lunes, 18 de julio de 2011

TOPOGRAFÍAS DE UN SUEÑO


Barrio Sarmiento - Rosario
Por Gustavo Daniel Barrios*

         Dentro de la parición urbana en lo social, con admiración se observan en el norte de Rosario entre los primeros distritos post-cruce Alberdi, fotografías de una aldea con carácter. Atesoro en mi caminar, la tan mística y original personalidad del barrio Sarmiento. Primero ubicarnos. 
Usted da un paso más allá de ese pasaje corto que se denomina avenida Portugal; es decir, usted se aleja a partir de ahí, de Arroyito, sin advertir muchas veces que transita underground por avenida Portugal en enormes tubos, el arroyo Ludueña, y se va a lucir siguiendo el sendero, a el Shopping Portal, esa institución tan europea que se yergue insólita por ahí, y usted ya está en el barrio Sarmiento. Justo cuando el arroyo Ludueña vuelve a aparecer a la vista de todos, con sus moscas durante el calor, con sus botes y su color, curvándose hacia el norte, justo cuando usted recorre ese segmento misterioso que no es ni Arroyito –Lisandro de la Torre-, ni tampoco Sorrento, desde el Shopping Portal hasta la antigua usina de Sorrento que es postal de un pasado anaranjado, o hasta ese borde que es la cancha de Argentino, cancha inclusive, no afuera, sin extenderse, ese mapa pero desplegado especialmente hacia el oeste de allende el boulevard, y hasta las vías del Ferrocarril Belgrano, tirando hacia calle Maciel, eso, eso es Sarmiento.
         El tema del barrio Sarmiento, llamado así por el renuevo de la vid, se asocia indisolublemente con los dos barrios entre los que se encaja y aprieta. El primero es Arroyito, que socialmente está ligado a la clase media que dio dos pasos hacia la consolidación anticipada de los nietos; mucho más importante que Sarmiento en lo socioeconómico. Arroyito es donde nace el norte de Rosario, y para estar todos de acuerdo el norte aparece en la intersección de avenidas Alberdi y Avellaneda, como inicio formal desde una perspectiva en la que todos podamos acordar y de hecho acordamos. La protohistoria de la zona norte como precisión geográfica es compleja, pues lo haría al norte nacer mucho más atrás y más al Este, pero lo dejaremos así. Arroyito es muy armonioso y completo, porque sin alejarnos hacia el extremo norte ya tiene desde sus propios caribes, hasta una vida comercial intensa y propiocéntrica, que rememora cines, y tiene uno. Sobre todo es la pareja concepción de una fisonomía donde salir a pasear por sus calles, nos hace decir a los de lejos, que a este lugar no se le puede ganar, que es muy sólido. Y lo afirmo yo que provengo de los muchachos de la secuela del colegio anglo-argentino, dicho porque una amiga de Arroyito dice que es insoportable, de acuerdo al tilinguismo, y tiene razón pero ella no lo ve del todo claro.
         Habíamos hablado del que limita a Sarmiento por el norte. Y bien, este es Sorrento. Este es uno de los cinco barrios residenciales de la ciudad, de los cuales Alberdi Este es uno de ellos. Bueno es decir, para que nadie se confunda, que entre los cinco residenciales no están ni Parque ni Parquefield, que son de un pintoresquismo incapaz de competir un minuto en la aludida categoría. Tampoco Martin es otro, porque este no es más que el ala Este del Centro.
         Pues bien, Sorrento, muy excelente barrio residencial, el menor en tamaño de los cinco, es aquel paseo donde uno se mete por ejemplo al superar el club Argentino, hallando que todo subió violentamente de categoría, y se apodera de uno la idea de que en este lugar no hay ruidos, pero lo más importante, las mansiones sugieren una admiración fría, y tienen mucho encanto, pero sucede que por ejemplo La Florida, en el extremo norte, el cuarto barrio residencial, hallado de ahí en línea recta y saltando Alberdi, te da matices, si bien es más importante que este te da matices porque La Florida tiene un poco de arrabal, pero Sorrento no lo tiene, es homogéneo en su postal muy fría.
         En el medio, entre Arroyito y Sorrento hallamos entonces al barrio Sarmiento que está mejor expresado al otro lado del boulevard, y como se sabe, es muchísimo menos solvente que los anteriores y puro arrabal. El propósito de este relato es Sarmiento antes que los otros, porque se puede encontrar aquí lo mejor de lo bueno. Si digo que en barrio Sarmiento –los nombres estos son casi todos convenciones populares, puesto que ningún registro catastral casi, los llama como se los conoce, tanto que Echesortu se llama en verdad Remedios de Escalada-, si digo que en este paraje se halla lo mejor de lo bueno, es porque reflejo el oeste de él. Calles en diagonal, y la obra de los librepensadores. Los urbanistas que concibieron y concretaron Sarmiento, fueron más originales que en los barrios tradicionales, porque si usted analiza estos últimos, verá que su línea directriz es acotada, y es muy raro ver en ellos un palmo que escape al modelo tutor. No hay mucha libertad porque están muy ceñidos al criterio fundante. Pero en Sarmiento, ya muy adentrados en el norte de la ciudad, está la marca del librepensador. Los maestros de obra han dejádose fluir en ese lugar. Siendo el plan de escaso aporte económico, pues este ambiente fue construido para la clase trabajadora, resulta más bello que tantos lugares de mayor precio y mayores recursos, porque en ellos está la regla de sujeción muy definida, donde lo sobrio prevalece. Pero en Sarmiento, los librepensadores hicieron de la construcción un desafío de imaginación, y de vanguardia en sentido vernáculo. Y esta es la clave, porque usted no encontrará ni un metro cuadrado de diseño europeo, es todo vernáculo, lo único europeo aquí es el Shopping Portal. La clase trabajadora que este barrio abriga ha podido encontrar realización a nivel urbanístico en este lugar.
         Por otra parte, hay tanto paisano político allí, que la impresión externa se cristaliza también por dentro, al encontrar gente agradable, con utopías. Tiene ciertos afanes su gente, compañeros, no todos claro, porque haciendo política por esos bordes, yo escucho más que en cualquier otro lugar, ideas del tipo de inaugurar en alguna parte un refugio para los adultos en situación de calle en donde no solamente se pueda pernoctar, sino también vivir a día completo. Por qué el dirigente en ocasiones es tan práctico, y no revisa el extraño dato de que los refugios son sólo para pernoctar, y nadie se pone como meta aplicar recursos para reciudadanizar desde los refugios, dotando a estos espacios de una computadora con acceso a internet, y una exigua cantidad de actividades, aunque sean muchas menos que las que se puedan emprender en un centro de jubilados, porque las personas en situación de calle son Sujetos de Derecho como los jubilados, y merecen un refugio a día completo y despensas llenas, más limpieza y perfumes, y TV, tal vez consiguiendo con eso que a partir de esa integración y contención y reposo de ellos en un lugar así, un día pudieran volverse incluso productivos, o no. Pero hay un tema raro con esto de los refugios, y por qué será que sólo donde están los compañeros de enclaves urbanos construidos para la clase trabajadora, mayormente, yo extraigo de ahí las nociones de que la política es la dimensión de los sueños.

*Escritor
  Integrante del Centro de Estudios Populares (CEP)

                                  

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