Por Walter Paz - CEP
Mientras los agoreros de siempre insisten con que “la Argentina está aislada”, nuestra Presidenta Cristina partió para Washington en la noche del jueves pasado para participar de la Cumbre de Seguridad Nuclear, y que fuera convocada por el Presidente de los EE.UU. Barak Obama meses atrás. De la misma participan 47 estados, el objetivo sería acrecentar los controles a nivel mundial en cuanto a desarrollo nuclear, intercambiar experiencias, etc. El Estado de Israel en la figura de su Premier Netanyahu se excusó, el clima no es el mejor teniendo en cuenta los roces con la administración Obama y los resultados de la última Cumbre de Países Árabes que abogaron por una región sin armas nucleares. La cumbre termina este martes, pero además en este viaje Cristina tuvo varias reuniones con distintas Cámaras de Comercio que afianzan los lazos comerciales.
Hacemos mención del tema nuclear porque también el jueves pasado los EE.UU. y Rusia firmaron un supuesto histórico tratado de reducción de armas nucleares. Decimos supuesto porque tras la noticia comienzan a llegar detalles. Por ejemplo, hay párrafos que dejan en claro que si en cierto momento los estados firmantes consideran que sus intereses soberanos se ven vulnerados, estos lo dejaran de lado. Otra más, lo firmado por Obama queda supeditado a la aprobación o rechazo del Congreso; en definitiva, ni muy muy ni tan tan.
La situación de Obama respecto al Congreso es un tema aparte, máxime si se considera que al asumir el primer Presidente negro de la historia norteamericana no colocó a hombres de su entorno en distintos puestos claves del estado incluido el Pentágono, eso quiere decir que el Gobierno de Obama está plagado de “halcones” remanentes de la administración Bush o de antes. Y todos estos funcionarios que responden a un proyecto político hacen lobby frente a los congresistas, lobby a favor del gigantesco complejo militar-industrial que realmente gobierna los EE.UU. Entonces, una disminución del arsenal nuclear está muy mal vista.
Quizás esta firma del tratado START (ese es su nombre) se deba a presiones internas del Partido Demócrata y a algunos aliados externos que reclaman a las grandes potencias dar el ejemplo si pretenden exigir a otros estados alguna limitación a sus desarrollos nucleares, caso de Irán o Corea del Norte. Pero a la hora de la verdad, siguen siendo los mismos los que tiene el monopolio de las armas de destrucción masiva.
Otro ítem referido a los yanquis, años atrás, cuando en la Argentina crecía la ola privatizadora, desde aquel nefasto programa televisivo conducido por Bernardo Neustadt -Tempo Nuevo- el mencionado solía levantar en pantalla un aparato telefónico y preguntar: dónde está el imperialismo, yo no lo veo. Bien, por estos días en las pantallas televisivas en distintos informativos alrededor del mundo un video resumido de al menos 3 minutos del asesinato de dos periodistas de la Agencia Reuters ocurrido en el 2007. En aquel entonces los voceros de las fuerzas militares presentes en Irak declararon que ambos habían quedado en medio del fuego cruzado.
Pasaron dos años y probablemente algún arrepentido entregó una copia del video que se graba automáticamente desde el sistema de puntería de un helicóptero artillado Apache, la cinta original dura unos cuarenta minutos y desautoriza lo dicho en aquel 2007. Desde que se inauguró esta modalidad de transmitir la guerra por TV a partir de Irak, se pudieron ver imágenes de bombas inteligentes que destruían objetivos enemigos. Las imágenes remitían a cierta lejanía, en silencio, no se veía sangre. Parecía algo impersonal, casi incruento.
Esta filmación es distinta. Se ven las personas, se reconocen los periodistas, se las ve corriendo tratando de escapar de los disparos efectuados por el helicóptero. Se observa un herido tratando de incorporarse, una camioneta que se acerca a ayudar y que también es barrida por el aparato que continúa en el área. Cuando unos minutos más tarde llega una patrulla de infantería yanqui a inspeccionar, mientras los helicópteros sobrevuelan y se mantiene apuntando la escena de destrucción, se nota a dos soldados que corren llevando en sus brazos dos cuerpos, son niños que introducen en un blindado para llevarlos a un centro de atención.
Pero además de ver se escucha, la grabación con las voces de los pilotos y del comando central, y gracias al subtitulado y a algún conocimiento del idioma inglés se entiende que los pilotos, sobretodo uno de ellos está desesperado por disparar, por apretar el gatillo y ve armas donde no las hay, peor todavía, se escuchan risas de los pilotos.
Este video es de producción de un grupo llamado Wikileaks, según su propia definición son periodistas que han volcado su conocimiento profesional al activismo político para denunciar cosas como esta y hacerlo público a través de Internet. Podría decirse que es un grupo virtual porque no reconocen domicilio alguno, colaboró también en esta edición un canal de Islandia. En la Web poseen un sitio donde puede encontrarse un video editado de unos 15 minutos y el original que dura más de cuarenta minutos porque los helicópteros después de ese episodio continuaron con su trabajito de sembrar la “libertad y la democracia”.
Y unos párrafos finales sobre nuestra tierra Latinoamérica, puntualmente Honduras, que duele. Duele porque además de haber sido fracturado el orden constitucional el 28 de junio del pasado 2009, viene ocurriendo asesinatos. Los miembros de la Resistencia contabilizan a partir del golpe que saco al Presidente Zelaya del Gobierno unas 150 ejecuciones extrajudiciales, todas atribuidas a paramilitares contratados por los golpistas. Y a pesar del poco tiempo de asumido Porfirio Lobo a la presidencia mediante la manipulación del acto electoral y proscripción de candidatos, ya hay que contar solamente en este mes de marzo cinco periodistas asesinados. Brilla por su ausencia la famosa Sociedad Interamericana de Prensa, pareciera que no estuviera informada de estos crímenes.
Nota emitida en el programa radial SUDESTADA
Sábados de 7.00 a 9.30 hs - Radio Nacional Rosario - AM 1300
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