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Se
pueden perder las esperanzas, se puede perder el tiempo, se puede
perder un colectivo, se puede perder un partido, se puede perder el
juicio, se puede perder el respeto, puede perderse el agua, se puede
perder la calidad, se puede perder en un bosque (de la China o de
acá), se puede perder en un laberinto, se puede perder por el
alcohol, se puede perder en la quiniela, se puede perder el final de
una película, se pueden perder papeles, se pueden perder los
nervios, se puede perder la cordura, se puede perder dinero (y esto
es muy preocupante por estos tiempos).
A
pesar de estas claras posibilidades de perder en tantos actos
cotidianos, un excelso pro-hombre (¿u hombre PRO?), a la sazón
miembro del ámbito legislativo nacional, ha descubierto que se puede
ganar dinero, perdiendo plata. No se puede decir que no es una teoría
interesante. Esto da por tierra con milenios de desarrollo
matemático, con decenas de estudios economicistas, con lógicas que
parecían inamovibles.
¡Por
fin alguien que descubre la verdad que hará posible la felicidad del
perdedor! Basta de las malas ondas de los eternos anunciadores de
desgracias. Basta de quejas porque no alcanza el salario o la
jubilación. ¡Mentiras! Claro que alcanzarán, si aplicamos
convenientemente este esperanzador teorema del “profesor”
Tonelli.
Todo
consiste en explicarle a los jubilados que con menos, se puede más.
O que menos, es más. Lo cual significaría que los alquimistas
tenían razón y la piedra filosofal ha sido encontrada. La esperanza
milenaria de trocar lo sucio en oro parece haber llegado, como dijera
Silvio Rodríguez en “El reparador de sueños”. Todo gracias a la
inventiva (¿o será invectiva?) de nuestro destacado académico y
diputado.
¿Por
qué buscar inconvenientes, donde hay tanta ilusión anciana? ¿Por
qué hacer trizas el optimismo (un poco exagerado, es cierto) de tan
noble legislador? ¿Por qué no esperar el mes de marzo, para saber
si su teoría resulta cierta?
La
probable respuesta unívoca a estos interrogantes casi retóricos,
sería decir que la vida es, simplemente, un camino hacia la muerte.
Tonelli y sus amigos solo se están encargando de transformarlo en
veloz autopista, para que lleguemos mucho más rápido a ella. Y
además, pagando peaje...
Una pena que usted haya dedicado su esfuerzo a ese verbo tan antipàtico, como es "perder", especialmente porque este buen señor está en pleno acto de "ganar" ya que su frase está en el podio de las bolu-frases, el podio de las estupideces de malísima leche y el podio de las mentiras amarillas..... tal como le corresponde a un winner de la presente revolución de la desgracia....
ResponderEliminarHay que reconocerle los méritos, no cree?.