LA FACILIDAD DE DESTRUIR

Imagen HispanTV

Por Roberto Marra

Destruir la economía, la producción y la sociedad es una de las tareas más fáciles que existen. Todo lo que hay que hacer es demoler las estructuras de relaciones productivas virtuosas generadas a través de políticas de desarrollo que aseguraban inclusión social y sustentabilidad en el tiempo. No se necesita demasiado talento, pero sí el predominio de la ignorancia en quienes serán  los perjudicados.

Quienes conciben y dirigen esas destrucciones tienen objetivos claros y precisos. Son astutos representantes de un Poder que no se limita solamente a incidir en los ámbitos políticos tradicionales, sino en todo lo que signifique posibilidad de generación de lucros para ellos. El caso de “Fútbol Para Todos” es un caso notorio de apropiación de los beneficios económicos de un deporte arraigado en las fibras más íntimas de los argentinos. Detrás del falso ahorro prometido para las arcas del Estado, esconden, como en todo, la conveniencia corporativa de los amigos del Poder.

Como también se lo hace en el ámbito de la ciencia y la tecnología, a las que se les retacea presupuestos que aseguren el desarrollo independiente que venían registrando desde hace años, por una ejemplar decisión política que había elevado las Ciencias argentinas a niveles nunca alcanzados antes. Nada de eso le importa a la administración actual, decidida a contraer la economía a su mínima expresión productiva nacional.

Son solo ejemplos de la labor destructiva de una administración que está decidida a terminar con una experiencia donde prevaleciera, aun con dificultades, la acción social distributiva por sobre la renta corporativa de los privilegiados.   Y resultan chocantes las ridículas explicaciones de los funcionarios para justificar estas medidas reaccionarias que, con hurgar un poco, se descubren como mascaradas tras las que ocultan paquetes de desdichas ciertas para millones de trabajadores y sus familias.

La sucia acción sediciosa de estos prolíficos creadores de desgracias ajenas, la realizan operando mediáticamente sobre las subjetividades de un Pueblo que, por tantas agresiones arteras, está cada vez más preocupado en sobrevivir, que en descubrir la razón de su empobrecimiento.