jueves, 3 de mayo de 2012

BREVE HISTORIA DE LOS PRESIDENTES POST DICTADURA


Por Dr. Rubén Visconti*

Finalizada la criminal y hasta ahora última dictadura militar se sucedieron tres mandatos presidenciales, a saber, 1)Alfonsin.1983/1989.2)Menem,1989/1999, y 3)De la Rua,1999/2001.
El primero llevó como bandera el prólogo de la Constitución Nacional, fiel a sus actitudes democráticas y creyendo  en ese prólogo sostuvo que con “la democracia se come y…….”
El segundo, al que muchos peronistas consideraron un santón con capacidad para resolver todos nuestros problemas y así lo votaron, como todo santón, macaneó de lo lindo con respecto a lo que iba a hacer, aplicando una vez en el gobierno, medidas totalmente diferentes a las anunciadas, sumándose al liberalismo más extremo que ya venía triunfando en el mundo a partir de los gobiernos de Reagan y Tatcher.
En el caso del petróleo, por ejemplo, privatizó a YPF, tomando una disposición más extrema que la del mismo Perón que antes de su derrocamiento había comenzado sus negociaciones con grandes empresas extranjeras de esta rama. Los peronistas no entendieron la diferencia y lo siguieron apoyando a tal punto que fue  reelegido para un segundo mandato; en definitiva Menem hizo lo mismo que el radical Frondizi que luego de escribir su famoso libro sobre  “Petróleo y Política” reivindicando la soberanía nacional, también negoció con las grandes empresas extranjeras, decidiendo que antes que la soberanía era mejor apoyar el autoabastecimiento.
Menem hizo ministro a Cavallo y se entregó totalmente al liberalismo más extremo, privatizó todas las empresas públicas, puso el 1x1 facilitando la venta y el cierre de todas las empresas argentinas, produjo desocupación fenomenal, pese a lo cual, reiteramos, volvió a ser electo en 1995.
Alfonsín, siempre defensor de los principios democráticos le facilitó a Menem esa reelección generando juntos el famoso Pacto de Olivos, cambiando esa reelección por las migajas de un tercer senador por cada provincia. Un pecado capital.  
Alfonsín se fue pareciendo durante su gobierno con bastante antelación a Menem mediante el cambio de su ministro de Economía por Sourrille que, también sin tanta exageración, pensaba y aplicaba medidas similares a las de Cavallo  y, por lo tanto fue en realidad el continuador de la corriente liberal a ultranza iniciada por la dictadura militar, a la cual, sin embargo, la comandó y dirigió no un milico sino un “economista”, Martinez de Hoz.
Alfonsín resultó así un acompañante de la política liberal de esa  dictadura abriendo las puertas a la continuidad menemista, por ejemplo, con la ampliación de la deuda externa que pasó durante su gobierno de 45.000 a 65.000 millones de dólares, siguiendo la costumbre nefasta de cubrir los déficits internos con créditos del FMI a tasas de interés descomunales.
La línea que sin solución de continuidad  se inició en 1976 con aplicación de medidas ultraliberales se continuo con los gobiernos de Alfonsín, se agravó con Menem y finalizó a toda orquesta con De la Rúa, que no gobernó dada su total incapacidad para el cargo y llamando otra vez a Cavallo para que lo sacara del agua.  Así , esa línea de continuidad absoluta en todos los aspectos básicos de la teoría liberal se puede verificar perfectamente en los gobiernos de la dictadura, Alfonsín, Menem y De la Rúa, que con todas las diferencias restantes que pueden alterar  estas conclusiones en otros aspectos, marcan a fuego su similitud. De la Rúa, radical, puso en marcha el AJUSTE.
La gravedad de estas conclusiones las podemos encontrar en que el pueblo argentino, salvo en el caso de la  dictadura en todos los otros gobiernos posteriores los votó, en tanto pequeñas minorías despotricábamos en total oposición, previendo y anunciando el caos .Pero, éramos solo una pequeña anécdota en la política nacional.
 Y así, como consecuencia inevitable de esa continuidad histórica que los sucesivos gobiernos mencionados, dictadura, radicales, peronistas y radicales que coparon el Frente final, el país se encontró antes la más grave crisis de su historia en el 2001, cayendo en un pozo tan hondo que era muy difícil suponer que resultaría imposible regresar a la superficie y volver a respirar aunque fuere con muchas dificultades.
Pero, en esos momentos apareció sin preveerla ni esperarla el comienzo de la solución, casi de casualidad ”Kirchner” resultó en ser presidente del país partiendo de un miserable 22% de los votos ante lo cual “la Nación” afirmaba que solo duraría un año.
Y” Kirchner” rompió la cadena que hemos mencionado del liberalismo comenzando con la aplicación de medidas que nadie preveía a pesar de sus mejores expectativas y esperanzas.
Rota esa cadena de la economía liberal comenzó por establecer la primera condición básica para lograrlo, romper con el FMI, decidiendo la primera medida de independencia que permitió la recuperación de la soberanía monetaria, hoy completada con las reformas a la carta orgánica del Banco Central.
Y así siguió, no con total acierto pero si siguiendo esa cadena de medidas opuestas al liberalismo construyendo una nueva economía mediante la indispensable intervención del Estado y apuntando siempre en favor de una mayor igualdad, base fundamental para apoyar las libertades democráticas para todos.
Que hay críticas que hacerle, por supuesto, pero ninguna de ellas destinadas a opacar sus objetivos.
Concluyendo, afirmamos que el actual gobierno es el mejor que hemos tenido los argentinos en los últimos años y que ante el mismo se encuentra una oposición contumaz que basa en el rencor y el odio que les impide sumarse positivamente con el objetivo de impulsar la línea elegida con nuevas propuestas en el mismo sentido; que no vale la pena, sino que aquellos que reemplazan sus quejas actuales por el recordatorio de los hechos y conductas del pasado del cual ninguno se salva, aún muchos de los actuales participantes del actual gobierno que las han rectificado, pero que no son útiles nada más que para, reflejando ese odio y rencor opositor, les sea útil para expresar discursos enardecidos sin otro objetivo que el de explayarse en esas broncas que no pueden superar porque se sienten derrotados.
Si aprendieran a vivir el presente, a aceptarlo, a empujar mediante propuestas en favor de todos los argentinos, abriendo los ojos y sus cerebritos a la realidad, seguramente tendrían otro destino político futuro muchos más promisorio que el que actualmente les asegura sus expresiones basadas exclusivamente en el rencor y el odio.
Simplemente, sumándose con críticas, con planes superadores y apoyos correctos pero no por ello complacientes, volverán a encontrar el verdadero camino, qué quien les dice, hasta los lleva ocupar el sillón de Rivadavia.

*Doctor en Economía, Docente de la UNR, Miembro del CEP

1 comentario:

  1. El artículo hace gala de buena memoria, característica ausente en casi la mayoría de la oposición política y jamás empleada por los medios oligopólicos, no vaya a ser cosa ...
    Para apoyar sus afirmaciones, habría que poner de manifiesto la forma desfachatada en que el "poder establecido" se desvivió por instalar el consenso de que "la política era sinónimo de corrupción", de manera que todo tipo de decisión partiera de sus egoistas intereses económicos. Consecuentemente, los "políticos" tradicionales actuarían como meros voceros de los verdaderos decisores.
    Costó un enorme esfuerzo desmalezar la tupida urdimbre de mentiras con las que distorsionan la verdad y sesgan la realidad de cada día.
    Es indudable que sin política y sin políticos, especialmente si son honestos y patriotas, no iremos a parar a ningún lugar bueno.

    Saludos
    Tilo, 71 años

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