viernes, 23 de septiembre de 2011

EL DECÁLOGO SECRETO DE LA DERECHA

Por Alberto Daneri*

Sigilosa, la derecha expone su afán: poner piedras en el camino. No expía el subsuelo de sus culpas, porque no las acepta; su meta es adquirir mayor poder. Y el aire viscoso de envidia a la presidenta (en Duhalde, Macri, Carrió) invade el país.


Para un político hay dos realidades, la soñada y la real: muchos no lo aceptan. Socavando, la derecha se prepara para su ofensiva posterior a octubre. Indica: “bajan las reservas” o “cargan contra los gremios”. Esas mentes nubladas sólo buscan dividir. Pero nuestra educación cívica se basa en razonar. La derecha aspira al voto calificado, donde no cuenta ser capaz sino poseer dinero. Como en Italia en 1861, donde votó el 1,8%: había que saber leer y escribir y ser un buen contribuyente. Aquí los medios hegemónicos subliman su adversidad al gobierno popular. Al preferir un diario o un canal de tevé, se elige algo afín a la burbuja en la que uno vive: instintivamente escoge un medio con similares valores morales y económicos. Esos en los que fue criado. O cree. No repara en noticias falsas o en el 78% de tapas de Clarín contra el gobierno. Desdeña que la codicia mediática privilegia los negocios privados por sobre lo público.

Trivializar la gestión de Cristina es usual. Critican su apócrifo amor por las carteras. Pero esconden que Alfonsín (padre) se hacía los zapatos a medida. Mariano Grondona, el Maquiavelo local de la derecha golpista, dice que la presidenta “se hace la buenita” y por eso la votan. Olvida que si alguien se siente seguro, no necesita fingir fortaleza –como Agamenón, ya que él cita a los griegos, o sus añejos amigos Videla y López Rega–, pues se sabe fuerte. Cristina asimiló que el conductor (según André Maurois) debe ser “rígido y flexible a la vez, como una buena hoja de espada”. A su vez, Noam Chomsky revela en su libro Armas silenciosas para guerras tranquilas, un decálogo de Estrategias de Manipulación que usan la derecha y los medios. Analicémoslo.

1- LA DISTRACCIÓN. Mediante un diluvio de pasatiempos y noticias, lejos de los problemas reales, se alcanza el control social desviando la atención de lo acordado por las élites políticas y económicas. Chomsky dice: “Mantienen al público ocupado, sin tiempo para pensar.” Ejemplo: caso Candela, chismes.

2- CREAR PROBLEMAS Y OFRECER SOLUCIONES. Es el viejo método “problema-reacción-solución”. Se arma una “situación” prevista, a fin de que el público demande medidas que se desea realizar. Dejan crecer la violencia urbana, o producen secuestros o saqueos para que se exijan cambios o leyes más duras en perjuicio de la libertad. O aguardan una crisis económica para estatizar las deudas privadas (1982), o revocar (con el “corralito”) derechos adquiridos (2001). Ambos ejemplos obra del ex ministro Cavallo. O Menem realzando la mala tarea de los servicios del Estado, para lograr privatizarlos.

3- LA GRADUALIDAD. Para que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla por años consecutivos. Así, las nuevas condiciones socioeconómicas (neoliberalismo) se impusieron durante dos décadas: 1980 y 1990. Estado mínimo, precariedad laboral, despidos, paro, salarios con magros ingresos; tantos cambios habrían generado reacciones de haberse aplicado de una sola vez. Ejemplo: la suba del IVA por Cavallo: lo llevó del 13 al 21%, en etapas.

4- DIFERIR. Otra regla para imponer una decisión impopular es presentarla como “dolorosa y necesaria”, logrando la adhesión para su aplicación futura. Así es más fácil aceptarla. Primero, porque el esfuerzo no se da de inmediato. Luego, porque el público espera, cándido, que “todo irá a mejorar mañana” y que el sacrificio se podrá evitar. Esto le da tiempo para aclimatarse a la idea del cambio y tomarlo con estoicismo cuando llegue ese día. Ejemplo: en Italia la edad jubilatoria femenina subió de 60 a 65 años. Se aplicará entre 2012/2018.

