miércoles, 20 de junio de 2018

LA COCINA DE LA INJUSTICIA

Imagen de "Periodista Digital"
Por Roberto Marra

Jueces que pretenden aplicar la Constitución, son tirados a la bolsa de los desperdicios republicanos. Jueces que se avienen a las necesidades de los poderosos, son servidos en plato de oro en los juzgados y las cámaras tribunalicias. Fiscales que intenten investigar apegados a la búsqueda de la verdad, son puestos en el freezer para congelar sus ideas de justicia. Integrantes del Consejo de la Magistratura que actúen en acuerdo con los dueños del Poder, son adobados con las lisonjas de los medios necesitados de sus servicios.
Ese es el “menú” de este “restaurante” de ideas retrógradas, platos vencidos y banquetes de pocos invitados. Demasiado acostumbrados a los alimentos ajenos, sus comensales se apoderan descaradamente de lo que no es suyo. Al resto de quienes intentan acceder a ese “comedor”, solo les arrojan algunas migajas a los serviles, dejando a los demás con “la ñata contra el vidrio”, para que vean como devoran sus pantagruélicas comilonas los “amos” de este decadente mundo leguleyo.
Ese el “sistema judicial”, poder caído en la desgracia del contubernio y la corrupción que dice combatir. Es una de las patas de las mentiras utilizadas para destruir la construcción virtuosa de una Sociedad justa. Es el medio del que se han valido siempre los oligarcas, además de las fuerzas armadas, para imponer sus voluntades y acabar con cualquier intento de rebelión contra sus desproporcionados lucros. Es la manera de eliminar a sus enemigos más notables, aquellos que se atrevieron a desafiarlos intentando renovar la “cocina” de ese sucio reservorio de inequidades.
Los puestos de cocineros de esta particular “taberna”, oscura y mugrienta, se reservan para muy pocos parroquianos, privilegiando a los herederos de doble apellido y “estancias de papá”. Acceder a las entrañas de ese tenebroso mundo del “alimento” jurídico del Poder, está proscripto para los que sueñan con libertades y justicias populares, los estudiosos leales de las leyes.
Los cargos de “mozos” del “mesón” leguleyo, están cubiertos por personajes politiqueros siniestros, verdaderos vampiros de la realidad, capaces de asegurar la aplicación de los dictámenes de sus jefes de los altares de la injusticia. Auténticos líderes de la coima y la traición, actúan bajo el amparo de los publicistas del “reino” pseudo-democrático, feudo levantado a fuerza de hambre y desamparo de los que nunca llegan a probar sus recetas, salvo las que se tragan por la brutalidad de los palos policiales.
Habrá que pensar en cerrar este “bufé” del odio y el escarnio. Habrá que hacerse cargo de terminar con todas y cada una de sus “recetas”. Se deberá pensar la apertura de otro tipo de “comedor” jurídico, donde no quepan nunca más los representantes de ese sucio Poder que esconde la “comida legal” en la parte más alta de las alacenas de la cocina judicial para escamotear las raciones justas para todos, en nombre de futuras saciedades que no llegan de ningún modo.
Y deberán ser aquellos que solo podían mirar desde afuera el obsceno atracón de inequidades, quienes se atrevan a abrir las puertas de un nuevo “comedor”, arrojando al pozo ciego de la historia a los empachados de miserias ajenas en nombre de algo que jamás respetaron ni comprendieron: Justicia. Pero Justicia Social.

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