miércoles, 8 de febrero de 2012

ANIVERSARIO DE LA CREACION DE LA BANDERA


Por Dr. Rubén Visconti*

Lo primero a destacar es un hecho muy singular, colateral al tema del aniversario. Nos referimos a la forma despectiva para con nuestra enseña patria con que se han referido los  personajes de siempre que pese a la paliza recibida el 23 de octubre pasado no se rinden.
Por lo menos así lo expresan al sangrar por la herida, como suele decirse en el ambiente futbolero cuando el equipo de sus preferencias perdió por goleada. Lo lamentable, es que los que así hablan  no son los directamente heridos sino sus amanuenses y alcahuetes que, suponemos, cobran  bien  por cumplir con esas deleznables funciones.
Al referirse a la prohibición acordada con otros países latinoamericanos para que ninguno deje amarrar en sus puertos navíos que exhiban como estandarte  una bandera de Las Islas Malvinas, lo tratan como un éxito menor porque “las banderas son solo un trapo que para evadir la medida restrictiva puede cambiarse por otra, otro trapo, según esas opiniones, quitándole todo valor al asunto.
Cambiamos el “trapo” y ya está, HECHA LA LEY HECHA LA TRAMPA, AFIRMAN SONRIENTES. Pretenden otorgarle a las banderas un papel secundario que por lo tanto puede ser utilizado para trampear como en una jugada de truco, quitándole toda la importancia y la significación que ese “trapo” posee para todos los pueblos del mundo y, por lo tanto, para el nuestro, como  símbolo de la soberanía, como estandarte por el cual en su defensa los portadores mueren en las batallas, que logran conjugar dado su carácter simbólico las opiniones de todos los que nacidos en cada pueblo dejan de lado todas sus  diferencias menores y mayores que en la vida cotidiana los enfrentan, para impulsar conductas de unidad totalmente singulares y sobresalientes.
Quien logra esos efectos mágicos de lograr la unión de los pueblos para pelear juntos en su defensa, evidentemente, porque así lo prueba la historia, la bandera, ese trapo de distintos colores que como tal no significan nada, pero que cuando se inscriben en una bandera, juntan las cabezas, los cuerpos y los corazones para defenderlos hasta hacer el sacrificio supremo de ofrendar la vida, aunque no sea más que para levantarla y sostenerla en alto como signo supremo de que la han defendido hasta perder la vida.
La bandera es así, la expresión suprema, el símbolo mayor que en todos los momentos de paz  o de guerra nos representa a todos y por eso, haber impedido su uso en la trampa ejecutada por el invasor imperial, es un triunfo hecho en paz, pero siempre defensor de la soberanía.
Al festejar los doscientos años de la creación del TRAPO BICOLOR que es la bandera argentina , como dice una frase histórica “ nunca atada al carro de ningún triunfador de la tierra”, sino a los estandartes que San Martin elevó a su máxima  gloria al ponerla al servicio de la libertad de todos los pueblos americanos, le rendimos nuestro más sentido homenaje que incluye en el mismos a todos aquellos que por defenderla y sostenerla en alto dieron su vida como la dación máxima que puede hacer un ser humano por el símbolo que lo representa totalmente.
Al impedir  su uso, el de la bandera de un país ficticio, hemos construido una defensa de nuestra soberanía que implica que sólo bajo la denominación de Islas Malvinas podrá usarse una bandera que no será otra que la azul y blanca, a la cual como símbolo unívoco de nuestra soberanía le rendimos el más profundo homenaje.
¡¡ Viva nuestra bandera, libertadora de pueblos, sostenedora de la paz, gloriosa aún en las derrotas, justa y generosa en las victorias, símbolo de un pueblo, el nuestro, que ama la paz y la concordia entre todos los seres humanos !!

*Doctor en Economía, Docente de la UNR
  Miembro del CEP

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