de desinformación que bien le paga, y si no le paga bien es debido a que ese pago forma parte de que lo exhiban en la pantalla televisiva como un prohombre de la cultura nacional que puede dictar lecciones de súper dotado elevado a una falsa categoría de hombre superior, cuando en realidad no puede superar la condición de un pigmeo.
Qué dijo Caparrós: ignorando las resoluciones dictadas por las Naciones Unidas y el reconocimiento de todos los países sudamericanos, que los hechos históricos sobre los cuales funda la Argentina sus reclamos de pertenencia son banales, auto inflados y hasta falseados, cuya veracidad no supera los argumentos de Inglaterra y hasta quizás, los de cualquier otro país que hubiera tenido las mismas aptitudes de apoderamiento.
Ignoró, a  sabiendas, que la ocupación de las Malvinas efectuado por la potencia dominante en el momento en que se produjo, 1833, obedeció no a un hecho o decisión ocasional, sino  un verdadero plan elaborado hacia el futuro, como hoy lo comprobamos. Porque toda potencia auto proclamada para dominar el mundo, obra mediante la elaboración de planes a largo plazo, de modo tal de que el mundo siga el rumbo que esa potencia le dicta, acertando cumplidamente en sus predicciones. Una potencia con destino de dominio para lo cual tiene que prever ese futuro tal como lo necesita para seguir al frente, y que cuando por circunstancias inevitables no pueda ser así, aliarse con la potencia reemplazante, en este caso Estados Unidos  para continuar juntos una misma acción de dominio.
Así lo demuestran los hechos actuales en los cuales Inglaterra y su reemplazante EEUU ejercen acciones de apoderamiento de las zonas con existencias de petróleo, o como en el caso de las Malvinas del agua del futuro al margen de las dudas actuales de ser también una reserva natural del mencionado  combustible.
Así actúan al unísono, cada uno con su poder actual para dominar el mundo del futuro lo que determina que en tanto las Malvinas sigan incluidas en los planes a largo plazo de ambas potencias seguirán en manos ajenas, como ya sucedió en 1982.
Este razonamiento de los anticipos que las potencias realizan a muy largo plazo para continuar en ser los dueños del mundo, se ejemplifica adecuadamente con el denominado Consenso de Washington que elaborado desde mucho antes apuntó y lo obtuvo, la reposición del plan liberal en los años 70, sacando del arcón a personajes como Reagan y la Dama de Hierro, plan que, afortunadamente, fue derrotado en estos últimos años por la mayoría de los países sudamericanos, entre los cuales se destacó Argentina.
¿Quién puede ser tan estúpido para creer que esos planes para dominar o mejor dicho seguir dominando el mundo surgen de alguna cabecita aislada que repentinamente los piensa y pone en marcha?    
Caparrós, ignora todos estos argumentos o lo oculta para sostener su tesis que los transforma en un idiota útil de la derecha argentina, lo que hace un peligroso defensor de los enemigos de su propio país al otorgarle ventajas a los países dominantes.
Con el aditamento final de que recordando viejas simpatías y coincidencias con sus escritos y posiciones reconocemos en este personaje niveles intelectuales que, ante sus posiciones actuales, lo hacen mucho, muchísimo más culpable de sus dichos. Y como hizo EEUU con los residentes japoneses en su país cuando la guerra con Japón, habría que ponerlo a resguardo para que no formule semejantes argumentaciones.

*Doctor en economía, Docente de la UNR
   Miembro del CEP

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