Por Ariel Garbarz*
Cualquier usuario de internet sin ningún conocimiento de programación puede crear un blogspot de Google con la única condición de registrase como usuario. Pero si quiere permanecer oculto puede inventar un email, lo cual se suele hacer en los tres portales más conocidos, que mediante el sistema de webmail casi garantizan ese anonimato. Estos son Yahoo, Hotmail y Gmail .
Cuando desde una PC o notebook hogareña uno se conecta para crear un sitio o simplemente comunicarse por email, Facebook, Twitter, chat, etc., en ese momento nuestra computadora queda identificada transitoriamente por una ip dinámica, algo así como una dirección provisoria, la que suele cambiar con la siguiente sesión de conexión.
Para localizar la computadora desde el cual se comete un ilícito, hay que obtener por otra vía investigativa el domicilio sospechado, y recién cuando se allana y los peritos toman contacto con la máquina se puede constatar si estaba conectada con esa misma ip que fuera detectada en forma teleinformática al momento de cometer el delito. Aunque el usuario borre datos o formatee el disco rígido antes de que la Justicia allane, hay registros en otras computadoras servidoras de la red con copias de la actividad que desarrolló con anterioridad.
La ingeniería informática inversa rastrea no sólo esas huellas, sino especialmente las que deja el usuario cuando envía correo, cuando navega, cuando desarrolla otros sites, es decir, cuando realiza actividades teleinformáticas lícitas, sin cometer delito alguno, pero justamente por ello, va dejando muchos más rastros personales que cuando amenazó, intimidó, cometió fraude, espió o robó datos de otra pc para delinquir.
Esas huellas son las que permiten individualizarlo. Si intenta borrarlas o adulterarlas también dejara indefectible las marcas que agravarán su situación ante la Justicia. Hay puertas traseras o agujeros que son creados sin darse cuenta por los mismos ciberdelincuentes cuando programan.
En el caso de aquellos individuos repugnantes que reivindican el genocidio, intimidan a los testigos de los juicios por delitos de lesa humanidad y hacen su apología, la libertad de expresión de la que gozan en la web bienvenida sea, ya que los ha confundido en tal falsa sensación de impunidad, que cometieron torpezas en las que no caería ni el más novato de los hackers, dejando más claras pistas en el mundo virtual que en el real. El arma informática que eligieron esta vez los opositores amigos de Videla, pega tiros por la culata, los señala y revela su asociación ilícita.
*Ingeniero en Telecomunicaciones, profesor de la UBA y de la UTN
Publicado en Miradas al Sur
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