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El programa televisivo Intratables (cuyo significado lo dice
todo), se ha transformado en un sitio de culto para los seguidores del
"change" argentino y el mal gusto en el trato humano. Este
frankenstein mediático se erigió como nueva picota que expone al escarnio
público a todos aquellos, que más allá de haber sido parte o no del gobierno
saliente, "piensan feo" al decir del Dr. Cureta, o sea a aquellos que
tienen un sentir nacional, popular y democrático.
En ese aquelarre, un verdadero pelotón de oscuros fusiladores, al
servicio del poder económico, sin muchas luminarias mentales y siguiendo el
libreto de sus mandantes, con sus balas mediáticas está pronto a acallar a todo
aquél que ose pensar en un país más igualitario, en que la política esté por
encima de la economía y sus reglas injustas.
El único requisito válido, para no ser ejecutado ipso facto y sin
juicio previo, es denostar a la "tirana en fuga", sus seguidores o el
odio visceral a todo lo que tenga olor a "grasa militante".
Pensar en el otro, en la patria, criticar, o más no sea, tener dudas
sobre el rumbo correcto o no, de la actual gestión, es motivo suficiente para
que todo lo que se diga sea usado en su contra y justifique la aniquilación del
temerario que se anima a discutir verdades reveladas. Aparentando amplitud,
cuentan con un periodista militante, al que someten permanentemente al papel de
un bufón.
En otras épocas de la historia, la gente iba a las plazas a ver las
ejecuciones, ahora las ve por la televisión y satisface su morbo o su
intolerancia. Al Coliseo la gente no concurría a ver si los cristianos podían
derrotar a los leones, sino a ver como éstos destrozaban a los indefensos
creyentes. El programa reproduce esa lógica perversa y los columnistas (que son
de mármol), por órdenes superiores siempre tienen el pulgar hacia abajo. Su
éxito se sustenta en la destrucción del otro y en el tevebullying, para
escarmiento de todos.
Creo modestamente que todos aquellos que tienen un pensamiento
progresista o diferente a la no tan sutil línea editorial antipopular, deberían
abstenerse de concurrir a esa trampa cazabobos, sin lamentar los 5 minutos de
fama perdidos. Cuando no hay más creyentes para arrojar a los leones, los
espectadores se van y el circo decae.
Esta es mi humilde recomendación para tantos bienintencionados que
creen que podrán esquivar las balas.
*Docente. Publicado en Cartas de lectores-Rosario12
Esa calamidad televisiva no es más otra de las facetas de la hegemonía de la comunicación. Así como crucificaron a 6-7-8 casi desde el principio, al igual que a cualquier otra alternativa como fuente de divulgación económico-política, ya sea en forma de programa orgánico como de periodistas o especialistas en forma individual, ahora HAN CONSEGUIDO ahogar TODA VOZ OPOSITORA.
ResponderEliminarRecuerdo las veces que la producción de 6-7-8 invitó a opositores de todos los colores y niveles y con las honrosas excepciones de cinco o seis casos, ninguno de los principales ENEMIGOS o alguno de sus capataces más mediáticos, tuvo el valor de aceptar el convite. Y conste que las pocas veces en que tuvieron lugar esos encuentros, la corrección, el respeto y la forma de presentarlos al público fueron más que dignas. Todos ellos cerraron sus respectivas presentaciones reconociendo esas circunstancias.
No es, precisamente, lo que ocurre en el Frankenstein del maltrato y el abuso.
Tampoco encuentro sentido para que algún representante nacional y popular acepte participar de semejante burdel.