jueves, 21 de junio de 2012

¿EL PLANETA FÚTBOL CONTRA CRISTINA?

Por Víctor Ego Ducrot*
 
Nadie más o menos informado sobre lo que sucede en el País se le estará escapando que el planeta fútbol se ve azotado por una tormenta peligrosa. Violencia y complicidades varias entre dirigentes políticos, sindicalistas, matones, crimen organizado y elementos de las fuerzas de seguridad, tejen y protegen una espesa trama de acciones y encubrimientos que poco tiene de pasional y futbolera: es una herramienta de los sectores más retrógrados de nuestra sociedad para la impiadosa práctica que vienen desarrollando contra el proyecto de país que encabeza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El portavoz de la barra brava de Independiente, “Bebote” Álvarez, encapuchado o con su rostro oculto por una careta, pone en aviso a radios y canales de TV acerca del día y la hora en que se presentará a las puertas del club, con la intención de increpar al titular de esa institución, Javier Cantero, y que su patoteo intimidatorio sea propalado por los noticieros de la tarde-noche.
No hicieron falta demasiadas investigaciones para encontrar ciertas señales sobre el tejido político de esa maniobra, en la que Bebote es apenas fuerza de choque y cara o careta visible.
El secretario gremial del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, hijo mayor del titular de la CGT (Hugo), se manifestó con dureza contra Javier Cantero, de quien dijo está librando una “guerra santa” contra los barrabravas. “Cantero está diciendo que echó a los sindicalistas. Que se ponga a gobernar y se deje de hablar sin saber (…), que deje de decir les gané a los sindicalistas, le gané a la barrabrava, sin saber que, sin ningún tipo de interés, los que más hemos hecho por Independiente o que más han aportado son Pablo y Hugo Moyano”, dijo hace muy pocos días Moyano junior a un medio radiofónico de Héctor Magnetto.
El hijo del no sabe hasta cuándo jefe de la CGT tiene públicas relaciones con la barra brava que se expresa a través del Bebote, pero cuando se le pregunta sobre sus relaciones con este, apela a la fórmula clásica: que lo conoce por haberlo visto en la cancha, como un hincha más. Como seguramente podrían haber dicho que se conocieron Matías Soria y Gonzalo Saucedo, acusado y víctima del asesinato cometido hace poco más de una semana en una de las plateas del Monumental.
Difícilmente, las investigaciones fiscales sobre esa y otras tantas causas sobre actos de violencia y homicidios registrados en el planeta fútbol puedan llegar a buen puerto si quienes están al frente de las mismas no bucean en las aguas profundas de esa especialidad del crimen que amenaza con desmadrarse. Es allí donde aparecen algunas voces reservadas como la que se animó a conversar con Tiempo Argentino, a cambio de mi promesa de estricta confidencialidad: “Soy hincha de River, muy hincha de River, y te aseguro que la muerte de Gonzalo va más allá de la rivalidades de barrio que dicen tenía con ‘El Mati’; muchos de esos pibes están trabajando para punteros de Mauricio Macri, los mismos que se juntan con gente de Moyano (Hugo), para armar bardo; todo el mundo sabe que ahora Moyano se junta con todos los que están contra el gobierno de Cristina, y además hay mucha guita en juego… ¿viste cómo algunos salieron a elogiar a la cana de Macri (Policía Metropolitana); ¿vos creés que es casual?... Yo te aseguro que no; se maneja mucha guita y los dirigentes lo saben porque ellos están en la joda… ¿o por qué te crees que en la AFA todos se hacen los boludos cuando Cantero se enfrenta a las bandas de Independiente?... ¿Quieren saber más?, que le pregunten al Momo Venegas y a otros sindicatos, que son los que le dan laburo a muchos barras.”
Pese a los manifiestos pactos de silencio, en el planeta fútbol habitan algunos buenos observadores y ciertos memoriosos. Entre los primeros están quienes se encargan de resaltar, por ejemplo, que, hace pocos días, la primera baja en el Gabinete del gobierno provincial santafesino de Antonio Bonfatti fue su ministro de Seguridad, Leandro Corti, quien no habría podido resistir los embates del submundo barrabrava, tras su negativa a que el partido entre Rosario Central y Patronato, de Entre Ríos se jugase en Santa Fe, en la cacha de Colón; negativa que Bonfatti desconoció. Entre los segundos están los que recuerdan que el ex astro Martín Palermo visitó en la cárcel a ciertos barras de Boca Juniors; que el ex intendente de Morón y ex relator deportivo, Juan Carlos Rousselot, usó la barra brava del Deportivo Morón para suspender una sesión del Concejo Deliberante; que, en enero de 1993, el entonces presidente Carlos Menem le conmutó la pena a Emilio Narváez Chávez, barrabrava de San Lorenzo de Almagro condenado por asesinar a Saturnino Cabrera, socio de Boca Juniors; que el dirigente gastronómico Luis Barrionuevo tiene relaciones estrechas con la barrabrava de Chacarita Juniors, la misma que le aportó matones al levantamiento del coronel Mohamed Alí Seineldín contra el ex presidente Raúl Alfonsín; que el “Polaco”, legendario jefe de la barra de Independiente, fue guardaespaldas de Hugo Moyano, y que Emilio Quiroz disparó contra militantes de la UOCRA, aquel 17 de octubre de 2006, cuando los restos de Juan Domingo Perón fueron trasladados a la quinta de San Vicente.
La provincia de Buenos Aires también está en el ojo de huracán. El pasado día 14, el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, dijo que el gobernador Daniel Scioli, hará “un importante anuncio” vinculado con la seguridad deportiva en los estadios de fútbol de su jurisdicción, pero no son pocas las voces que manifiestan su descreimiento respecto del cuestionado dirigente. En declaraciones a la agencia pública de noticias , el presidente del bloque de diputados bonaerenses del Frente Amplio Progresista (FAP), Marcelo Díaz, pidió esta semana el desplazamiento del secretario ejecutivo del Comité Provincial de Seguridad Deportiva (CoProSeDe), Rubén Pérez, ante los “reiterados hechos de violencia” en las canchas de fútbol. “Hay una presunción de que existe siempre una relación entre las barras bravas, la dirigencia, las fuerzas de seguridad y la política. Creo que llegó el momento de hacer los cambios necesarios y, para ello, hace falta el cambio de personas. El CoProSeDe no logró la satisfacción que se esperaba en este sentido. Siempre existió un blindaje protector combinado sobre la dirigencia política y la del fútbol para que no se aborde el tema de la violencia en las canchas, pero esto no puede suceder más y es absolutamente necesario un cambio”, sentenció el legislador.
¿Existen o no elementos de prueba para estar alertas?
*Publicado en Tiempo Argentino

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