Por Dr. Rubén Visconti*
Como también existen pese a lo cual muchas veces los dejamos de lado, hoy,
cumpliendo con la obligación de referirnos a temas locales que también, como es
lógico, afectan a nuestros conciudadanos, vamos a referirnos a un tema que es,
a nuestro entender, uno de los que afectan no solo a las comodidades sino
también, y muy particularmente, al bolsillo de todos los rosarinos.
Hacemos mención al actual servicio de Transporte Urbano de Pasajeros en el
convencimiento de que poseo las condiciones personales necesarias para
referirme al mismo.
Algunos conocen por mi participación en medios de comunicación escrita así
como también en radios y TV que este es un tema al cual le he dedicado gran
parte de mis preocupaciones basado en mi condición de especialista en costos,
desde el lejano 1972 en adelante.
Claro que así como mi participación a través de los medios mencionados es
en la actualidad mucho más dificultosa ya que nadie me llama ni consulta ni tampoco
publica o comenta mis comentarios al respecto.
Esta afirmación se contradice en parte dado que el Honorable Concejo
Deliberante por iniciativa del bloque de concejales del FPV a finales del 2008
propuso y fue aceptada por todos sus miembros que me fuera otorgada la
distinción mencionada como Docente Universitario Distinguido, lo que fue
aprobado por unanimidad el 08.11.11 según el Decreto Municipal.
Dejando de lado estas referencias personales que a muchos nos caen mal,
comencemos con los comentarios que deseamos hacer público a través del blogs
denominado ”el pensador popular” que seguramente le dará el curso adecuado.
Hace poco tiempo las autoridades municipales nos informaron de la necesidad
de proceder a practicar un aumento en la Tarifa del Transporte Urbano de pasajeros que
soportan solo los usuarios o sea los de menor capacidad contributiva entre el
conjunto de nuestros ciudadanos, aumento que ya está en funcionamiento en tanto
aparece la posibilidad de otro incremento. Como son alrededor de 500.000 los
rosarinos que diariamente utilizan este
transporte, es decir, casi el 50% de la población urbana aproximadamente, el
tema es de una importancia capital.
Comencemos el análisis advirtiendo que el transporte urbano beneficia no
solo a los que lo utilizan sino a toda la
población dado que es una factor destinado a la creación de valor no
solo económico sino también social, educacional, cultural ,etc.
Podemos afirmar sin lugar a dudas que el SERVICIO DE TRANSPORTE BENEFICIA A
TODA LA POBLACION ROSARINA Y TAMBIÉN DE LAS POBLACIONES ALEDAÑAS.
CUANDO EL TRANSPORTE PARA, LA CIUDAD ENTERA TAMBIEN SE PARA Y TODOS NOS
PERJUDICAMOS.
Con este razonamiento que no puede recibir oposición dado que es claramente una afirmación ABSOLUTA como la
Ley de gravedad, sostenemos que a su sostenimiento o sea al cubrimiento de sus
Costos deben contribuir otros sectores tales como el Casino,
los Shoppings, los Súper, los Propietarios de inmuebles múltiples entre
los más destacados, aunque esta enumeración es a solo título de ejemplo y de
ninguna manera limitativa.
Algunos confunden, por el hecho de existir actualmente subsidios, esa
aberración de que los que usan los colectivos ya no son los que benefician al
resto de la población que sin usarlos
también gozan de las ventajas del servicio-transporte; se equivocan dado que
los subsidios, al participar en el cubrimiento de los costos solo en parte,
reducen los valores tarifarios que algunos, pocos o muchos pagan, dejan una
parte de esos costos sin cubrir y, por lo tanto, los que pagan siempre son los
aportantes a los beneficios de los que no pagan: escolares, mayores de 69 años
y otros, siempre abonan parte de esos costos, máxime cuando estos COSTOS no
están calculados correctamente, transformando a los subsidios en un ingreso o
ganancia adicional.
Pero, dejemos de lado este tema altamente significativo referido a quienes
deben ser incorporados dado que el
transporte los beneficia particularmente, para ocuparnos del tema específico de
los costos sobre los cuales se fija la Tarifa con cubrimiento parcial de esos
costos mediante los subsidios.
Si los costos son mal calculados, dijimos, la tarifa también, y los
subsidios constituyen una ganancia extra y oculta en favor de los empresarios.
Así las cosas, volquemos nuestras preocupaciones sobre la elaboración de
los Costos advirtiendo que el hecho de que una de las tres empresas sea de
propiedad del Municipio, que debería servir como vigía en aquella construcción,
en realidad no es así, sino que inversamente los costos de la empresa municipal
son más elevados que el de las empresas
privadas, porque, por ejemplo en un rubro, el del ausentismo del personal
derivado de los días de enfermedad reconocidos se estima un porcentaje
exagerado del 11%, superior a las de las otras empresas que lo hacen en un 7%. Pero,
se usa en el cálculo promedio el 11% de la empresa municipal.
Otro rubro fácilmente criticable también por razones impuestas por el Banco
Municipal por la administración de la
tarjeta magnética, aparece otro insumo como excesivo que originalmente fue
establecido en el 7% cuando la tarifa
era de 0,60 ctvs en 1996, en tanto hoy está fijada en el 6% con una tarifa
variable de $3.- cada boleto.
