Por Walter Paz - CEP*
Esta semana quizás se la pueda caracterizar con un solo vocablo: hipocresía. Dentro de las noticias que trascendieron están las noticias que nos dijeron, o en la forma en que nos dijeron aquellos a los que uno suele denominar como los medios masivos de desinformación, noticias relacionadas con las declaraciones del Presidente Evo Morales de la hermana Bolivia acerca del consumo de pollos y su relación con la homosexualidad.
A veces para acallar un tema suele ser válido hacer mucho ruido con otro tema. La supuesta relación del consumo de aves y homosexualidad sirvió para que casi no se conocieran las conclusiones de La Cumbre de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra realizada en Cochabamba. Allí sonó muy fuerte y de manera muy real la crítica a aquellos países industrializados que en su momento no firmaron o no cumplieron con el Protocolo de Kyoto nacido allá por los últimos meses de 1997.
Entre las conclusiones se pide por la creación de un tribunal internacional que proteja el medio ambiente, montar un referéndum mundial para sondear a la población del planeta si está de acuerdo o no con vivir en un mundo capitalista, la exigencia a los países industrializados de reducir sus emisiones de gases contaminantes en un 50% de aquí al 2020, y que esos países que hoy son contaminantes en mayor medida que los demás entreguen un porcentaje de sus respectivos PBI para financiar un programa de adaptación al cambio climático para aquellos estados que son más pobres, etc. Hubo cuestionamientos calificando de farsa a la postura de los EE.UU. en la última cumbre climática en Copenhague. Pero bueh… para algunos eran más importantes las supuestas declaraciones sobre pollos y homosexualidad. Y decimos supuestas, porque estuvimos buscando el audio correspondiente al Presidente de Bolivia y en realidad dice: “El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres", es decir, Evo habla de desviaciones, pero no de homosexualidad. También se puede interpretar como desviaciones en su salud reproductiva, y esto hace a su ser como hombre. Los que quieran vincular la palabra desviación con homosexualidad es un asunto de ellos, pero no de Evo Morales.
Y empezamos hablando de hipocresía, acaso hay alguno de esos periodistas o comunicadores que presentaron esa noticia en tono de mofa, que ponga su mano en el fuego para defender a esos pollos cultivados en granjas industriales como saludables para las personas ¿? No hay que olvidar que con el surgimiento de las gripes aviar y porcina, se puso en el tapete, lo que ocurre en esas granjas puertas adentro, algo espantoso. Hasta ahora, yo no escuché a nadie que saliera a desmentirlo. Además, desde nuestra experiencia argentina, nosotros no sabemos qué tipo de pollo se comercializa en Bolivia. Cuando menciono nuestra experiencia es porque no me olvido de aquellos tiempos -1986- cuando en Argentina ingresaron papas importadas de Polonia; eran papas radioactivas producto del desastre nuclear de Chernobyl.
Hipocresía porque también en esta semana salió el fallo de la Corte Internacional de La Haya, hipocresía de los medios que dos años atrás decían que este gobierno kirchnerista maltrataba a los hermanos uruguayos, y ahora atribuyen este fallo internacional a una ineficiente representación por parte de nuestro Gobierno Nacional. Más hipocresía porque hace un par de años atrás, en pleno conflicto por las retenciones, unos periodistas concurrieron a Gualeguaychú por el hallazgo de miles de pájaros muertos en los campos circundantes y que algunos atribuían al uso de agrotóxicos en esos campos sojeros. Uno de los miembros de esa asamblea ambientalista era Alfredo de Angelis y cuando se le preguntó acerca de semejante mortandad de aves, contestó: no es tema nuestro.
Y para que se note hipocresía con mayúsculas, las declaraciones del "cabezón" Duhalde que anoche realizó un acto en esta ciudad, y entre otras cosas, se le ocurrió destacar que uno de los países que más crece en la región es el Perú. En junio del pasado 2009 hablábamos en este programa de la represión ocurrida en la zona de Baguas, en el Amazonas peruano donde 30 personas pertenecientes a Pueblos Originarios murieron por disparos efectuados por militares a bordo de un helicóptero, a lo que hay que sumar una decena de policías que también murieron por las mismas balas.
En julio de 2007, hubo casi 20 muertos por represión en el marco de un paro general y marcha. A principio de este mes de abril hubo seis personas muertas a tiros durante enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno de Alan García y mineros en huelga en la zona de Chala-Arequipa. Todos estos hechos están relacionados con distintas resistencias del Pueblo Peruano a la privatización de los recursos naturales, especialmente de la ladera occidental de los Andes o sea el lado amazónico. El Estado peruano allí solo está presente para garantizar los intereses de los grupos económicos que comienzan o hace rato que comenzaron a explotar las riquezas del Perú, y ese es uno de los modelos que rescata Duhalde, aunque en realidad no sería de extrañar, el ya tiene experiencia con Kosteki y Santillán.
Y para cerrar, dentro de algunos días, un 27 de abril pero de 1979, en aquella Nicaragua que peleaba en montes y calles contra la dictadura somocista, un niño llamado Luis Alfonso Velásquez Flores caía alcanzado por dos balazos tras ser emboscado por sus matadores, miembros de la Guardia Nacional, la élite de Anastasio Somoza. Su cuerpo pequeño que todavía no había cumplido 12 años fue pasado por encima con un vehículo militar que huyó del lugar, unos días más tarde, el 5 de mayo murió Luis Alfonso. Las malas lenguas dicen que ese niño fue el que inspiró a Luis Mejía Godoy, una voz que identifica cabalmente a Nicaragua, esa tierra de poetas, volcanes y selva. Creó un tema musical que ganó el Festival Internacional de la OTI.
Este niño que murió de forma tan violenta era un militante comprometido en pelear contra la dictadura de “Tachito” Somoza, y junto a algunos de sus compañeritos de grado y vecinos solía ingresar a escuelas o interrumpir alguna misa alentando a los presentes a sumarse a la lucha gritando: Patria Libre o Morir. El tema musical se llama: Quincho Barrilete.
*Extraido del programa SUDESTADA
que se emite por Radio Nacional Rosario - AM 1300 - Sábados de 7 a 9.30 horas
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