5- DIRIGIRSE Al PÚBLICO COMO A NIÑOS. La tevé y la publicidad usan temas, roles y tonos infantiles, como si el espectador fuese una criatura o un deficiente mental. ¿Por qué? Si se trata a alguien como si tuviese 12 años o menos, por la sugestión tiende a una reacción infantil, sin sentido crítico. Y compra. Ejemplo: los rumores políticos o de la farándula, carentes de pruebas.

6- MÁS EMOCIÓN QUE REFLEXIÓN. Utilizar la actitud emocional causa un cortocircuito en el análisis racional. Abre una puerta al inconsciente e injerta ideas y deseos, o induce opiniones sin sustento. Ejemplo: “El caso Schoklender demuestra que los Derechos Humanos encubren la corrupción”.

7- MANTENER IGNORANTE A LA GENTE. No conviene que se descubran los métodos que controlan su esclavitud. Advierte Chomsky que para la derecha “la calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más mediocre posible, de forma que el espacio de conocimientos que fluctúa entre las clases inferiores y las clases superiores, permanezca imposible de alcanzar para las inferiores.” Ejemplo: las campañas en Chile, o del macrismo, para privatizar la educación, señalando el contraste entre la pública y la privada.

8- ESTIMULAR LA MEDIOCRIDAD. El público debe creer que tiene onda ser estúpido, vulgar e inculto. Ejemplo: lo nuevo siempre es mejor, el fútbol y el cine actual, el lenguaje escabroso en TV. Emborracharse o drogarse es cool.

9- REFORZAR LA AUTOCULPABILIDAD. Todo sujeto debe pensar que él es culpable de su desgracia, debido a falta de inteligencia, de capacidad, o de esfuerzo. Así, en lugar de rebelarse contra el Sistema, se desdeña y se culpa, lo cual le origina un estado depresivo. Uno de los efectos es aislarlo de la acción. Y sin acción no hay revolución. Ejemplo: para la Iglesia son vagos quienes viven de planes sociales, y la Asignación por Hijo incita a no buscar trabajo.

10- CONOCER A LA GENTE MEJOR DE LO QUE SE CONOCE. En los últimos 50 años, los avances de la ciencia ocasionaron una creciente brecha entre los conocimientos del público y los de las élites dominantes. El sistema goza de una noción avanzada del ser humano, tanto física como psicológica. Conoce mejor al hombre de lo que este se conoce a sí mismo. Y en muchos países ejerce un control social y un poder superior al de otras épocas. Ejemplo: con encuestas predice las tendencias de las masas, actuando en consecuencia.

Los medios dominantes son el partido opositor. Esto ya lo vivimos en 1974, al puntualizar en el libro Carta Abierta de un peronista a un confundido que el Partido Militar quería derrocar al gobierno. Los avisos en los diarios requerían leerlo: “¡Para que no estalle el golpe!” Es obvio, el libro no lo evitó. Sigilosa, la derecha expone su afán: poner piedras en el camino. No expía el subsuelo de sus culpas, porque no las acepta; su meta es adquirir mayor poder. Y el aire viscoso de envidia a la presidenta (en Duhalde, Macri, Carrió) invade el país. A estos seres de la noche nada los conforta, deberán esperar cuatro años más. Sartre dijo que le gustaban los jóvenes porque “tienen las mismas necesidades, las mismas ignorancias, la misma sabiduría que yo”. Devotos, lo suscribimos. Hoy se admite que desde el arribo de los K la promesa de todo lo imposible es posible. El barco va por buen rumbo. La nación, ese gran barco, eligió la ruta segura. Y pese a los icebergs, continuará a flote con su hábil capitana al timón.

*Escritor y periodista
  Publicado en Tiempo Argentino

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