Por Walter Paz*
Decíamos en la pasada edición de Sudestada acerca del golpe de
estado en Paraguay que al momento de sacar a Lugo varias personas irrumpieron
en el Canal de la TV Pública en
Asunción exigiendo cambios en la grilla de programas. Ahí nomás, este Congreso
ratificó que no quería el ingreso de Venezuela al MERCOSUR, y desconoció las
voces de los Cancilleres de la
UNASUR que habían viajado al Paraguay para hacerle saber a
los golpistas que ese gobierno no sería reconocido. Todo eso marca la orientación
que anima a los usurpadores del gobierno empezando por esta especie de Cobos
llamado Franco.
Pasaron los días, hay resistencias y movilizaciones en el interior
del Paraguay, la capital vive una activa presencia de fuerzas de seguridad. El
golpe, se podría decir, fue como un cachetazo. Pero en las reuniones de la UNASUR y sobre todo en la
del MERCOSUR, creo yo, que se devolvió el cachetazo con la incorporación de
Venezuela a este organismo, al tiempo que se suspendía al Paraguay.
La imposibilidad de contar con Venezuela en el MERCOSUR, es decir
la imposibilidad de integrarlo regionalmente no era un interés directo de los
poderosos del Paraguay, pero sí era una necesidad de los EUA, seguir impidiendo
o ralentizando de la manera que sea nuestra integración continental. ¿Qué le
puede importar a un empresario sojero de la tierra guaraní el ingreso del país
que conduce Hugo Chávez al MERCOSUR? Nada le importa, pero sí le importa a
Washington.
Por eso, a pesar de la mala nueva que significó y significa este
golpe, también podemos disfrutar esta muy buena noticia con el ingreso de
Caracas a este foro económico. También es una muestra del espíritu que anima a
esta región, la decisión de no perjudicar al pueblo paraguayo, aún así, algunas
consecuencias de distinta índole van a hacerse sentir dado que la suspensión
implica que queda afuera de los beneficios que comparten los estados miembros
al comerciar entre ellos.
Los golpistas son básicamente tres: los vinculados al agro-negocio,
la oligarquía terrateniente y los dos partidos históricos: colorado y blanco, todos
con control de los medios informativos y todos ellos amoldados a los intereses
norteamericanos. El golpe en Paraguay le da una vuelta de rosca más al problema
geoestratégico latinoamericano. Hoy Paraguay es una puerta de entrada al
Amazonas y al Acuífero Guaraní para los yanquis.
Mañana hay elecciones en México, esta nación fronteriza con el
imperialismo yanqui viven en la violencia extrema, penetrada por todos lados
por distintos organismos norteamericanos como la USAID, la DEA, el COMANDO SUR, etc.
Termina el gobierno de Calderón con su tendal de 50.000 muertos, 45 periodistas
asesinados, todo en seis años de aplicar el concepto de sacar las fuerzas
armadas a la calle, luego de aplicar el Plan Mérida ideado en Washington. Ha
sido una combinación mortal de violencia delictiva y represión estatal
desbocada. Con una clase dirigente totalmente corrupta, una oligarquía
terrateniente tradicional y otra oligarquía nacida al calor del narcotráfico,
con monopolios mediáticos y un descreimiento generalizado en la población.
Hasta ahora se espera que gane -nuevamente- el candidato del PRI Enrique Peña
Nieto y que López Obrador, candidato opositor, no llegue la cantidad necesaria.
Y un par de renglones para Egipto, en la Plaza Tahrir el nuevo
presidente Mursi habló a los miles de presentes y se juramentó frente a ellos,
hoy tiene que asumir formalmente con un Congreso cerrado por la Junta militar, con una
Constitución manipulada por ellos mismos que han buscado una especie de
amnistía y sobre todo de continuar manejando su propio presupuesto.
*Columnista del programa Sudestada, Radio Nacional Rosario, AM1300, Sábados de 7 a 9.30 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario