La paciencia es un verdadero don, muy útil en tiempos complejos, donde las dificultades se multiplican y los dolores crecen. Tanto en lo individual como en lo colectivo, el “aguantar” las privaciones, soportar con estoicismo las avatares derivados de las decisiones de quienes detentan poderes, son una manera de tomarse el tiempo necesario para elaborar los posibles modos de superación de tales circunstancias temporales. Pero hay límites...