Imagen www.kaosenlared.net |
Venezuela vive el asedio y la violencia de la derecha golpista. Un
Golpe de Estado se intenta desde la premeditada agitación de las calles, y la
fabricación vergonzosa de las imágenes. Los medios oligárquicos y
transnacionales hacen las veces de fuerza de choque de vanguardia. Las redes
sociales se usan como escenario para multiplicar el fuego.
No es nada nuevo en la patria de
Bolívar. Similares escenarios se vivieron allí cuando el Golpe contra Chávez en
el 2002, el Paro Petrolero, o los más recientes episodios postelectorales de
abril 2013.
Son reproducciones de la nueva
estrategia imperial para la injerencia y la liquidación de gobiernos que no le
agradan: manifestaciones provocadas, manipulación mediática concertada y
múltiple, socorridos llamados a respetar los derechos humanos de agresores y
violentos, búsqueda de condena internacional e intervención armada, si necesario
fuera.
Bochornoso papel están cumpliendo
los medios, al mejor estilo de William Randolph Hearst: “Usted facilite las
ilustraciones, que yo pondré la guerra”. En Iraq, en Libia, en Siria, en
Ucrania, ahora en Venezuela, los medios han manipulado, mentido, crucificado a
su antojo. Han actuado como avanzada de demolición para desmoralizar al
adversario, criminalizar al gobierno y abrirle paso suave y triunfal a los
agresores y el imperio.
Pululan en estos días los
titulares provocadores y con condenatorios y las efectistas imágenes sobre
Venezuela. Lo mismo en las planas criollas de El Nacional o Tal Cual, que en
las foráneas de El Mercurio, ABC, El País, Clarín y toda la red mediática de la
derecha hispanoamericana. Las imágenes de caos, la victimización de los protestantes
violentos y los anatemas contra el gobierno bolivariano ocupan las pantallas de
CNNe, NTN24 y otras televisoras al servicio de las causas peores.
A ello se suma una bien
financiada y concertada estrategia desde las redes sociales para inflamar los ánimos,
generar zozobra, cimentar mentiras. Uno tras otro circulan tweets plagados de
falsas fotos sobre la situación venezolana; instantáneas cuyo origen verdadero
está en manifestaciones y enfrentamientos recientes en España, Turquía,
Ucrania, Egipto o Chile.
A la vez que se hackean decenas
de páginas de servicios públicos o se suplantan identidades en esas propias
redes sociales.
Se actúa con toda mezquindad. No
hay recato alguno para manipular y mentir. Todas las herramientas son válidas
para intentar derribar a un gobierno que no agrada a los yanquis y las
oligarquías.
Como señala el politólogo Juan
Carlos Monedero: “Que Venezuela esté en los telediarios no tiene nada que ver
con la violencia. Tiene que ver con que tienen petróleo y no son obedientes a los
mandatos del Norte”.
La contraofensiva imperial en
Latinoamérica está en marcha y en ella juegan al duro los medios que son sus
cancerberos ideológicos.
La contra-respuesta debe ser
múltiple, concertada y también desde los medios que sirven a los pueblos.
*Publicado en Cubadebate
No hay comentarios:
Publicar un comentario