Por Dr. Rubén Visconti*
Los liberales le tienen pánico a la simple expresión que implica el
concepto de planificar, al cual le asignan un tufillo similar a imposición, a
dictadura, ellos sostienen que el uso de recursos escasos para satisfacer
necesidades múltiples y crecientes es suficiente el sagrado mercado que,
como lo demuestra la realidad de los
últimos 300 años reparte solo en favor de los sectores del poder económico.
A nosotros en cambio nos resulta atrayente la tarea de planificar destinada
a la asignación de esos recursos escasos no a los poderosos, sino a los
sectores más débiles y por lo tanto más necesitados de los componentes de las
sociedades humanas.
Por esa razón y ante el conocido plan de viviendas lanzado por el gobierno
nacional destinado a esos sectores que plantea la construcción de 400.000
viviendas en los próximos 4 años y particularmente de 100.000 de ellas de aquí
a fines del 2013, sostenemos la necesidad de que para que el plan resulte debe
planificarse minuciosamente un conjunto de medidas que aseguren esas promesas
que no solo sean las de construir sino que, además, obren como elemento
catalizador de otorgar empleos, mantener y ampliar el mercado interno y evitar fundamentalmente
que se genere un proceso de creciente inflación fundado en el crecimiento de la
demanda efectiva por encima de la oferta existente, particularmente en el rubro
de materiales para la construcción, muchos de los cuales están en manos de
escasos oligopolios que manejan los precios pensando en su exclusivo beneficio.
Para lograr esos y otros objetivo es indispensable PLANIFICAR una serie de
aspectos sin lo cual las promesas y sus efectos positivos caerían en saco roto
contrariando el círculo virtuoso que la decisión busca poner el marcha.
Como no tenemos noticias de que el desarrollo del plan conlleva
paralelamente medidas de planificación destinadas a asegurar y garantizar su
éxito total, y áun para el caso muy lógico de que este escrito sea totalmente superfluo,
nos tomamos el atrevimiento de ofrecer algunas ideas al respecto aunque
finalmente fueran totalmente innecesarias.
Partamos de la base de que la planificación en relación con la oferta de
mano de obra disponible destinada a la propia construcción sería fácilmente
resuelta dado el nivel de desocupación aún existente y que la creación de
cooperativas de trabajo es una correcta idea ya puesta en marcha con suficiente
efectividad. El problema, como ya lo anticipamos, aparecerá sin ningún lugar a dudas por el lado
de la oferta de los materiales necesarios en tiempo y forma, para lo cual será
necesario sacar la compra venta de esos materiales del mercado de la oferta y
la demanda dictando las medidas para evitarlo. Obsérvese que al solicitante de
un crédito para la construcción de su vivienda al cual se le entrega una
cantidad de dinero con el cual deba enfrentar los seguramente crecientes
precios del mercado, será lo mismo que mandarlo a la hoguera, ya que el mismo
se transformará simplemente en un regalo griego como les pasó según cuenta la
historia a los habitantes de Troya que dejaron que el famoso caballo entrara
mansamente.
Para evitar este problema, y teniendo en cuenta que el plan contempla tres
alternativas que pueden ser contempladas conjuntamente, la primera de aquellos
que poseen un terreno, los que recibirán un terreno constituido de posesión del
Estado nacional, provincial o municipal y los obtengan un crédito destinado a
la adquisición de un terreno para destinarlo a la construcción contratando
privadamente, se debe organizar un llamado a licitación para cada proyecto
destinado a la oferta de los diferentes materiales para que esos oferentes al
adquirir el derecho al a provisión se comprometan a mantener los costos de los
mismos durante el plazo de construcción y cobrando sus entregas al ritmo previsto
por parte del Banco Nación u otra entidad que desee participar mediante la
presentación de los certificados correspondientes.
Estado o empresas que tomen a su cargo la construcción al ritmo previsto y
preestablecido y las segundas a las entregas establecidas sufrirán las multas
correspondientes si así no lo hicieren.
En esta propuesta dejamos para su estudio los pequeños detalles que
permitan aplicarla sin errores, que no se nos aparecen como significativos,
agregando como un detalle más que el Estado, ante el conocimiento posible de
una oferta nacional muy inferior a la demanda agregada que se pondrá en marcha,
puede financiar mediante créditos bancarios o decisiones de inversión, por
ejemplo, en fábricas de ladrillos, explotación ampliada de cemento y otras de
la sinnúmero que estarán interesadas en invertir un capital para la producción
poseyendo desde el principio una demanda garantizada de hasta 400.000 unidades
de viviendas que la requerirán, con la seguridad de la venta de su producción y
además con los menores costos derivados del uso de su plena capacidad
productiva.
Un ejemplo: si en un municipio cualquiera que posee terrenos para poner a
disposición de la construcción de un X números de unidades viviendas de
construcción standard en metraje y condiciones restantes de habilitabilidad, de
dos dormitorios, cocina, baño y sala que puede involucrar 70 m2 cubiertos,
calculados los materiales para darlas por terminadas, se pueden calcular
precisamente los materiales necesarios, los tiempos de entrega al ritmo de la construcción,
a costos sin modificaciones salvo cambios en los salarios, con 4 personas por
propiedad, y otros detalles, ¿por qué no se puede generalizando esta
metodología a todas las unidades prometidas, aún de aquellas que no deseando la
unidad standard prefieran seguir sus propios deseos?, ¿PORQUE NO PODRIA SER LA
BASE PARA LA CONSTRUCCION DE 400.000 VIVIENDAS SIN INFLACION CON AMPLIACION DEL
MERCADO INTERNO, DISMINUCION DEL NIVEL DE OCUPACION Y FINALMENTE CUMPLIMIENTO
EFECTIVO DEL PLAN PROPUESTO?
*Doctor en Economía, Docente de la UNR
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