miércoles, 26 de octubre de 2016

LA TERRIBLE VENGANZA DE LOS PODEROSOS

Imagen Adital
Por Roberto Marra

Las casualidades, en general, no existen. Pero en política y economía, menos aún. La maquinaria del Poder teje y desteje en su provecho la trama de miserables confabulaciones, siempre a costa de los más pobres y desprotegidos de las sociedades de cualquier país. Y el precio que pagan los Pueblos del Mundo para mantener a los propietarios de casi todo, es de tal magnitud, que estremece.
Repugna observar la hipocresía y la perversión de esos modernos señores feudales, reunidos en conferencias internacionales, desde donde se deciden los repartos de riquezas rapiñadas, con discursos  donde las palabras “paz” y “libertad” están siempre presentes. Claro que para llegar a esa paz y esa libertad que promueven falazmente, hay que hacer algunos “pequeños” sacrificios. Nosotros, no ellos. Los Pueblos, jamás las corporaciones.
Estos sacrificios populares se traducen en destrucción de los aparatos productivos, en avasallamientos territoriales, en guerras, en pobreza, en miseria, en muerte. Todo para lograr la apropiación de las riquezas que consideran suyas por algún decreto divino, que traducen convenientemente a través de sus voceros mediáticos cómplices, de manera de persuadir a los sometidos, de la conveniencia de tales logros.
Para hacerlo, divulgan noticias falsas y provocadoras. Dejan fuera de nuestro conocimiento los detalles de procesos complejos pero virtuosos, si sus desarrollos no se interrumpieran con las violentas formas a las que el Poder nos tiene acostumbrados. Lo hacen, también, a través de la forma injuriosa y denigrante en como describen a sus dirigentes, mostrándolos como  si fueran dictadorzuelos ignorantes, corruptos y violentos. O mintiendo sobre las multitudes que se aglutinan en defensa de sus gobiernos. O publicando como absolutas verdades los dichos de los golpistas internos, representantes de los eternos dueños de las corporaciones más poderosas de cada País, que atacan con saña feroz los avances de una justicia social que no soportan.
Cuando triunfan, el revanchismo es su mayor satisfacción. Nada habrá de la paz y la  libertad prometidas. Cuando estos rapaces toman los gobiernos, solo puede esperarse represalias contra los pueblos que se atrevieron a disputarles el Poder. Entonces, la venganza será terrible. Y no será solo el título del programa de Alejandro Dolina.
 

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