Con el agravante de que en los comienzos allá por el 96 existían en Rosario
alrededor de 32/33 empresas y hoy solo existen 3 por lo cual las tareas
administrativas se han reducido totalmente, lo que parece que no se tiene en
cuenta y que si estimamos que el banco percibe por esa administración un monto
total anual de más o menos 10.000.000 de pesos, descontándole sus propios costos ese beneficio sigue muy
exagerado, ya que en realidad, no debería percibir ninguno contribuyendo a la
reducción de los valores tarifarios.
Como en nuestra visita al Banco Municipal con el acompañamiento de algunos
concejales esa Institución nos prometió pero nunca la cumplió darnos la cuantía
de sus costos rubro por rubro, no podemos analizarlos, pero si hacer un
supuesto como el siguiente: si el Banco percibe diez millones brutos anuales
por el control tarifario ese monto equivaldría a la obtención de ingresos
extras que destinados al pago de empleados bancarios equivaldría a 200
empleados con un sueldo más leyes sociales de 3000 pesos mensuales o sea 36.000
pesos que sumados a 14.000 pesos en concepto de aportes, elevarían esa
retribución arbitraria pero real a 50.000 pesos por empleado. Que lo hagan o no
es otra cosa, pero que el monto de 10 millones les alcanzaría sigue siendo
válido como ejemplo global.
Veamos otro insumo que aparece como
calculado en exceso, el de la incidencia de los conductores o choferes que se
estima en más o menos en un 45% del total de los costos por km recorrido.
Supongamos que el numerador esté
bien calculado conformado por todas las retribuciones legales que los
conductores deban percibir para poner la atención en el denominador o dividendo
de esa relación que son los km recorridos por cada bus, ahora estimado con una
nueva metodología que pone el énfasis en la unidad-bus y no en la
unidad-servicio, el primeros se
relaciona con un turno de 8 horas el segundo con dos turnos o sea 16
horas que se estima en 7,6 horas o en 15,20 horas efectivas.
Cuando la metodología tradicional se utilizaba, la incidencia del
insumo conductor se estimaba en un
conductor por bus por 365 días descontándole los descansos, vacaciones,
feriados pagos, enfermedades y accidentes, y otros de menor cuantía.
La relación daba según el reclamo de las propias empresas del transporte
fijado en la metodología aprobada en el Congreso empresario celebrado en
Córdoba en el año 1980, en 1,43 conductor uno y ayudante 0,43, para que entre
ambos condujeran un bus los 365 días anuales.
Hace unos años, la muni estableció 1,578 conductores por bus y que en la
actualidad se acaba de fijar con un nuevo cálculo esa relación por unidad-bus en
2,64 conductores por bus en dos servicios con un total de 15,20 horas netas.
Sobre ese valor de 2,64 conductores para dos servicios de 8 horas se
obtiene el costo monetario del rubro conductor, el que debe ser dividido por
los km recorridos por el bus en dos servicios en un año; y aquí está la pata de
la sota.
Se estiman 75.805,873 km en el año lo que determina para cada bus una
velocidad promedio de todo el sistema, es decir, para todos los buses que
circulan diariamente por la ciudad se han fijado 13,66 km hora, casi como si
funcionaran en segunda velocidad sin nunca usando la tercera. Obsérvese que para lograr un promedio de 13,66 algunos
buses deben superarlo y otros no, razón por la cual es más válida la
observación de funcionar en segunda marcha.
Durante añares, la velocidad media siempre fijada sobre un turno álgido ,
con muchos nudos en el tráfico estuvo fijada en 19 km hora y a posterior hasta
hace muy poco se reduce a 16,3 km hora, todo por disposiciones municipales como
el estacionamiento particular en la zona céntrica y la entrada libre de los
mismos autos en todas las horas, todo esto ocasionando aumentos tarifarios ya
que al reducirse los km año se disminuye el dividendo km destinado a la
absorción de los costos fijos (como son la mayoría de los insumos en el
costo/transporte), todo en perjuicio de los usuarios que en realidad deberían
ser los beneficiario al que deben apuntar el servicio; en este caso es,
notoriamente, al revés, el principal perjudicado.
Pero, hay más, cuando se estableció la actual y seguramente seguirá en la
futura tarifa, las autoridades nos comunicaron que pronto se establecerían los
carriles exclusivos, lo que se hizo, lo que determinaría que la velocidad media
aumentara en un 50%o sea que de 13 km la hora pasaría a ser de 20 km. la hora,
razón por lo cual, y estos no lo dijeron las autoridades sino que es
exclusivamente de mi cosecha personal, los
costos y consecuentemente la TARIFA disminuiría proporcionalmente como
lo afirma la aritmética desde Pitágoras en adelante.
Por ahora, nada a la vista, solamente los avisos de que la Tarifa sufrirá
nuevos incrementos permanentemente. ¿REDUCCIONES? jamás, siempre “pa´ arriba”.
*Doctor en Economía, Profesor titular de Costos de la FCEyE de la UNR.
Miembro del CEP
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